Abordar “el mundo” de manera conjunta
Las claves para llevar a cabo procesos de internacionalización exitosos. El rol que jugará la innovación y la creatividad en un contexto internacional volátil y lleno de incertidumbres. El estratégico papel de la educación y el mundo académico en alianza con el sector privado y el Público. Una oportunidad histórica para ganar nuevos espacios en los mercados internacionales diversificando la matriz exportadora de los países de la región. La estratégica tarea de abordar “el mundo” de manera conjunta entre Argentina y Chile y el desafío de diversificar la matriz exportadora dotando a los productos de valor agregado, fueron los ejes centrales de un seminario llevado a cabo en la embajada chilena en Buenos Aires. El seminario contó con la participación de un panel integrado por los académicos Raúl Ochoa, Guillermo Feldman, la encargada del departamento Prochile, Iris Boeninger y el propio embajador Adolfo Zaldívar Larraín quien fue el encargado de cerrar las disertaciones.
El prestigioso académico y economista Raúl Ochoa se hizo cargo de la apertura del debate. Su exposición rondó en el primordial papel que juega el desarrollo de las exportaciones en el crecimiento. Afirmó que el mundo ya no será igual al momento previo a la crisis global. Llamó a desarrollar una política estratégica que “piense” tanto productos como mercados no tradicionales.
Respecto a La economía chilena mencionó que es el tercer país de la región con mayor grades de inversiones extranjeras detrás solamente de Brasil y México.
Un nuevo escenario económico mundial que se vislumbra como más complejo y competitivo fue el marco que auguró para los próximos años el Dr. Guillermo Feldman. Según el catedrático, dicho contexto “demandará una estrategia bilateral y regional, que permita a las naciones de Sudamérica alcanzar una porción mayor para sus productos en el comercio internacional”. Las claves para abordar con éxito semejante desafío se encuentran en la investigación e innovación basándose en un fuerte impulso a la educación. En ese sentido mencionó la experiencia de los países del sudeste asiático que “fundamentaron el notable progreso de las últimas décadas en una alianza entre el Estado, las empresas y el mundo académico”, expresó.
Para el objetivo de la internacionalización de las empresas, especialmente las pymes, en un mundo que se caracterizará por ser más volátil y lleno de incertidumbres, cobrarán mucha importancia los tratados comerciales bilaterales y regionales. La llave para que las Pymes puedan encaminar exitosamente procesos de internacionalización, parece encontrarse en la triada inversión, comercio y tecnología. Es en función de estas dimensiones que el espacio de las empresas privadas debe coaligar con las estrategias públicas y en donde la investigación académica deberá desplegarse y ser aprovechada al máximo.
Hay algunos sectores que deberán ser considerados estratégicamente por su demanda garantizada y por la posibilidades que brindan para encontrar nichos en donde la región cuente con ventajas comparativas. Feldman mencionó a modo de ejemplo “los agro negocios, la biotecnología, el sector del software, el farmacéutico y el turismo sostenible”.
Chile , la puerta al Pacífico
El estratégico rol que puede jugar Chile con sus puertos sobre el océano Pacífico para abordar los apetecibles mercados asiáticos, no estuvo ausente en las reflexiones de los especialistas. Se destacaron en ese sentido, los primeros resultados satisfactorios de la estrategia de “encadenamiento productivo” que viene promoviendo el país trasandino basado en sus Tratados de Libre Comercio (TLC) con 57 países que suman a 4.100 millones de habitantes que significan el 90 % del producto interno bruto mundial.
El encadenamiento productivo, según explicó Iris Boeninger, “fomenta una política asociativa en los procesos de producción de bienes, productos y servicios ofreciendo a sus socios el acceso a mercados a tasas menores”. En la práctica implicaría que un producto luego de los distintos procesos de manufacturación por el que haya pasado, cuente con denominación de origen chileno, que es la condición fundamental para que el bien pueda ingresar a terceros mercados a tasa cero. Alguna parte del proceso de producción del mismo debe ser realizado en Chile.
Este plan estratégico viene desarrollándose con algunas experiencias exitosas aun cuando todavía existen ciertas dificultades debido a que las exigencias del régimen de origen son distintas para cada país con el que Chile estableció un TLC. Cada mercado exige un proyecto específico por lo que es “difícil plantear una estrategia de desarrollo de un producto para acceder a varios mercados simultáneamente”, afirmó Guillermo Feldman.
Los 5300 km de fronteras entre Chile y Argentina – la segunda frontera más extensa del mundo – los 58 pasos fronterizos, los tratados ACE 16 con Argentina y ACE 35 con Mercosur, los convenios bilaterales que evitan la doble tributación, conforman, según destacó la jefa del Departamento Prochile “ una plataforma atractiva para impulsar la colaboración en estrategias y desarrollos en vistas a abordar terceros mercados”.
Cerró el seminario el embajador Chileno Adolfo Zaldívar Larraín que manifestó la importancia del desafío que tendrán ambos países y la región entera para no volver “a perder una oportunidad histórica”.
Resaltó la necesidad de agregarle valor a nuestros productos exportables, para que no ocurra nuevamente la enajenación de las riquezas naturales de la región asociada a la precariedad económica de amplios sectores de la población.
Frente a las características del nuevo marco internacional, el desafío será no dejarse tentar por “los comodities que se venden solos” y aprovechar los recursos de la región para dotarlos de valor agregado con mano de obra e investigación científica propia. Una nueva oportunidad que debería tener como objetivo un proceso de reindustrialización regional y un cambio de la matriz exportadora de los países del cono sur.
Respecto a La economía chilena mencionó que es el tercer país de la región con mayor grades de inversiones extranjeras detrás solamente de Brasil y México.
Un nuevo escenario económico mundial que se vislumbra como más complejo y competitivo fue el marco que auguró para los próximos años el Dr. Guillermo Feldman. Según el catedrático, dicho contexto “demandará una estrategia bilateral y regional, que permita a las naciones de Sudamérica alcanzar una porción mayor para sus productos en el comercio internacional”. Las claves para abordar con éxito semejante desafío se encuentran en la investigación e innovación basándose en un fuerte impulso a la educación. En ese sentido mencionó la experiencia de los países del sudeste asiático que “fundamentaron el notable progreso de las últimas décadas en una alianza entre el Estado, las empresas y el mundo académico”, expresó.
Para el objetivo de la internacionalización de las empresas, especialmente las pymes, en un mundo que se caracterizará por ser más volátil y lleno de incertidumbres, cobrarán mucha importancia los tratados comerciales bilaterales y regionales. La llave para que las Pymes puedan encaminar exitosamente procesos de internacionalización, parece encontrarse en la triada inversión, comercio y tecnología. Es en función de estas dimensiones que el espacio de las empresas privadas debe coaligar con las estrategias públicas y en donde la investigación académica deberá desplegarse y ser aprovechada al máximo.
Hay algunos sectores que deberán ser considerados estratégicamente por su demanda garantizada y por la posibilidades que brindan para encontrar nichos en donde la región cuente con ventajas comparativas. Feldman mencionó a modo de ejemplo “los agro negocios, la biotecnología, el sector del software, el farmacéutico y el turismo sostenible”.
Chile , la puerta al Pacífico
El estratégico rol que puede jugar Chile con sus puertos sobre el océano Pacífico para abordar los apetecibles mercados asiáticos, no estuvo ausente en las reflexiones de los especialistas. Se destacaron en ese sentido, los primeros resultados satisfactorios de la estrategia de “encadenamiento productivo” que viene promoviendo el país trasandino basado en sus Tratados de Libre Comercio (TLC) con 57 países que suman a 4.100 millones de habitantes que significan el 90 % del producto interno bruto mundial.
El encadenamiento productivo, según explicó Iris Boeninger, “fomenta una política asociativa en los procesos de producción de bienes, productos y servicios ofreciendo a sus socios el acceso a mercados a tasas menores”. En la práctica implicaría que un producto luego de los distintos procesos de manufacturación por el que haya pasado, cuente con denominación de origen chileno, que es la condición fundamental para que el bien pueda ingresar a terceros mercados a tasa cero. Alguna parte del proceso de producción del mismo debe ser realizado en Chile.
Este plan estratégico viene desarrollándose con algunas experiencias exitosas aun cuando todavía existen ciertas dificultades debido a que las exigencias del régimen de origen son distintas para cada país con el que Chile estableció un TLC. Cada mercado exige un proyecto específico por lo que es “difícil plantear una estrategia de desarrollo de un producto para acceder a varios mercados simultáneamente”, afirmó Guillermo Feldman.
Los 5300 km de fronteras entre Chile y Argentina – la segunda frontera más extensa del mundo – los 58 pasos fronterizos, los tratados ACE 16 con Argentina y ACE 35 con Mercosur, los convenios bilaterales que evitan la doble tributación, conforman, según destacó la jefa del Departamento Prochile “ una plataforma atractiva para impulsar la colaboración en estrategias y desarrollos en vistas a abordar terceros mercados”.
Cerró el seminario el embajador Chileno Adolfo Zaldívar Larraín que manifestó la importancia del desafío que tendrán ambos países y la región entera para no volver “a perder una oportunidad histórica”.
Resaltó la necesidad de agregarle valor a nuestros productos exportables, para que no ocurra nuevamente la enajenación de las riquezas naturales de la región asociada a la precariedad económica de amplios sectores de la población.
Frente a las características del nuevo marco internacional, el desafío será no dejarse tentar por “los comodities que se venden solos” y aprovechar los recursos de la región para dotarlos de valor agregado con mano de obra e investigación científica propia. Una nueva oportunidad que debería tener como objetivo un proceso de reindustrialización regional y un cambio de la matriz exportadora de los países del cono sur.
Daniel Calabrese