Argentina y el liderazgo de I&D en bioenergía
Si bien Argentina está en condiciones de desarrollar el sector de la bioenergía, por sus claras ventajas competitivas, requerirá de un desarrollo científico y tecnológico propio, con fuertes inversiones en el área, con lo que el país lograría ubicarse en un sector de punta en la I&D energética. Para Gerardo Rabinovich, director del Departamento Técnico del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, la actual política de biocombustibles, – que espera lograr que todo gas oil o diesel oil comercializado en el país se mezcle con “biodiesel” en un porcentaje del 5% como mínimo a partir del año 2010-, exigirá cuantiosas inversiones y una mayor presión en el uso de los recursos naturales. Para lograr cubrir la demanda del 5% de gas oil en el año 2010, se requeriría utilizar 2 millones de hectáreas de cultivo de soja, que representa aproximadamente el 14% de la superficie cultivada en la campaña 2004/2005. En el marco del seminario "Perspectivas Estratégicas de los Biocombustibles para la Argentina", organizado por el nuevo Programa de Inserción Internacional de CIPPEC, el 24 de agosto, el expositor expresó que los biocombustibles constituyen desde el punto de vista energético un recurso marginal, y tampoco se trata de una solución energética en el corto y mediano plazo.
Situación energética de Argentina
En 2003, el Instituto Argentino de la Energía (IAE), ya había alertado sobre una situación de crisis estructural en Argentina, calificación estrictamente técnica. En este período, el país atraviesa una situación en la cual los paradigmas de consumo de las décadas del ´80 y ´90 están cambiando aceleradamente. La energía en esas décadas era abundante y de bajo costo, gracias a descubrimientos de reservas a principios de los ´80.
Hidrocarburos
En el caso de las reservas, han venido cayendo desde 2000 en forma continua, desde los 500 M de metros cúbicos a un valor en 2006 a 400 M, valor dentro de los parámetros históricos. La caída de las reservas se produce por el auge de la industria petrolera y a la cantidad de pozos exploratorios, que cayó en 2000. En la década del ´80 YPF perforaba entre 100 y 120 pozos exploratorios por año y hoy lo hace aproximadamente en 60, después de dos años de muy baja actividad exploratoria. Ha caído la perforación de pozos productivos y de desarrollo, aunque el precio del petróleo se triplicó y Argentina ha dado libre disponibilidad de recursos para la exportación de petróleo.
Es preocupante porque se trata de un sector que desde el ´98 se encuentra en retroceso. Argentina está ubicada en una provincia geológica poco atractiva, con yacimientos que están en explotación desde hace más de 30 años, es decir, que están maduros y están decayendo.
Gas natural
En el caso del gas natural, la caída desde el año 2000 es continua. Argentina está muy por debajo de los 700.000 M de metros cúbicos de las reservas de los años ´80, con un valor actual de 450.000 M. Hay un retroceso en valores absolutos. Pese a eso la producción de gas natural ha aumentado, pero a partir de 2004 se arribó a una meseta. También se trata de yacimientos de más de 30 años de explotación, que requieren de cada vez más inversiones para seguir extrayendo recursos.
La demanda de gas natural crece al 6% anual, pero no se puede pensar en crear gasoductos en nuestros propios yacimientos, por el alto valor de la infraestructura, imposible de amortizar con los propios recursos en el mediano plazo. Un nuevo gasoducto que entre en operaciones en el año 2007 con capacidad máxima de 30 millones de m3/d va a permitir hacer frente a la demanda hasta el año 2009. 9.
Ese nuevo gasoducto no podrá desarrollarse a partir de yacimientos argentinos ya que no existen suficientes reservas libres para su vida útil, estimada en 20 a 25 años. El incremento del abastecimiento de gas natural desde Bolivia es una prioridad estratégica para la Argentina.
Por el lado del consumo, el crecimiento económico generó demanda muy fuerte de combustibles líquidos, con crecimiento de gas oil y motonaftas el año pasado, que a partir de 2011, según prevé la ley de biocombustibles, deberá disponer de un 5% de biodiesel o bioetanol.
Energía eléctrica
No hubo mayores inversiones en el sistema instalado de una potencia de 24.700 megawattios. La demanda crece al 7% en los últimos años. En estos últimos años, se producían picos de demanda estacional, como los de febrero y julio de 2006, para volver el resto del año a valores promedios. Sin embargo, en 2007 los picos de demanda se dieron en forma mensual, lo que produjo cortes escalonados en la industria. La potencia firme con que el sistema contaría no iría más allá de los 17.000 megawattios. Es decir, que el sistema está al límite.
En lo que se refiere al consumo de los combustibles líquidos, como gas oil, para la producción de electricidad, este año rondará los 300.000 metros cúbicos.
El sector eléctrico presiona cada vez más sobre la demanda de gas oil como consecuencia de la escasez de gas natural y el crecimiento de la potencia de los ciclos combinados.
Este panorama es el que permite calificar a la crisis energética argentina como estructural. Hay problemas de reservas de hidrocarburos, de infraestructura de circulación de gas, y la demanda en crecimiento continuado.
Impacto de los biocombustibles sobre la matriz energética argentina
La Ley 26.093, dictada en 2006, prevé un Régimen de Regulación y Promoción para la
Producción y Uso Sustentable de Biocombustibles por el cual existirá la obligación – en tanto el precio de los biocombustibles no llega a ser competitivo a nivel de precios en relación con los combustibles fósiles – de mezclar biocombustibles con combustibles fósiles. Todo gas oil o diesel oil comercializado en el país deberá ser mezclado con “biodiesel” en un porcentaje del 5% como mínimo a partir del año 2010. Esta medida provocaría la inserción de este tipo de energía en al matriz energética, aún muy modesta.
Impactos Biodiesel
Habrá un fuerte crecimiento de la demanda de gas – oil hasta el año 2010, considerando una tasa de crecimiento del 5% anual.
Demanda estimada usos actuales en 2010: 15,7 millones de m3
Demanda agregada por el sector eléctrico (*): 2,4 millones de m3
Demanda total: 18,1 millones de m3
Demanda Biodiesel alcanzaría entonces los 900.000 m3 como para cumplir con el objetivo de la Ley.
Habrá una fuerte presión de demanda del sector energético sobre el agrícola. Es evidente que los biocombustibles no podrán reemplazar en su totalidad nunca a los combustibles fósiles, porque para satisfacer esta demanda haría necesaria mucha más superficie sembrada que la que existe.
Los requerimientos de superficie considerando la demanda hacia 2010 serían de unos 2 millones de hectáreas.
Demanda de gas oil hacia 2010l: 18,1 millones de m3
Contenido de Biodiesel: 905 mil m3
Demanda de aceite (98%): 923 mil m3
% aceite en soja: 17%
Ton. Soja: 5,4 millones
Rinde Ton/ha: 2,7
Superficie de siembra necesaria: 2,01 millones de hectáreas
Superficie utilizada para la campaña 2004/2005: 14,4 mill. de ha
Relación: 14 %
Para lograr cubrir la demanda del 5% de gas oil en el año 2010, se requeriría utilizar 2 millones de hectáreas de cultivo de soja, que representa aproximadamente el 14% de la superficie cultivada en la campaña 2004/2005.
Conclusiones
• Los cambios en la matriz energética revelan procesos de muy largo plazo con fuertes inercias. Su evolución requiere una fuerte voluntad política, no son decisiones de mercado.
• Existen elementos de vital importancia que impulsan la utilización de fuentes de energía renovables que vayan sustituyendo paulatinamente a los combustibles fósiles: la
conciencia ambiental creciente, el incremento de los precios del petróleo
• Los biocombustibles constituyen desde el punto de vista energético un recurso marginal en la actualidad, pero que irá creciendo paulatinamente en la medida que la tecnología permita resolver problemas que actualmente son limitantes, como los rindes de insumos agrícolas.
• La competencia por el uso del suelo y por el recurso alimentario no está aún resuelta.
• La Argentina se encuentra frente a una crisis energética estructural, producto de la disminución relativa del recurso más empleado en su matriz energética que es el gas natural;
• Argentina ha introducido legislación que promueve la producción de biocombustibles y su empleo en proporciones moderadas desde el punto de vista energético;
• Los objetivos son ambiciosos para el sector agropecuario. Su cumplimiento significará cuantiosas inversiones y una mayor presión en el uso de los recursos naturales y el suelo.
• Las condiciones están dadas para que Argentina promueva esta industria, dadas sus ventajas competitivas, teniendo en claro que no es una solución energética para el
corto o mediano plazo.
• Esta política debería estar acompañada de fuertes inversiones en investigación y desarrollo tecnológico que permitan ubicar al país en un sector de punta.
En 2003, el Instituto Argentino de la Energía (IAE), ya había alertado sobre una situación de crisis estructural en Argentina, calificación estrictamente técnica. En este período, el país atraviesa una situación en la cual los paradigmas de consumo de las décadas del ´80 y ´90 están cambiando aceleradamente. La energía en esas décadas era abundante y de bajo costo, gracias a descubrimientos de reservas a principios de los ´80.
Hidrocarburos
En el caso de las reservas, han venido cayendo desde 2000 en forma continua, desde los 500 M de metros cúbicos a un valor en 2006 a 400 M, valor dentro de los parámetros históricos. La caída de las reservas se produce por el auge de la industria petrolera y a la cantidad de pozos exploratorios, que cayó en 2000. En la década del ´80 YPF perforaba entre 100 y 120 pozos exploratorios por año y hoy lo hace aproximadamente en 60, después de dos años de muy baja actividad exploratoria. Ha caído la perforación de pozos productivos y de desarrollo, aunque el precio del petróleo se triplicó y Argentina ha dado libre disponibilidad de recursos para la exportación de petróleo.
Es preocupante porque se trata de un sector que desde el ´98 se encuentra en retroceso. Argentina está ubicada en una provincia geológica poco atractiva, con yacimientos que están en explotación desde hace más de 30 años, es decir, que están maduros y están decayendo.
Gas natural
En el caso del gas natural, la caída desde el año 2000 es continua. Argentina está muy por debajo de los 700.000 M de metros cúbicos de las reservas de los años ´80, con un valor actual de 450.000 M. Hay un retroceso en valores absolutos. Pese a eso la producción de gas natural ha aumentado, pero a partir de 2004 se arribó a una meseta. También se trata de yacimientos de más de 30 años de explotación, que requieren de cada vez más inversiones para seguir extrayendo recursos.
La demanda de gas natural crece al 6% anual, pero no se puede pensar en crear gasoductos en nuestros propios yacimientos, por el alto valor de la infraestructura, imposible de amortizar con los propios recursos en el mediano plazo. Un nuevo gasoducto que entre en operaciones en el año 2007 con capacidad máxima de 30 millones de m3/d va a permitir hacer frente a la demanda hasta el año 2009. 9.
Ese nuevo gasoducto no podrá desarrollarse a partir de yacimientos argentinos ya que no existen suficientes reservas libres para su vida útil, estimada en 20 a 25 años. El incremento del abastecimiento de gas natural desde Bolivia es una prioridad estratégica para la Argentina.
Por el lado del consumo, el crecimiento económico generó demanda muy fuerte de combustibles líquidos, con crecimiento de gas oil y motonaftas el año pasado, que a partir de 2011, según prevé la ley de biocombustibles, deberá disponer de un 5% de biodiesel o bioetanol.
Energía eléctrica
No hubo mayores inversiones en el sistema instalado de una potencia de 24.700 megawattios. La demanda crece al 7% en los últimos años. En estos últimos años, se producían picos de demanda estacional, como los de febrero y julio de 2006, para volver el resto del año a valores promedios. Sin embargo, en 2007 los picos de demanda se dieron en forma mensual, lo que produjo cortes escalonados en la industria. La potencia firme con que el sistema contaría no iría más allá de los 17.000 megawattios. Es decir, que el sistema está al límite.
En lo que se refiere al consumo de los combustibles líquidos, como gas oil, para la producción de electricidad, este año rondará los 300.000 metros cúbicos.
El sector eléctrico presiona cada vez más sobre la demanda de gas oil como consecuencia de la escasez de gas natural y el crecimiento de la potencia de los ciclos combinados.
Este panorama es el que permite calificar a la crisis energética argentina como estructural. Hay problemas de reservas de hidrocarburos, de infraestructura de circulación de gas, y la demanda en crecimiento continuado.
Impacto de los biocombustibles sobre la matriz energética argentina
La Ley 26.093, dictada en 2006, prevé un Régimen de Regulación y Promoción para la
Producción y Uso Sustentable de Biocombustibles por el cual existirá la obligación – en tanto el precio de los biocombustibles no llega a ser competitivo a nivel de precios en relación con los combustibles fósiles – de mezclar biocombustibles con combustibles fósiles. Todo gas oil o diesel oil comercializado en el país deberá ser mezclado con “biodiesel” en un porcentaje del 5% como mínimo a partir del año 2010. Esta medida provocaría la inserción de este tipo de energía en al matriz energética, aún muy modesta.
Impactos Biodiesel
Habrá un fuerte crecimiento de la demanda de gas – oil hasta el año 2010, considerando una tasa de crecimiento del 5% anual.
Demanda estimada usos actuales en 2010: 15,7 millones de m3
Demanda agregada por el sector eléctrico (*): 2,4 millones de m3
Demanda total: 18,1 millones de m3
Demanda Biodiesel alcanzaría entonces los 900.000 m3 como para cumplir con el objetivo de la Ley.
Habrá una fuerte presión de demanda del sector energético sobre el agrícola. Es evidente que los biocombustibles no podrán reemplazar en su totalidad nunca a los combustibles fósiles, porque para satisfacer esta demanda haría necesaria mucha más superficie sembrada que la que existe.
Los requerimientos de superficie considerando la demanda hacia 2010 serían de unos 2 millones de hectáreas.
Demanda de gas oil hacia 2010l: 18,1 millones de m3
Contenido de Biodiesel: 905 mil m3
Demanda de aceite (98%): 923 mil m3
% aceite en soja: 17%
Ton. Soja: 5,4 millones
Rinde Ton/ha: 2,7
Superficie de siembra necesaria: 2,01 millones de hectáreas
Superficie utilizada para la campaña 2004/2005: 14,4 mill. de ha
Relación: 14 %
Para lograr cubrir la demanda del 5% de gas oil en el año 2010, se requeriría utilizar 2 millones de hectáreas de cultivo de soja, que representa aproximadamente el 14% de la superficie cultivada en la campaña 2004/2005.
Conclusiones
• Los cambios en la matriz energética revelan procesos de muy largo plazo con fuertes inercias. Su evolución requiere una fuerte voluntad política, no son decisiones de mercado.
• Existen elementos de vital importancia que impulsan la utilización de fuentes de energía renovables que vayan sustituyendo paulatinamente a los combustibles fósiles: la
conciencia ambiental creciente, el incremento de los precios del petróleo
• Los biocombustibles constituyen desde el punto de vista energético un recurso marginal en la actualidad, pero que irá creciendo paulatinamente en la medida que la tecnología permita resolver problemas que actualmente son limitantes, como los rindes de insumos agrícolas.
• La competencia por el uso del suelo y por el recurso alimentario no está aún resuelta.
• La Argentina se encuentra frente a una crisis energética estructural, producto de la disminución relativa del recurso más empleado en su matriz energética que es el gas natural;
• Argentina ha introducido legislación que promueve la producción de biocombustibles y su empleo en proporciones moderadas desde el punto de vista energético;
• Los objetivos son ambiciosos para el sector agropecuario. Su cumplimiento significará cuantiosas inversiones y una mayor presión en el uso de los recursos naturales y el suelo.
• Las condiciones están dadas para que Argentina promueva esta industria, dadas sus ventajas competitivas, teniendo en claro que no es una solución energética para el
corto o mediano plazo.
• Esta política debería estar acompañada de fuertes inversiones en investigación y desarrollo tecnológico que permitan ubicar al país en un sector de punta.
Graciela Baquero