Preocupación de agropecuarios por las exigencias ambientalistas de la Unión Europea

La Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur Ampliado (FARM) emitió un comunicado común tras el encuentro de las nueve organizaciones, y volvieron a alertar sobre normativas proteccionistas del bloque europeo, incluidas en el New Green Deal.


1/10/23. La FARM nuclea nueve gremiales agropecuarias de la región, entre las cuales se encuentran la Asociación Rural del Uruguay (ARU) y la Federación Rural (FR). En el marco de la Expo Prado 2023, donde se celebró la exposición de ganadería de los países del Mercosur, expresó su "gran preocupación por las iniciativas ambientales que están impulsando importantes bloques y países en la producción y comercio de bienes y servicios agropecuarios, tanto en foros internacionales como en acciones unilaterales a partir de normativas proteccionistas que afectan nuestra región".

Se refiere específicamente al acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) que ambos bloques intentan firmar tras 25 años de negociaciones. Sin embargo, las exigencias ambientales propuestas desde el continente europeo y la resistencia del presidente de Brasil, en la presidencia pro tempore del bloque, a aceptar cláusulas claramente opuestas a reparar la asimetría entre ambos organismos regionales, no permite cerrar el proceso.

"Confirmamos el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, donde los países desarrollados y economías de base industrial claramente deben ‘pagar’ este gran desafío de convertirnos en un mundo de carbono neutro", expresó la FARM, bajo una perspectiva ambientalista pero inclusica.

"Nuestros países, de base agropecuaria, somos los únicos capaces de capturar carbono bajo nuestros sistemas de producción sostenibles, de base biológica y con potenciales sumideros como nuestros suelos, y sistemas forestales", añadió la Federación.

Otro concepto que derivó del encuentro de Montevideo es que “los productores estamos realizando los mayores esfuerzos para incorporar tecnología, transformar nuestros sistemas productivos en sistemas sostenibles y para ello necesitamos que estos servicios sistémicos que brinda hoy el agro sean reconocidos y resultantes en beneficios de mercado. Destacamos que las decisiones en base a la ciencia es el camino a seguir y rechazamos toda iniciativa ideológica o interés sectorial que se aparte de esta premisa y tenga como objetivo intereses particulares sobre el bien común.

Finalmente se concluye que “desde la FARM instamos a coordinar a partir de la cooperación público- privada a nivel regional nuestras acciones como agroexportadores de alimentos y bioenergías y la contribución a la seguridad alimentaria y acción climática a nivel mundial, esencial para posicionar a nuestros países en este contexto de producción y ambiente tan complejo”.

A pesar de que la Unión Europea ya advirtió que no se debe intentar renegociar partes del acuerdo comercial en la contrapropuesta del Mercosur, Brasil consideró que se pueden ajustar concesiones y cuotas sin reabrir capítulos que paralicen las negociaciones.

El presidente Pro tempore del bloque es el encargado de proponer a los otros miembros del Mercosur una respuesta a las exigencias ambientales europeas de 2019, que todavía tiene que ser enviada a la Unión Europea.

En ese sentido, Lula da Silva está negociando con sus socios introducir en la propuesta la reducción de las cuotas de productos europeos, o el aumento de las exportaciones mercosureñas como reparación por estas garantías medioambientales. En su momento el presidente de Brasil consideró incorporar nuevas excepciones a la apertura de las compras gubernamentales para las empresas extranjeras en la industria de la salud, la construcción del sector público y la tecnología verde.

El ministro de Agricultura brasileño, Carlos Fávaro, fue claro al referirse en rueda de prensa a las exigencias ambientales de la UE —que incluyen la posibilidad de sanciones para productos que provengan de áreas deforestadas, como parte del New Green Deal— son una “exageración” y apostó por la apertura de otros mercados si el bloque persiste en sus demandas.

“Si la exageración de la UE permanece, estamos trabajando en nuevas aperturas (de mercados) en un nuevo escenario mundial”, declaró Fávaro, en referencia a los BRICS, el grupo de economías emergentes del que Brasil forma parte junto a Rusia, India, China y Sudáfrica.

En el mismo sentido, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, ha declarado que no continuará impulsando estas conversaciones después del 6 de diciembre, fecha en la que asume la presidencia pro tempore del Mercosur. Peña enfatizó su postura en una conferencia de prensa en Asunción y subrayó que la cumbre del Mercado Común del Sur programada para esa fecha marca un punto crítico.

El líder paraguayo instó al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a cerrar el acuerdo antes del 6 de diciembre, advirtiendo que si no se logra un tratado comercial con la UE, el Mercosur se retirará y comenzará a explorar acuerdos con naciones asiáticas.

Esta declaración sigue al ultimátum previamente anunciado por Lula da Silva en junio, quien, en su papel de presidente de turno del Mercosur, había establecido el cierre del acuerdo entre la UE y el bloque sudamericano como una prioridad para fin de año. Sin embargo, la postura europea no facilita el acceso al mercado alimentario del Cono Sur, en medio de una crisis alimentaria que podría extenderse a nivel mundial.

mercosurabc