Crece el interés por invertir en Chile y aprovechar sus TLC
Luego del acuerdo entre ProChile y la Fundación ExportAr, se desarrolló un encuentro en la Cámara de Comercio Argentino Chilena en el cual participó un grupo de empresarios locales con el fin de conocer el marco legal para hacer negocios y aprovechar los tratados de libre comercio.
En momento en los cuales ProChile se encuentra estudiando un informe elaborado por la Fundación ExportAr, que tiene como objetivo detectar los sectores con mayor potencial para la asociatividad entre firmas a ambos lados de la Cordillera, empresarios locales y funcionarios participaron de un encuentro para evaluar las facilidades y dificultades del marco legal en territorio chileno.
Sucede que, a partir del acuerdo entre ambas instituciones, se estudia la factibilidad de que ciertos productos argentinos experimenten un proceso de terminado en Chile y así, adecuándose a las normas de origen, puedan beneficiarse con el acceso a los cerca de 50 mercados con los que actualmente cuenta con tratados de libre comercio.
En este marco, el miércoles pasado en la sede de la Cámara de Comercio Argentino Chilena, socios del estudio Alvarez, Hinzpeter Jana & Valle –firma asociada con Muñoz de Toro Abogados- presentaron ante cerca de 40 empresarios las claves para desembarcar en ese mercado.
Clima favorable
Al respecto, el especialista Rodrigo Hinzpeter sostuvo que “Chile no es sólo un mercado potencial para que los empresarios argentinos exporten, sino que ahora es cada vez más usual que directamente se instalen”.
Según Hinzpeter, “el entorno económico favorable para hacer negocios, sumado a la gran apertura económica, ha generado que se convierta en un país plataforma, es decir que las empresas se radiquen para luego desarrollar sus actividades comerciales hacia el resto de Latinoamérica o los países asiáticos”.
Sobre este punto, el directivo explicó que “definitivamente Chile es la economía más abierta de América Latina y el Caribe y esto se debe a la obsesión, en el sentido positivo, que tiene nuestro gobierno de firmar Tratados de Libre Comercio”.
Por otra parte, a la hora de enumerar ventajas a la hora de considerar la radicación de una filial en ese mercado, Hinzpeter señaló que “durante los últimos cinco años los costos corporativos de abarataron un 10%, a pesar de un incremento muy significativo de la calidad de vida”.
Claves
A la hora de evaluar los puntos que deben tenerse en cuenta al querer constituir una sociedad en Chile, Alejandro Alvarez -socio de la compañía- explicó que las figuras legales no difieren del esquema que se presenta en la Argentina.
Sin embargo, sostuvo que "para constituir una sociedad hay muy pocas trabas: ambos socios o directamente todo el directorio puede ser extranjero. Además, la experiencia demuestra que se puede constituir en no más de tres semanas”, sostuvo Alvarez.
Ante la consulta sobre lo que es más conveniente, el especialista destacó que si se está constituyendo un joint venture con una empresa chilena lo más recomendable es constituir una sociedad anónima, porque brinda mayores herramientas de control.
Por otra parte, en caso de que un empresario argentino simplemente busque la forma de tener presencia en el país para importar sus propios productos y distribuirlos él mismo a sus clientes, lo que más se recomienda es constituir una SRL porque sólo es necesario contar con un administrador.
Ingreso de capitales
A la hora de evaluar los mecanismos que regulan el ingreso de capitales, en Chile existe una cláusula especial para aquellos proyectos que superan los u$s5 millones que le da la posibilidad al inversionista de optar por un sistema tributario fijo con una tasa fija de impuesto a la renta permanente a 20 años del orden del 42%.
“Nuestro consejo es que no se acoplen a esta cláusula y que sí lo hagan bajo el régimen de la tasa tributaria general que es 7 puntos más baja”, sostuvo Alvarez.
Régimen laboral
Los especialistas explicaron que lo más conveniente para obtener una visa de trabajo es tramitarla directamente desde la Argentina. La duración de las gestión demoran alrededor de 15 días. En cambio, si el ejecutivo la tramita en alguna ciudad chilena, la gestión puede extenderse hasta 6 meses.
Aspecto tributario
Según Alvarez, “en Chile hay menos impuestos que en la Argentina”. Al respecto, existe el Impuesto a la Renta que afecta a todas las utilidades percibidas por la compañía y tiene una tasa del 17%.
Por otra parte, al momento de distribuir utilidades y enviarlas al exterior, hay que enfrentar un impuesto adicional del 35%, al cual hay que aplicarle como crédito el 17% pagado por la firma.
“Sin embargo, si el día de mañana deciden vender sus acciones en el mercado local, la utilidad va a estar grabada por un impuesto único del 17% sobre la diferencia entre el valor de adquisición de esas acciones y el valor de venta pero no va a pagar ese 35% adicional”, explicó Alvarez.
En este marco, existe una ventaja que hace viable al negocio y es la existencia de un tratado de doble tributación que Chile firmó con la Argentina y que permite que el 35% que se paga sobre las utilidades que se envían al extranjero no deban volver a pagarse en el país.
En este contexto, el directivo extranjero tributará durante los tres primeros años sólo por su renta en Chile. Cumplido ese plazo, también comenzará a tributar por todas sus rentas, incluso las que se obtengan en el exterior.
Con respecto al Impuesto al Valor Agregado, el especialista sostuvo que en Chile opera con una tasa 19% y “funciona todavía de una manera más eficiente que en la Argentina, sobre todo cuando se pide el reembolso por pagos adicionales. Esto es muy común en Chile y sabemos que en la Argentina cuesta mucho más”.
Finalmente, Alvarez explicó que cuando los inversionistas estructuran un negocio, omiten el tema de la patente municipal. Este tributo consiste en una tasa fija anual que se calcula sobre el patrimonio de la sociedad y que, depende de la municipalidad, puede llegar al 0,5%.
“Normalmente no se calcula al hacer al business plan pero influye enormemente si la inversión es grande. Por eso, puede ser determinante sobre la viabilidad o no de un negocio”, concluyó Alvarez.
Juan Diego Wasilevsky
juandiego@infobae.com
Diario Infobae, Buenos Aires, 14 de julio de 2006
Sucede que, a partir del acuerdo entre ambas instituciones, se estudia la factibilidad de que ciertos productos argentinos experimenten un proceso de terminado en Chile y así, adecuándose a las normas de origen, puedan beneficiarse con el acceso a los cerca de 50 mercados con los que actualmente cuenta con tratados de libre comercio.
En este marco, el miércoles pasado en la sede de la Cámara de Comercio Argentino Chilena, socios del estudio Alvarez, Hinzpeter Jana & Valle –firma asociada con Muñoz de Toro Abogados- presentaron ante cerca de 40 empresarios las claves para desembarcar en ese mercado.
Clima favorable
Al respecto, el especialista Rodrigo Hinzpeter sostuvo que “Chile no es sólo un mercado potencial para que los empresarios argentinos exporten, sino que ahora es cada vez más usual que directamente se instalen”.
Según Hinzpeter, “el entorno económico favorable para hacer negocios, sumado a la gran apertura económica, ha generado que se convierta en un país plataforma, es decir que las empresas se radiquen para luego desarrollar sus actividades comerciales hacia el resto de Latinoamérica o los países asiáticos”.
Sobre este punto, el directivo explicó que “definitivamente Chile es la economía más abierta de América Latina y el Caribe y esto se debe a la obsesión, en el sentido positivo, que tiene nuestro gobierno de firmar Tratados de Libre Comercio”.
Por otra parte, a la hora de enumerar ventajas a la hora de considerar la radicación de una filial en ese mercado, Hinzpeter señaló que “durante los últimos cinco años los costos corporativos de abarataron un 10%, a pesar de un incremento muy significativo de la calidad de vida”.
Claves
A la hora de evaluar los puntos que deben tenerse en cuenta al querer constituir una sociedad en Chile, Alejandro Alvarez -socio de la compañía- explicó que las figuras legales no difieren del esquema que se presenta en la Argentina.
Sin embargo, sostuvo que "para constituir una sociedad hay muy pocas trabas: ambos socios o directamente todo el directorio puede ser extranjero. Además, la experiencia demuestra que se puede constituir en no más de tres semanas”, sostuvo Alvarez.
Ante la consulta sobre lo que es más conveniente, el especialista destacó que si se está constituyendo un joint venture con una empresa chilena lo más recomendable es constituir una sociedad anónima, porque brinda mayores herramientas de control.
Por otra parte, en caso de que un empresario argentino simplemente busque la forma de tener presencia en el país para importar sus propios productos y distribuirlos él mismo a sus clientes, lo que más se recomienda es constituir una SRL porque sólo es necesario contar con un administrador.
Ingreso de capitales
A la hora de evaluar los mecanismos que regulan el ingreso de capitales, en Chile existe una cláusula especial para aquellos proyectos que superan los u$s5 millones que le da la posibilidad al inversionista de optar por un sistema tributario fijo con una tasa fija de impuesto a la renta permanente a 20 años del orden del 42%.
“Nuestro consejo es que no se acoplen a esta cláusula y que sí lo hagan bajo el régimen de la tasa tributaria general que es 7 puntos más baja”, sostuvo Alvarez.
Régimen laboral
Los especialistas explicaron que lo más conveniente para obtener una visa de trabajo es tramitarla directamente desde la Argentina. La duración de las gestión demoran alrededor de 15 días. En cambio, si el ejecutivo la tramita en alguna ciudad chilena, la gestión puede extenderse hasta 6 meses.
Aspecto tributario
Según Alvarez, “en Chile hay menos impuestos que en la Argentina”. Al respecto, existe el Impuesto a la Renta que afecta a todas las utilidades percibidas por la compañía y tiene una tasa del 17%.
Por otra parte, al momento de distribuir utilidades y enviarlas al exterior, hay que enfrentar un impuesto adicional del 35%, al cual hay que aplicarle como crédito el 17% pagado por la firma.
“Sin embargo, si el día de mañana deciden vender sus acciones en el mercado local, la utilidad va a estar grabada por un impuesto único del 17% sobre la diferencia entre el valor de adquisición de esas acciones y el valor de venta pero no va a pagar ese 35% adicional”, explicó Alvarez.
En este marco, existe una ventaja que hace viable al negocio y es la existencia de un tratado de doble tributación que Chile firmó con la Argentina y que permite que el 35% que se paga sobre las utilidades que se envían al extranjero no deban volver a pagarse en el país.
En este contexto, el directivo extranjero tributará durante los tres primeros años sólo por su renta en Chile. Cumplido ese plazo, también comenzará a tributar por todas sus rentas, incluso las que se obtengan en el exterior.
Con respecto al Impuesto al Valor Agregado, el especialista sostuvo que en Chile opera con una tasa 19% y “funciona todavía de una manera más eficiente que en la Argentina, sobre todo cuando se pide el reembolso por pagos adicionales. Esto es muy común en Chile y sabemos que en la Argentina cuesta mucho más”.
Finalmente, Alvarez explicó que cuando los inversionistas estructuran un negocio, omiten el tema de la patente municipal. Este tributo consiste en una tasa fija anual que se calcula sobre el patrimonio de la sociedad y que, depende de la municipalidad, puede llegar al 0,5%.
“Normalmente no se calcula al hacer al business plan pero influye enormemente si la inversión es grande. Por eso, puede ser determinante sobre la viabilidad o no de un negocio”, concluyó Alvarez.
Juan Diego Wasilevsky
juandiego@infobae.com
Diario Infobae, Buenos Aires, 14 de julio de 2006
Juan Diego Wasilevsky