Una clara identidad comercial estratégica de Argentina hacia el mundo
Una visión alentadora podría caracterizar los próximos años de Argentina si se toman medidas que representen oportunidades, estababilidad y previsibilidad para las empresas que tienen vocación exportadora y a su vez una oportunidad crucial para el progreso técnico de un país con economía emergente, argumenta Gastón Marando* en la nota que se reproduce a continuación.
Los países de Latinoamérica, y con especial énfasis la Argentina, enfrentan el gran desafío de crear las condiciones de desarrollo sustentables en economías abiertas con el mandato de generar ventajas competitivas dinámicas y a su vez lograr inclusión social. Es ahí donde aparece la promoción comercial que tiene que ser entendida necesariamente como uno de los ejes centrales de las estrategias de desarrollo productivo de estos países. Cuando se realiza una correcta lectura del sistema internacional se operacionalizan los intereses nacionales y, por lo tanto, nuestra política exterior. Con el desarrollo reciente de las PyMEs exportadoras se abre un canal potencial sin precedentes para el país.
Desde el año 2002 en adelante se verificó un vigoroso crecimiento de PyMEs orientadas al mercado externo y a su vez, las PyMEs exportadoras experimentaron una fuerte estabilidad durante los últimos años, permaneciendo en el negocio exportador.
Con respecto a la inmersión de negocios de las empresas argentinas en mercados externos el nivel de contenido tecnológico cambia si repara en Europa, África, Asia Pacífico y Medio Oriente, donde se registran exportaciones de productos de baja intensidad tecnológica (en su mayoría Alimentos); en contraposición el caso de mercados no tradicionales donde se registran exportaciones de productos de alto nivel de contenido tecnológico con destino a Oceanía y América Central y Resto de Asia. Pero para lograr diversificar los destinos es necesario contar con una mayor diversidad de bienes y servicios con mayor inversión e ir agregando conocimiento e innovación a la productividad. El camino es ir hacia una mayor diversificación productiva y una mayor participación de bienes y servicios para transformar el perfil de exportaciones que hasta ahora se obtuvo. El complejo de exportaciones tradicionales concentra el 82% mientras que sólo el 18% son nuevas actividades exportadoras.
Las Pymes exportadoras son una alternativa para modificar el perfil marcado de exportaciones tradicionales que ha caracterizado a la Argentina. Y en donde el juego de la competencia económica global pone el acento en los factores, recursos y capacidades competitivas. La dimensión PyMes es un camino viable para modificar la participación y para diversificar la oferta exportable en las ventas externas, teniendo en cuenta que una elevada proporción de las mismas realiza exportaciones de manufacturas industriales. Dado que este tipo de empresas son más intensivas en el uso de mano de obra, una mayor inserción internacional está directamente vinculada a la creación de empleo.
Considerando el comportamiento esporádico que en el pasado han tenido las ventas al exterior de este grupo de firmas, el Estado Argentino debería construir las bases institucionales necesarias para que la participación en el negocio perdure en el tiempo.
Además las PyMEs pueden ser de gran utilidad en la exportación de servicios, una dimensión de gran alcance donde la incidencia directa a este tipo de práctica está motivada por los bajos costos, una mano de obra calificada y un conveniente huso horario. Los principales servicios que pueden exportarse son: finanzas y contabilidad, investigación y desarrollo, arquitectura y diseño, software y servicios informáticos, sector audiovisual, análisis de datos, logística, educación, soporte de impuestos y relacionamiento con clientes además de otros ejemplos atractivos.
El desarrollo de las PyMex es crucial para el progreso técnico de un país con economía emergente, la teoría del catching up argumenta que los países retrasados tienen la posibilidad de cerrar la brecha respecto de los líderes tecnológicos a partir de la utilización de su capacidad social, que incluye una serie de factores como la educación, la competencia técnica las instituciones que promueven el crecimiento empresarial y el régimen de incentivos en general. La variable principal es el fomento y la ampliación de ámbitos de innovación en el nuevo mapa de la competencia económica global.
La oportunidad que enfrenta la Argentina es única dada por la conjunción de un desarrollo macro económico (con una acumulación de reservas aceptables para eventuales shocks externos) que no sintió de forma directa la crisis mundial, primero la crisis desatada en Wall Street en 2008 en la cual la crisis financiera pusó fin a Bear Stearns, el quinto banco de inversión más importante del mundo y que después siguieron más bancos como Lehman Brothers y a su vez el plan de rescate financiero de octubre de 2008, con una inyección de más de U$S 700.000 millones para asistir a los bancos en dificultades no tuvo su retorno esperado. En adición la actual crisis europea genera aún más incertidumbre a nivel global, el informe reciente del Banco Mundial estima que las perspectivas de crecimiento negativo gire alrededor de o,3% para la región europea y repercuta directamente en la reducción de la demanda de las economías emergentes, y a nivel macro, se podría volver a caer en una recesión igual o mayor que la de 2008/9.
Conjugando una especialización y concentración de la oferta exportable de Argentina en materia de productos y servicios de alto valor agregado como proveedor de contenidos para la aldea global como pueden ser las industrias y los sectores de animación, cine, formatos de televisión, publicidad, servicios profesionales, software y servicios informáticos, diseño en todas sus vertientes, se inicia un nuevo procesos en la concepción que se tiene de Argentina de cara al futuro, sumando el perfil histórico que está instalado en el imaginario colectivo como un país agroexportador y en menor medida agroindustrial, y en los últimos años con una rol revitalizado en la exportación de commodities.
Pero la real contribución al comercio exterior Pyme al desarrollo productivo del país necesariamente tiene que crear un enclave a nivel doméstico en dimensiones estructurales, las cuales brindarán las posibilidad de crear aprendizaje, impacto directo en la creación de empleo, especialización de masa crítica de asalariados, y efectos positivos en sinergia, clusterizaciones de industrias, y cruces de sectores. Estos factores comunes de éxito se logran a partir de creación de parques industriales y distritos urbanos temáticos respetando la triada de competitividad de Porter, sector público-privado, academia-universidad, trabajando de manera íntimamente vinculada.
En la actualidad existen fuertes políticas a nivel nacional, provincial y a nivel Ciudad en pos de fomentar lo mencionado en el párrafo anterior. Ejemplos son; el Plan estratégico industrial 2020, en la que se espera alcanzar exportaciones en 2020 por $167.000 millones, reducir la tasa de desempleo al 5% con la creación de 1.500.000 puestos de trabajo en la industria y llegar a un nivel de inversión del 28% sobre el PBI. Otro indicador es la formulación estratégica que esta llevando a cabo la Ciudad de Buenos Aires, por medio del Ministerio de Desarrollo Económico a través de la creación de distritos urbanos temáticos. Son ejemplos, el Distrito Tecnológico, ya creado, el Distrito Audiovisual en marcha, los futuros Distrito de Diseño y el Distrito de las Artes.
En el caso del Distrito Tecnológico, se consolida como un centro de promoción y desarrollo de tecnología, innovación y conocimiento, que concentre empresas de tecnologías de la información y comunicación (TICs), software y profesionales de alto valor agregado cuyo objetivo principal del es posicionar a la Ciudad de Buenos Aires como la capital latinoamericana de la tecnología. Y a su vez, crear un espacio donde conviva la identidad del barrio con las empresas TIC, donde se trabaje, se estudie y se viva. El modelo inspirador fue el 22@ de Barcelona así como también el Caohejing Hi-Tech Park (CHJ) de Shangai en donde están radicadas más de 1200 empresas de alta tecnología.
El Distrito cuenta con una serie de beneficios y exenciones para las empresas que allí se radiquen. En materia de educación, el objetivo del Distrito Tecnológico es fomentar el desarrollo de una comunidad académica vinculada con el sector, e incrementar el número de estudiantes en carreras científicas y tecnológicas. Esto implicará planes de alfabetización bilingüe, currículas con orientación informática, becas para estudiantes y convenios con Universidades, para acrecentar los recursos humanos tecnológico disponibles. Por eso, desde que se comenzó a diseñar el proyecto de ley se trabajó a la par con el ITBA y el UTN.
En los años venideros la formulación de política exterior comercial va a estar estrechamente vinculada al planeamiento doméstico de fomento y promoción de sectores estratégicos lo cual redunda en la creación de ecosistemas empresariales formados por medio de la intervención pública-privada que posibilitará una mejor preparación a la hora de volverse global, a la hora de realizar inmersiones de negocios en mercados externos y creará un marco institucional que tiene la tarea de crear las condiciones de viento favorable para fijar el rumbo que Argentina necesita
“El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.”
Winston Churchill
Gastón Marando* es Director Operativo de la Dirección General de Comercio Exterior del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Desde el año 2002 en adelante se verificó un vigoroso crecimiento de PyMEs orientadas al mercado externo y a su vez, las PyMEs exportadoras experimentaron una fuerte estabilidad durante los últimos años, permaneciendo en el negocio exportador.
Con respecto a la inmersión de negocios de las empresas argentinas en mercados externos el nivel de contenido tecnológico cambia si repara en Europa, África, Asia Pacífico y Medio Oriente, donde se registran exportaciones de productos de baja intensidad tecnológica (en su mayoría Alimentos); en contraposición el caso de mercados no tradicionales donde se registran exportaciones de productos de alto nivel de contenido tecnológico con destino a Oceanía y América Central y Resto de Asia. Pero para lograr diversificar los destinos es necesario contar con una mayor diversidad de bienes y servicios con mayor inversión e ir agregando conocimiento e innovación a la productividad. El camino es ir hacia una mayor diversificación productiva y una mayor participación de bienes y servicios para transformar el perfil de exportaciones que hasta ahora se obtuvo. El complejo de exportaciones tradicionales concentra el 82% mientras que sólo el 18% son nuevas actividades exportadoras.
Las Pymes exportadoras son una alternativa para modificar el perfil marcado de exportaciones tradicionales que ha caracterizado a la Argentina. Y en donde el juego de la competencia económica global pone el acento en los factores, recursos y capacidades competitivas. La dimensión PyMes es un camino viable para modificar la participación y para diversificar la oferta exportable en las ventas externas, teniendo en cuenta que una elevada proporción de las mismas realiza exportaciones de manufacturas industriales. Dado que este tipo de empresas son más intensivas en el uso de mano de obra, una mayor inserción internacional está directamente vinculada a la creación de empleo.
Considerando el comportamiento esporádico que en el pasado han tenido las ventas al exterior de este grupo de firmas, el Estado Argentino debería construir las bases institucionales necesarias para que la participación en el negocio perdure en el tiempo.
Además las PyMEs pueden ser de gran utilidad en la exportación de servicios, una dimensión de gran alcance donde la incidencia directa a este tipo de práctica está motivada por los bajos costos, una mano de obra calificada y un conveniente huso horario. Los principales servicios que pueden exportarse son: finanzas y contabilidad, investigación y desarrollo, arquitectura y diseño, software y servicios informáticos, sector audiovisual, análisis de datos, logística, educación, soporte de impuestos y relacionamiento con clientes además de otros ejemplos atractivos.
El desarrollo de las PyMex es crucial para el progreso técnico de un país con economía emergente, la teoría del catching up argumenta que los países retrasados tienen la posibilidad de cerrar la brecha respecto de los líderes tecnológicos a partir de la utilización de su capacidad social, que incluye una serie de factores como la educación, la competencia técnica las instituciones que promueven el crecimiento empresarial y el régimen de incentivos en general. La variable principal es el fomento y la ampliación de ámbitos de innovación en el nuevo mapa de la competencia económica global.
La oportunidad que enfrenta la Argentina es única dada por la conjunción de un desarrollo macro económico (con una acumulación de reservas aceptables para eventuales shocks externos) que no sintió de forma directa la crisis mundial, primero la crisis desatada en Wall Street en 2008 en la cual la crisis financiera pusó fin a Bear Stearns, el quinto banco de inversión más importante del mundo y que después siguieron más bancos como Lehman Brothers y a su vez el plan de rescate financiero de octubre de 2008, con una inyección de más de U$S 700.000 millones para asistir a los bancos en dificultades no tuvo su retorno esperado. En adición la actual crisis europea genera aún más incertidumbre a nivel global, el informe reciente del Banco Mundial estima que las perspectivas de crecimiento negativo gire alrededor de o,3% para la región europea y repercuta directamente en la reducción de la demanda de las economías emergentes, y a nivel macro, se podría volver a caer en una recesión igual o mayor que la de 2008/9.
Conjugando una especialización y concentración de la oferta exportable de Argentina en materia de productos y servicios de alto valor agregado como proveedor de contenidos para la aldea global como pueden ser las industrias y los sectores de animación, cine, formatos de televisión, publicidad, servicios profesionales, software y servicios informáticos, diseño en todas sus vertientes, se inicia un nuevo procesos en la concepción que se tiene de Argentina de cara al futuro, sumando el perfil histórico que está instalado en el imaginario colectivo como un país agroexportador y en menor medida agroindustrial, y en los últimos años con una rol revitalizado en la exportación de commodities.
Pero la real contribución al comercio exterior Pyme al desarrollo productivo del país necesariamente tiene que crear un enclave a nivel doméstico en dimensiones estructurales, las cuales brindarán las posibilidad de crear aprendizaje, impacto directo en la creación de empleo, especialización de masa crítica de asalariados, y efectos positivos en sinergia, clusterizaciones de industrias, y cruces de sectores. Estos factores comunes de éxito se logran a partir de creación de parques industriales y distritos urbanos temáticos respetando la triada de competitividad de Porter, sector público-privado, academia-universidad, trabajando de manera íntimamente vinculada.
En la actualidad existen fuertes políticas a nivel nacional, provincial y a nivel Ciudad en pos de fomentar lo mencionado en el párrafo anterior. Ejemplos son; el Plan estratégico industrial 2020, en la que se espera alcanzar exportaciones en 2020 por $167.000 millones, reducir la tasa de desempleo al 5% con la creación de 1.500.000 puestos de trabajo en la industria y llegar a un nivel de inversión del 28% sobre el PBI. Otro indicador es la formulación estratégica que esta llevando a cabo la Ciudad de Buenos Aires, por medio del Ministerio de Desarrollo Económico a través de la creación de distritos urbanos temáticos. Son ejemplos, el Distrito Tecnológico, ya creado, el Distrito Audiovisual en marcha, los futuros Distrito de Diseño y el Distrito de las Artes.
En el caso del Distrito Tecnológico, se consolida como un centro de promoción y desarrollo de tecnología, innovación y conocimiento, que concentre empresas de tecnologías de la información y comunicación (TICs), software y profesionales de alto valor agregado cuyo objetivo principal del es posicionar a la Ciudad de Buenos Aires como la capital latinoamericana de la tecnología. Y a su vez, crear un espacio donde conviva la identidad del barrio con las empresas TIC, donde se trabaje, se estudie y se viva. El modelo inspirador fue el 22@ de Barcelona así como también el Caohejing Hi-Tech Park (CHJ) de Shangai en donde están radicadas más de 1200 empresas de alta tecnología.
El Distrito cuenta con una serie de beneficios y exenciones para las empresas que allí se radiquen. En materia de educación, el objetivo del Distrito Tecnológico es fomentar el desarrollo de una comunidad académica vinculada con el sector, e incrementar el número de estudiantes en carreras científicas y tecnológicas. Esto implicará planes de alfabetización bilingüe, currículas con orientación informática, becas para estudiantes y convenios con Universidades, para acrecentar los recursos humanos tecnológico disponibles. Por eso, desde que se comenzó a diseñar el proyecto de ley se trabajó a la par con el ITBA y el UTN.
En los años venideros la formulación de política exterior comercial va a estar estrechamente vinculada al planeamiento doméstico de fomento y promoción de sectores estratégicos lo cual redunda en la creación de ecosistemas empresariales formados por medio de la intervención pública-privada que posibilitará una mejor preparación a la hora de volverse global, a la hora de realizar inmersiones de negocios en mercados externos y creará un marco institucional que tiene la tarea de crear las condiciones de viento favorable para fijar el rumbo que Argentina necesita
“El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.”
Winston Churchill
Gastón Marando* es Director Operativo de la Dirección General de Comercio Exterior del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Gastón Marando