Brasil y las licencias no automáticas
Desde el 14 de octubre último, el gobierno brasileño, por medio de la Secretaria de Comercio Exterior, SECEX, está restringiendo la importación de algunos productos argentinos, incluyendo necesidad de Licencias No Automáticas de Importación (previas al embarque) en el proceso de despacho, reseña un informe del consultor Gustavo Segré.
Comenzó con “harinas” y “pre-mezclas” (7º producto en importancia en la pauta exportadora de Argentina a Brasil, según las estadísticas del 2008), siguió el día 20 de octubre con “jaleas, dulces, aceitunas, vinos, pasas de uva, ración para animales” y el 22 de octubre, momento en que se cerró este informe, incluyó pescados y neumáticos. Nada puede afirmar que la lista no vaya a continuar agregando productos.
La base de sustentación de la medida es la Portaria N* 25 de la SECEX, del 27 de noviembre de 2008, donde se determinan muchas reglas del comercio exterior de Brasil, inclusive la posibilidad que el gobierno incluya en el Sistema Integrado de Comercio Exterior – SISCOMEX – (equivalente al Sistema María de Argentina), productos que, de un día para el otro, puedan exigir necesidad de licencias de importación No Automáticas, previa al embarque.
El motivo es claro: Argentina colocó estas licencias No Automáticas de importación, hacia fines del 2008 con la excusa de proteger a la industria nacional, señala Segré.
Los exportadores brasileños aceptaron con varias quejas, estas medidas, estableciendo el control conjunto del comercio bilateral por medio de las reuniones de monitoreo.
Lo cierto es que Brasil demostró que esta medida de protección, considerada una barrera no tarifaria, lejos de permitir un aumento de la producción local, generó desvío de comercio, opina el directivo del Center Group.
Dicho de otra forma, Argentina dejó de comprar a Brasil para poder fabricar localmente, pero la producción nacional no aumentó, y sí aumentaron las importaciones de Argentina desde otros orígenes.
Brasil se sintió en condiciones de nación no favorecida
En números: entre enero y diciembre de 2008, Brasil, exportó a Argentina U$S 17.600 millones e importó U$S 13.259 millones. El superávit de la balanza comercial fue de U$S 4.300 millones.
Entre Enero y setiembre de 2009, Brasil exportó a Argentina, U$S 8.280 millones e importó U$S 7.900 millones. Superavit para Brasil, de U$S 373,5 millones.
Haciendo comparaciones simples, observamos que la expresiva reducción del déficit comercial argentino, en relación a Brasil, no se observó por un aumento de las exportaciones argentinas a Brasil, sino por una drástica reducción de las exportaciones brasileñas hacia Argentina (bajo el promedio de 2008, las exportaciones de Brasil, deberían estar cerca de U$S 13.200 millones en lugar de los U$S 8.200 millones registrados).
Analizando algunos sectores, el reclamo de Brasil, respecto de perder mercados procede.
El sector de calzados de Brasil, que poseía el 51,4% del total de mercado argentino, se redujo 12 puntos, en consideración a un tope de exportaciones fijados entre los privados (el tope de exportación era de 15.000.000 pares por año). Brasil aceptó el tope para que Argentina pudiera favorecer a su industria pero la realidad fue superada por los números: quienes ocuparon el mercado dejado por Brasil, fueron los exportadores chinos que vieron ganar su participación en 14 puntos.
De acuerdo con el analista radicado en Brasil, este país reclamó insistentemente sobre este tema pero sin resultados efectivos.
Argentina prometió “ablandar” el nivel de exigencias de las licencias de importación previas y por el mes de julio pasado, luego de una reunión conjunta en la FIESP, entre negociadores de Argentina y Brasil, las cosas parecían haber tomado el rumbo correcto.
Las autoridades argentinas, volvieron a demorar en la obtención de las licencias (que según las normas de la OMC, pueden demorar hasta 60 días para ser otorgadas) y Brasil perdió la paciencia. Ahora los productos Argentinos pueden tener que esperar el mismo plazo para poder ver su ingreso en un mercado que continúa demandando y donde además, el tipo de cambio es ABSOLUTAMENTE favorable a nuestro país.
Brasil sabe poner presión. No hay dudas de que sus negociadores están muy preparados y en conversaciones reservadas, manifiestan su desconcierto: “en lugar de estar negociando más mercado para los productos argentinos, considerando la fantástica realidad Brasileña para los próximos años, sustentado por un tipo de cambio favorable a Argentina, debemos presionar con las mismas barreras utilizadas por el gobierno de la presidente Cristina Fernandez. Un desperdicio de energía dentro del amparo del Mercosur !!”, señalan.
Para Gustavo Segre, con las medidas adoptadas por Brasil, ganan los empresarios brasileños y los exportadores de otros mercados que no requieren de licencias de importación previas.
Pierden los empresarios argentinos, que, con un mercado en franca expansión, con aumento de demanda, un cambio absolutamente competitivo, deben quedarse esperando los 60 días que tal vez demoren las licencias No Automáticas de importación.
Para tener cuidado: quienes exporten sin que sus importadores en Brasil, tengan las Licencias otorgadas, pueden hacerles incurrir (a estos importadores) en costos adicionales, comenzando por el tiempo de demora para la nacionalización del producto en 60 días y una multa que puede llegar, para cada Licencia irregular, a R$ 5.000.
Acción y reacción
Esta es la moneda que Brasil encontró para que en la próxima reunión de monitoreo prevista para el mes de noviembre en Brasil, o Argentina flexibiliza sus plazos para las licencias de importación de productos brasileños o….volveremos a perdernos el tren de un mercado con demanda que nos compra…porque nosotros no los dejamos que TAMBIEN nos vendan.
Gustavo Segre
CEO de Center Group
Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Paulista gustavo@centergroup.net
Anexo informativo
Reclamo de la Cancillería argentina
La semana pasada, la Cámarade Exportadores de la República Argentina - CERA -, solicitó a las Autoridades de la Cancillería Argentina y de la Secretaria de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa, la urgente gestión ante el gobierno del Brasil para que suspenda la exigencia de gestionar Licencias de Importación para diversos productos, a partir del 14 de octubre ppdo. Esta modificación del tratamiento de importación se instrumentó a través del SISCOMEX, que establece la intervención de la Secretaria de Comercio Exterior del Brasil - SECEX -.
El 27 de octubre, la Cancillería argentina advirtió a Brasil que era "inaceptable" impedir el ingreso de camiones con productos perecederos de exportadores locales y le reclamó que libere el tránsito para la mercadería en tránsito, en el marco de una reunión que se llevó a cabo ese mismo día en el Palacio San Martín.
Según informaron fuentes de la cancillería, la queja le fue transmitida por el Secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía, al embajador de Brasil en Buenos Aires, Mauro Vieira. Por expresa solicitud del canciller Jorge Taiana, Chiaradía le transmitió al funcionario brasileño que "es inaceptable que detengan camiones en la frontera, con mercadería perecedera y sin aviso previo".
"Le planteamos la preocupación y el reclamo de nuestro gobierno por la falta de transparencia y de aviso previo de estas medidas que afectan a muchos productos perecederos de diversas provincias argentinas. Y que estas decisiones tienen una marcada asimetría con las que toma la Argentina, que son anunciadas con tiempo antes que empiecen a regir", informaron fuentes oficiales.
Para la Argentina, la "falta de aviso previo" es uno de los puntos centrales del reclamo diplomático, indicaron las fuentes consultada.
En su descargo, Brasil explicó que ellos tienen un sistema por el cual a partir de lo dispuesto en la portaría 25 del 2008, simplemente con incorporarlo a su sistema informático aduanero entra en vigor y resulta muy dañino al flujo comercial.