Reunión extraordinaria de Unasur tratará crucial tema estratégico
La ciudad argentina de Bariloche será sede de la reunión de UNASUR el 28 de agosto, después de una cumbre del organismo en Quito, en la que se dividieron posiciones alrededor del tratamiento del tema de la instalación de bases norteamericanas en territorio colombiano.
La decisión de hacer esta cumbre surgió el lunes en Quito, por una iniciativa conjunta del presidente ecuatoriano y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien propuso a Bariloche como sede anfitriona. La III Cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas concluyó con un llamado a la restitución del presidente Zelaya en Honduras. El texo declarativo no incluyó las denuncias relacionadas con la amenaza a la seguridad regional que implican la instalación de las bases de EEUU en Colombia, propiciada por los presidentes Hugo Chávez –que alerta sobre una posible irrupción colombiana en su territorio-, Rafael Correa –que sufrió la invasión de tropas colombianas en su frontera hace poco tiempo- y Evo Morales.
En una posición mediadora, la presidenta Cristina Fernández ideó una reunión de "reconstrucción de un escenario de diálogo" entre los países de la región, al mismo tiempo que el presidente Lula da Silva invitó al propio presidente Obama a discutir en el ámbito regional para referirse a este tema y a la recreación de la IV Flota, que estaría en condiciones de controlar gran parte de la costa atlántica de Brasil.
Frente a las declaraciones de Hugo Chávez relacionadas con los “vientos de guerra” que ya pueden apreciarse en la región, Lula afirmó estar lejos de evaluar el aumento de conflictos en la zona, “en un momento en que todo indica que, cuanta más paz tengamos, más chances tenemos de recuperar el tiempo perdido y dar a nuestros pueblos las mejoras condiciones de vida que precisan”.
Otras disidencias internas se relacionaron con la propuesta venezolana de incluir en la declaración en texto en relación con la ‘arquitectura financiera regional’, que incluiría los mecanismos monetarios aceptados por la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), como la futura creación de una moneda común y un fondo de reservas común, que produjo la resistencia de Brasil, según lo refleja la propia prensa de este país.
Michelle Bachelet, que traspasó el mando de Unasur a su colega Rafael Correa, y Fernando Lugo, también aportaron al clima dialoguista, al punto que el mandatario paraguayo sugirió a Correa que en carácter de presidente de Unasur invite al mandatario estadounidense a “mantener una discusión profunda sobre su relación con América del Sur”.
La reunión de Quito produjo algunas medidas, como la institución –a propuesta de Bolivia- de un Consejo de Combate al Narcotráfico de coordinación y cooperación, en paralelo al Consejo de Defensa.
También se resolvió idear la creación de un Consejo de Infraestructura y Planeamiento, que incorporará el conjunto de obras de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA).
También serán instaurados los Consejos de Desarrollo Social y de Educación, Culura y Tecnología. Los Consejos de Salud y Energía ya fueron previamente creados.
Por último, Argentina obtuvo el respaldo de los Presidentes de la UNASUR por la "Cuestión Malvinas".
En una posición mediadora, la presidenta Cristina Fernández ideó una reunión de "reconstrucción de un escenario de diálogo" entre los países de la región, al mismo tiempo que el presidente Lula da Silva invitó al propio presidente Obama a discutir en el ámbito regional para referirse a este tema y a la recreación de la IV Flota, que estaría en condiciones de controlar gran parte de la costa atlántica de Brasil.
Frente a las declaraciones de Hugo Chávez relacionadas con los “vientos de guerra” que ya pueden apreciarse en la región, Lula afirmó estar lejos de evaluar el aumento de conflictos en la zona, “en un momento en que todo indica que, cuanta más paz tengamos, más chances tenemos de recuperar el tiempo perdido y dar a nuestros pueblos las mejoras condiciones de vida que precisan”.
Otras disidencias internas se relacionaron con la propuesta venezolana de incluir en la declaración en texto en relación con la ‘arquitectura financiera regional’, que incluiría los mecanismos monetarios aceptados por la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), como la futura creación de una moneda común y un fondo de reservas común, que produjo la resistencia de Brasil, según lo refleja la propia prensa de este país.
Michelle Bachelet, que traspasó el mando de Unasur a su colega Rafael Correa, y Fernando Lugo, también aportaron al clima dialoguista, al punto que el mandatario paraguayo sugirió a Correa que en carácter de presidente de Unasur invite al mandatario estadounidense a “mantener una discusión profunda sobre su relación con América del Sur”.
La reunión de Quito produjo algunas medidas, como la institución –a propuesta de Bolivia- de un Consejo de Combate al Narcotráfico de coordinación y cooperación, en paralelo al Consejo de Defensa.
También se resolvió idear la creación de un Consejo de Infraestructura y Planeamiento, que incorporará el conjunto de obras de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA).
También serán instaurados los Consejos de Desarrollo Social y de Educación, Culura y Tecnología. Los Consejos de Salud y Energía ya fueron previamente creados.
Por último, Argentina obtuvo el respaldo de los Presidentes de la UNASUR por la "Cuestión Malvinas".
GB