Captar flujos globales de capitales

Al finalizar el encuentro “Crisis Global ¿ Las respuestas del G-20 son suficientes?, organizado por CEPES, Fundación Ebert, FLACSO y Aeda, el director de Relaciones Económicas y Políticas Internacionales del Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada, IPEA, fundación pública federal vinculada a la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la República, se refirió en charla con Mercosurabc a la posibilidad de avanzar en el financiamiento del desarrollo. Marcos Cintra sugirió la posibilidad de captar flujos globales de capitales con tasas muy bajas. Entre esos emprendimientos podrían encararse en los países más pobres, como Bolivia o Paraguay, cadenas productivas con el resto de los países del Mercosur para lograr un círculo virtuoso.


Si el escenario de crisis continúa tanto en EEUU como en Europa, debemos tener en cuenta que Asia no parará de crecer. Hay transformaciones importantes en China, y tenemos que movernos hacia Asia. El próximo ciclo será un ciclo asiático, tenemos que entender eso. Pero esas transformaciones no son automáticas. ¿Cómo prepararse para los cambios que se están produciendo? Tenemos que ampliar la integración de América Latina y de los países del sur, porque la solución pasa porque los países en desarrollo establezcan conexiones. Eso no es automático, no hay un modelo de desarrollo previo, y también hay muchas contradicciones. Por ejemplo, la exportación de commodities es buena, pero destruye empleo industrial. Si China es la oficina del mundo, ¿qué vamos a producir? En Brasil, por ejemplo, apenas exportamos hacia China hierro, soja y petróleo. ¿Qué será del empleo urbano brasileño?

La situación es dramática para Europa y Estados Unidos, pero también es posible entender la crisis como oportunidad, como lo hacen los chinos. Y nosotros también podemos construir algunas oportunidades para nosotros.

Hay cosas para las que precisamos más debate. La agenda de desarrollo que hemos tenido en mente los países en desarrollo es, desde mi punto de vista, muy acotada. Se pensó en dos cosas, principalmente. La seguridad alimentaria, que es buena, sobre todo para algunos países de África y de Asia, y los problemas de infraestructura. Pero creo que podemos hacer un poco más, sostuvo el director de IPEA.

En el financiamiento del desarrollo se avanzó muy poco. Hay una mención a la tasa a las transacciones financieras globales. Esa podría ser una idea muy importante para construir un fondo para financiar el desarrollo de los países más pobres. Los flujos de capitales globales hoy se estiman en unos 4 trillones de dólares al día. Con una tasa muy baja a esos flujos, se podría capturar unos 35 o 40 billones de dólares para financiar el desarrollo de los países más pobres, como Bolivia en el Cono Sur, en África, Asia y Centroamérica.

En este sentido, en el caso del Mercosur le pareció una muy buena idea aplicar una política de integración productiva entre Paraguay, Bolivia como asociado, y el resto del bloque para crear cadenas de valor.

Además del gobierno de su país, los empresarios brasileños están muy interesados en participar del Programa de Integración Productiva del Mercosur, señaló.


El fracaso del G-20

En el transcurso de su ponencia en el Encuentro, Marcos Cintra definió el rol del G-20, teniendo en cuenta antes que nada que la crisis financiera de Estados Unidos tiene una gran complejidad, además de haberse transformado en crisis política. En América Latina se estableció nuevamente la conexión entre economía y política y en Estados Unidos y Europa, también se está explicitando esa relación. La supercomisión de partidos políticos intenta decidir qué hacer con la consolidación fiscal en Estados Unidos, sin lograr consenso para enfrentar la crisis. Lo mismo se puede pensar de Europa. Después de 2008, se reveló un conjunto de problemas muy grandes.

El papel del Banco Central de Europa es simplemente el de controlar la tasa de interés y la inflación.

No hay un rol de prestador de última instancia, como fue el Banco Central de Argentina o el Banco Central de Brasil, ni un rol de supervisión. Estos papeles los representan los bancos domésticos, nacionales, por lo que se generan conflictos muy grandes revelados con la crisis. Además de problemas de cuenta corriente y baja competitividad, como en Grecia, España y Portugal, los problemas de conexión del Banco Europeo con el este de Europa: Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Letonia. Se explicitó un conjunto muy grande de problemas sobre los que tampoco hay consenso sobre cómo resolverlos. La crisis económica se transforma también en Europa en una crisis política.

Es curioso que tanto la crisis en Estados Unidos como en la Unión Europea, se trate de cuestiones internas, domésticas. Pero la gravedad de los problemas sociales y la dificultad de enfrentar la crisis, no formaron parte de la discusión. Simplemente, la Unión Europea (UE) puso en cuestión tres decisiones que había tomado antes: estructuración del sistema bancario europeo, aumento del fondo europeo de estabilización, y un corte de la ayuda a Grecia, con un impacto en el fondo de pensión y en la riqueza de los griegos. La pregunta es si estas respuestas son suficientes. Claramente, no.

El pesimismo abunda en diferentes sectores de la academia, los periodistas, la sociedad en general. Desde este punto de vista, no hay una solución porque no hay condiciones políticas para tomar las medidas necesarias, y por lo tanto la crisis será larga y profunda. La perspectiva de Obama es la dificultad permanente entre los dos partidos. Lo mismo le pasa a Europa. Por lo tanto el futuro será muy difícil, sobre todo para los EE.UU. y UE.

Desde este punto de vista, el G-20 fracasó. Hay avances, como se señaló, en otros campos, como reforma del sistema financiero, derivados, paraísos fiscales, reforma al FMI, papel de la FAO. Pero para las dos grandes cuestiones que se deben enfrentar no hay condiciones políticas ni liderazgos.
¿Y qué se debería hacer? En el caso de Estados Unidos , es claro, se necesita una política fiscal más allá de la política monetaria. Tiene que enfrentar la crisis por medio de una política fiscal agresiva, y no hay condiciones políticas para hacerlo. El debate interno está completamente trabado. En Europa, está claro para todos que hay que reconstruir el Banco Central Europeo, tener una política monetaria única y salvar a todos los bancos de todos los países. ¿Pero cómo hacerlo? No hay condiciones políticas, y se va a demorar mucho tiempo para crear un nuevo consenso y reconstruir la arquitectura financiera de Europa, que se reveló muy débil e incapaz. Entonces, con estas dos dimensiones en la agenda, ¿qué hay de nuevo?

Los bancos europeos están enfrentando una crisis dramática en dólares. Por lo tanto, la solución europea pasará por la solución en Estados Unidos para hacer una expansión en dólares para Europa. Cuando Estados Unidos se decida a hacer eso, tal vez comencemos a ver una luz al final del túnel.

Porque cuando Europa intentó hacer una ampliación del fondo de estabilización financiera, invitando a China a ser parte, y a los BRICs, no hubo consenso. ¿Por qué? Sería una gran victoria para China. Por lo tanto, la reorganización y desconcentración de poder mundial va a llevar también mucho tiempo.
Graciela Baquero