Se revieron trabas informales impuestas por Argentina

Las medidas anunciadas por la Secretaría de Comercio argentino, recibieron duras respuestas de la FIESP y el gobierno de Brasil.


La Federación de Industrias de San Pablo, que representa el 37% del PBI de Brasil, protestó enérgicamente contra la eventual adopción de medidas del gobierno argentino aplicadas a la importación de alimentos procesados, pensadas por el funcionario, para proteger sectores de la producción argentina por eventuales repercusiones de la crisis europea en la economía doméstica. Las represalias del principal socio del Mercosur, hubieran podido impactar directamente sobre las economías regionales que exportan a Brasil productos alimenticios perecederos, señala un informe de la consultora abeceb.

En realidad, las exportaciones alimenticias a Brasil en 2009 alcanzaron los 20.000 M de dólares en alimentos, una cifra mucho más importante que los 1.200 M de dólares que se importaron.

La orden de prohibición, aún no sancionada, y que entraría en vigencia en el mes de junio, fue relativizada por la propia presidenta Cristina Fernández en Europa, conciente del impacto que este tipo de anuncios podría tener en el relanzamiento de las negociones UE-Mercosur.

En los hechos, algunos camiones brasileños retenidos Paso de los Libres con productos procesados, fueron liberados después de tres días de espera, y la Secretaría de Comercio indicó que la medida se aplicaría caso por caso´, y no en función de un volumen determinado de importaciones, como se había hablado en un principio.

El resto de los socios del Mercosur también protestó por la medida, y Uruguay presentó dos casos de empresas damnificadas ante la aplicación de la medida.

Las represalias más temidas son las del socio brasileño, que afectaría de acuerdo con abeceb a economías regionales, como Catamarca (por su exportación de aceitunas y aceite de oliva) y Santiago del Estero (por las cebollas). Y otras provincias que son más fuertes pero en las que las restricciones golpearían duro en su matriz productiva, como es el caso de Mendoza y San Juan (por los vinos, ajos, aceite de oliva, ciruelas, cebollas y uvas frescas) y de Neuquén (por la exportación de manzanas y peras). También se vería afectados algunos sectores de jurisdicciones grandes, como los procesados de papas de Buenos Aires.

Si a las represalias se sumaran los europeos, serían alrededor de 14 mil las Pymex de alimentos que resultarían perjudicadas.

Por otra parte, Brasil reclama, no sólo por un posible freno a las exportaciones brasileñas de alimentos a Argentina sino por la falta de manejo diplomático de los negociadores argentinos, asegura la consultora Center Group. Recuerda por otra parte que en el mes de octubre, Brasil elige nuevo presidente, con dos opciones básicas de triunfo:

1 La candidata del presidente Lula y ex Jefa de Gabinete, Dilma Rousef.

2 José Serra, candidato de la oposición, ex ministro, ex intendente de San Pablo, ex gobernador del Estado de San Pablo y del partido PSDB – del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.

Las encuestas están muy parejas por lo que no existe aún una tendencia definida, dice CG.

Si gana Dilma Rousef, no debemos esperar cambios en la relación de Brasil con Argentina, salvo que la personalidad de la ex ministra es más temperamental que la del Presidente Lula.

Si gana José Serra, las relaciones de Brasil con Argentina, serán notoriamente diferentes. Ante el primer problema que los negociadores argentinos generen en la mesa, es de esperar que el eventual gobierno de Serra, le de la espalda a Argentina y comience a proponer cambios estructurales en el Mercosur, con lo que el uso de la diplomacia negociadora se hace más necesaria, advierte la consultora de Gustavo y Germán Segré.

Graciela Baquero