No podemos dejar a Brasil acorralado en su grandeza
Montevideo (enviado especial) En una conferencia brindada en el marco de las Segundas Jornadas Internacionales sobre la prospectiva de la integración regional en América Latina, organizada por el CEFIR en Montevideo, el presidente uruguayo llamó a los grandes países, como Brasil y Argentina, a asumir su responsabilidad en el proceso de integración.
El problema ya no es el Mercosur, sino la propia integración. Tenemos que salir de la balcanización, afirmó. Al mismo tiempo, reconoció que existen sectores que pretenden dejar al Mercosur en la fase de unión aduanera y no avanzar más, y se indignan frente a la integración como si se tratara de una “ofensa a la patria”, graficó.
Sin embargo, la existencia de nuestros países tiene sentido en el marco de la integración, y no se puede construir sin la colaboración de la economía.
No podemos dejar a Brasil acorralado en su grandeza, mirándose hacia adentro, aseguró en uno de los momentos más vibrantes de la conferencia.
Brasil y Argentina, como los países más grandes del bloque, deben asumir su responsabilidad, reclamó; y advirtió que el desbalance es enorme y podemos llegar demasiado tarde.
Más adelante, se refirió a la desigualdad en América Latina, que ya se ha hecho conciente en todos los niveles, pero aún no se encontraron soluciones.
Instó a que el Mercosur se acerque a todos los bloques de integración de Amércia Latina, como por ejemplo ocupar un lugar de observador en el ALBA..
En ese sentido, aprovechó para referirse al ingreso de Venezuela al Mercosur, puesta por algunos sectores en términos de que se hizo un rescate a ese país, cuando la realidad es que ahora el Mercosur es un bloque mucho más potente.
Con el ingreso de Venezuela, el Mercosur se convierte en potencia mundial. Hay una fuerza de carácter histórico que colabora y comenzamos a integrarnos como nunca antes en América Latina, aseguró.
Pero tenemos un gran desafío, la mezquindad de nuestra cultura, que nos puede hacer trampa. Las grandes mayorías deberían estar debatiendo el tema de la integración. No olvidemos que en la historia no pasa sólo lo que queremos, sino también lo que dejamos hacer, concluyó el primer mandatario.
Sin embargo, la existencia de nuestros países tiene sentido en el marco de la integración, y no se puede construir sin la colaboración de la economía.
No podemos dejar a Brasil acorralado en su grandeza, mirándose hacia adentro, aseguró en uno de los momentos más vibrantes de la conferencia.
Brasil y Argentina, como los países más grandes del bloque, deben asumir su responsabilidad, reclamó; y advirtió que el desbalance es enorme y podemos llegar demasiado tarde.
Más adelante, se refirió a la desigualdad en América Latina, que ya se ha hecho conciente en todos los niveles, pero aún no se encontraron soluciones.
Instó a que el Mercosur se acerque a todos los bloques de integración de Amércia Latina, como por ejemplo ocupar un lugar de observador en el ALBA..
En ese sentido, aprovechó para referirse al ingreso de Venezuela al Mercosur, puesta por algunos sectores en términos de que se hizo un rescate a ese país, cuando la realidad es que ahora el Mercosur es un bloque mucho más potente.
Con el ingreso de Venezuela, el Mercosur se convierte en potencia mundial. Hay una fuerza de carácter histórico que colabora y comenzamos a integrarnos como nunca antes en América Latina, aseguró.
Pero tenemos un gran desafío, la mezquindad de nuestra cultura, que nos puede hacer trampa. Las grandes mayorías deberían estar debatiendo el tema de la integración. No olvidemos que en la historia no pasa sólo lo que queremos, sino también lo que dejamos hacer, concluyó el primer mandatario.
Graciela Baquero