Argentina en la red de la integración sudamericana
En una extensa entrevista concedida a MABC, Jorge Lavopa analiza la ubicación de Argentina en los distintos procesos de integración de los que participa a lo largo de América. Para ello hará un pormenorizado desmenuzamiento de los orígenes de la integración latinoamericana, desde la creación de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), hasta llegar a la descripción de la pirámide jurídico-política en que Argentina se inserta como país miembro del Mercosur. El director del Comité de Estudios de Asuntos Latinoamericanos del Centro Argentino de Relaciones Internacionales (CARI) describe con claridad meridiana la intrincada red de integración sudamericana en la que Argentina queda ubicada. Desde el Mercosur desarrolla sus negociaciones en los marcos multilaterales de un ALCA que vislumbra como un proceso que se desarrolla a distintas velocidades, y de la negociación del bloque con la Unión Europea. Pero también desde el mercado común forma parte del ambicioso proyecto que rebasa los límites del Mercosur ampliado para incursionar en la incipiente unión sudamericana, con el avance de los acuerdos bloque a bloque ya casi finalizados con la Comunidad Andina de Naciones. Y con el incesante desarrollo del proyecto que viera la luz en la Cumbre de Presidentes de Brasilia de 2000, que se encuentra en constante desarrollo y sin el cual Sudamérica resulta impensable como bloque: el de las redes de integración física de América del Sur.
Me interesa destacar la ubicación de Argentina en los procesos de integración de los que participa en el contexto de América, o sea desde Alaska a Tierra del Fuego. A partir de ahí irá surgiendo el grado de compromiso jurídico, político, comercial que va a tener en esos distintos procesos de integración de los que participa.
En primer término, nos encontramos con Argentina dentro del marco jurídico de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Remontémonos a los orígenes de la asociación. El GATT, creado en 1947 en el período de pos guerra, había establecido cláusulas de liberalización del comercio mundial que beneficiaron a los países que tras su recuperación se constituyeron en naciones desarrolladas. Mediante la interpretación que se hizo después de la Ronda de Tokio en 1979, el Art. 24 del GATT abrió la posibilidad de que grupos de países en desarrollo que presentaran un proyecto de integración, ya sea a través de una zona de libre comercio u otro de integración económica, quedaban exceptuados del Articulo 1, que establecía un plano de igualdad para los países que negociaran alguna ventaja y pertenecieran al GATT, con lo que automáticamente los países más avanzados llenaban los mercados de menor desarrollo con productos competitivos, provocando más perjuicios que beneficios a las economías menores. Ante los reclamos de América Latina e incluso de países de la Unión Europea, que como España o Portugal, tenían poco desarrollo, el artículo 24 del GATT modifica esta situación al permitir la posibilidad de desarrollar zonas de libre comercio. En el año 1980, basándose en esta nueva interpretación, se va a firmar el Acuerdo de Montevideo que crea la asociación ALADI.
El momento político es el de fines de la década del ´70, principios del ´80. América estaba prácticamente dominada por gobiernos militares, que por supuesto no van a tener como objetivo la integración económica, sino que por el contrario siempre van a mantener vigente la hipótesis de conflicto con el país vecino. Luego, cuando el péndulo se fuera corriendo hacia los nuevos gobiernos civiles, cuya característica a diferencia de los militares es la negociación, se produciría una apertura. A través de la negociación, el Presidente Alfonsín comienza a desmontar la imagen argentina de país agresor en el mundo entero luego de Malvinas y antes de la guerra con Chile. Este aspecto político se va a introducir dentro de un marco jurídico que es el de ALADI, utilizando los resortes jurídicos que esta organización brinda, como los Tratados entre países que la integran, que pueden ser simples tratados comerciales, agrícolas o de cualquier tipo, sin que las ventajas que se concedan entre sí, a imagen y semejanza de lo que pasa con la excepción del Artículo 1 y 2 se extienda a los otros países mayores. Es decir que se establecen protecciones y ventajas que no pueden ser reclamados por un país de mayor desarrollo económico.
El Gobierno democrático logra en primer lugar la firma que estaba pendiente del Tratado de Paz y Amistad con Chile, con el motivo de la casi guerra del ’78 y con la intervención de la Santa Sede. Alfonsín busca lanzar una señal muy clara al mundo de que Argentina ha entrado en un período democrático y de paz. La segunda gran actividad puesta en marcha siguiendo esta línea de pensamiento y concepción política internacional fue la reunión de Alfonsín – Sarney en 1985, en Foz de Iguazú, donde se va a establecer un programa de relación económica a partir de la firma de protocolos sectoriales entre Argentina y Brasil. Yo los considero muy serios y racionales, y van a dar lugar a la posterior firma del Acuerdo argentino – brasileño, que fue registrado en la Secretaría de ALADI como Acuerdo N° 14. Hago esta aclaración porque para quedar bajo la protección jurídica de ALADI, y dentro de esto bajo la protección del Articulo N° 4 del GATT, es imprescindible que los Acuerdos que firmen los países integrantes de ALADI queden registrados en su Secretaría.
Inmediatamente vamos a pasar de una posición de hipótesis de conflicto a otra de integración económica. En el ’91 se logra firmar con Chile, también dentro del marco de ALADI, otro acuerdo de complementación económica (los llamados ACE) que va a ser el N° 16, y así con el resto de América del Sur.
Principalmente, tenemos que destacar el que en el año ’91 Argentina va a firmar un acuerdo con Brasil, Paraguay y Uruguay, creando lo que se denomina el Mercosur. Desde el punto de vista jurídico, la pirámide jurídica es: Tratado de Aladi; todos los acuerdos que permite este Tratado bajo la forma de ACE, que contienen a todos los otros acuerdos que puedan existir, tanto agrícolas como financieros, industriales o de cualquier tipo, hasta llegar a la creación de un mercado común. Esa es la base jurídico política de Argentina en el lanzamiento, a partir del ’83, del proceso de integración del bloque del Mercosur.
Las Américas
En el ’94 nos encontramos conque en Miami se reunirá la Cumbre de las Américas, convocada por el presidente Clinton, donde entre otros temas de importancia, como puede ser el hambre, la seguridad, el terrorismo, la drogadicción, se va a tratar un tema nodal, como es el de la integración económica de toda la América de Alaska a Tierra del Fuego.
Y es así como se produce un nuevo proyecto de Zona de Libre Comercio para toda América, en el que está involucrada la Argentina pero también comienza a perfilarse una forma de negociación que se va a producir a través del Mercosur. La Argentina, el pertenecer al Mercosur está funcionando dentro de un marco jurídico, y EEUU, por su parte va a tratar de lograr que el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) llegue a su término con plazo en el año 2005.
Sin embargo comienzan a aparecer problemas de todo tipo. Sin entrar en consideraciones ideológicas, aspectos subjetivos de valor, es muy fácil ver las dificultades que puede traer el hecho de que se integre un país como EEUU con Haití o con Argentina; las asimetrías son tan enormes que prácticamente se hace imposible que esto ocurra. El resultado va a ser el estado de meseta en que ha entrado el ALCA.
Estamos en etapa de negociación, y todavía no existe un esquema jurídico que haya creado obligaciones, porque aún no se firmó. El proceso de integración en el que Argentina participa hace que las negociaciones se canalicen a través del Mercosur. Habrá intentos de EEUU de toda naturaleza de abrir canales nuevos, incluso tratando de romper la alianza del Mercosur, pero no lo ha logrado. Sí se han logrado otros objetivos, como ir cambiando sus tácticas de negociación. EEUU se vio forzado a dejar la negociación en bloque para abocarse a los acuerdos bilaterales de libre comercio.
Lo han logrado con varios países, incluso con Chile, que hacia varios años que estaba intentando firmar un tratado de libre comercio con ese país. EEUU va separando las negociaciones por países de acuerdo a sus intereses. Lo intentará con el bloque centroamericano, pero fracasará en el caso de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Es allí donde decide negociar con cada uno de los países.
En este momento tenemos que EEUU ha logrado acuerdos bilaterales de libre comercio con casi todos los países de América del Sur, salvo los del Mercosur que están negociándolos. Este país apura los plazos por el hecho de que el presidente Bush dispone de vía rápida (“fast track”) para lograr el Acuerdo de Libre Comercio sólo hasta 2005.
¿Cómo conviven estos acuerdos bilaterales con el ALCA?
Es que no podemos hablar de un ALCA, porque se estaría hablando de un ALCA de varias velocidades. Se estaría hablando de acuerdos de libre comercio de EEUU con algunos bloques.
En este contexto, Argentina participa de las negociaciones del ALCA dentro del Mercosur. Ahora se le suma una situación que puede ser interesante, con la posibilidad de un Acuerdo de Libre Comercio con la Comunidad Andina de Naciones, que se está negociando desde antes del año 2000, entre CAN – Mercosur. Con lo cual quedaría toda América del Sur incluida en una zona de libre comercio. Seria lo que los brasileños denominan el ALCSA (Área de Libre Comercio de Sudamérica).
Las negociaciones con Europa
Entonces tenemos: el Mercosur, que es un Acuerdo desde el marco jurídico, con efectos políticos, permanente; tenemos una negociación en marcha con diversos matices, que sería el ALCA; ;y también tenemos otra negociación que ya ha logrado avances muy concretos, que nace en el año 2000 con la Cumbre de Países y Jefes de Estado de América del Sur en Brasilia.
La situación jurídica actual de Argentina dentro del marco ALADI es: Acuerdo de Complementación Económica con Chile (el ACE 16 del año 1991), Acuerdo de Complementación Económica con Brasil (N° 14, en vigencia desde 1990) y el Acuerdo de Complementación Económica de Asunción (N° 18).
En el marco del Mercosur, Argentina está negociando el ALCA y también con la Unión Europea (UE). Hay que recordar que en el año 1995 se firmó en Madrid el Acuerdo Marco Mercosur – UE, firmado por todos los países de Europa y del Mercosur. De ese acuerdo surgieron distintos cursos de acción, que son políticos, culturales, de cooperación, y especialmente uno que es el comercial; en este caso se crea una Comisión que está negociando diversos items, pero el avance depende, a instancias de los reclamos “mercosurianos”, del levantamiento de los subsidios agrícolas, que está actuando como una especie de barrera que no permite avanzar sobre otros temas.
Ahora, se ha decidido aparentemente buscar un mecanismo de negociación dejando lo que por ahora “no es negociable”, para avanzar sobre otros temas.
La Cumbre de América del Sur
Como país de Sudamérica, Argentina concurrió a la Cumbre de Países Sudamericanos convocada por el entonces presidente Henrique Cardoso en el año 2000. En la segunda Cumbre de Guayaquil de 2002 se verificarán los avances de una Comisión que se abocará al tema básico de la integración física. Porque en principio, para que América pueda funcionar como un bloque sudamericano, tiene que estar integrada físicamente. De allí que se estableció que para que esto ocurra habría que reforzar la integración terrestre, fluvial con la conexión de las cuencas del Orinoco/ Amazonas/Rio de la Plata, de telecomunicaciones y energética. Se supone que para que las mercaderías realmente puedan circular tienen que existir canales por donde puedan hacerlo. De tal modo se está trabajando sobre varios ejes de unión oceánica que atraviesan América del Atlántico al Pacifico, o se combinan con otros ejes de norte a sur, que a su vez se comunican con los anteriores. Dentro de estos ejes, tenemos uno muy importante, que es el que corresponde a Mercosur – Chile. Un eje histórico que está funcionando es el del Corredor Bioceánico del Trópico de Capricornio, que une en Antofagasta el Puerto de Angamos en el Pacífico, con el Puerto de Santos en el Atlántico. Justamente este canal une una de las zonas más importantes del Cono Sur en cuanto a concentración de riquezas.
Se trata de un proceso de integración física de América del Sur que está siendo trabajado en proyectos en avance, como el de la Hidrovía, con el financiamiento de instituciones regionales del porte del Banco Interamericano de Desarrollo, el Fonplata, la Corporación Andina de Fomento.
El caso mexicano
Con respecto a México, vamos a hacer un paréntesis. En la Reunión que se realizó en mayo de 2004 en Guadalajara entre Europa y América del Sur, si bien no se avanzó casi nada en las relaciones comerciales de la UE y América Latina, sí se logró avanzar en posiciones comunes entre los Jefes de Estado de América Latina, especialmente en relación con las negociaciones entabladas con EEUU en el marco del ALCA. Y de ahí surge el discurso del Presidente Fox manifestando su deseo de integrarse como miembro pleno al Mercosur, que después fue desmentido hasta llegar nada más que a la propuesta de pergeñar un acuerdo arancelario.
En aquel momento, la posición mexicana se percibió como una maniobra de EEUU utilizando a su socio del NAFTA para dejar constituida de hecho el área del ALCA, a través del ingreso de este país al Mercosur como miembro pleno. La segunda ventaja indudable para EEUU era la posibilidad de ubicar una potencia económica latinoamericana junto a Brasil dentro del grupo para quitarle protagonismo.
Esta posibilidad podía darse en tanto México no ha perdido su condición de asociado de Aladi. Para que México pudiera quedar en el NAFTA, siendo miembro de ALADI, hubo que hacer una interpretación especial del Artículo 44 de ALADI. De otra forma, todas las ventajas obtenidas por México, pasado un tiempo, tenian que ser extendidas a América Latina, a los Estados parte de ALADI. Entonces, a través del Protocolo de Cartagena, que reinterpreta el Articulo 44, se acuerda que si algún país de ALADI hace un reclamo por compensaciones, tendrá que entablar negociaciones directas con México. Es una interpretación muy amplia desarrollada por dos abogados uruguayos. Es la manera que encontró México para formar parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) sin quedar fuera de ALADI.