Diálogos para el desarrollo local en el sector electrónico
El Centro de Micro y Nanoelectrónica del INTI inició un vínculo con pequeñas y medianas empresas de Tres de Febrero y busca una agenda de proyectos en común.
Como parte de su vocación por vincularse con las empresas que invierten, innovan y generan empleo, el Centro INTI-Micro y Nanoelectrónica del Bicentenario (CMNB) estrecha lazos con una decena de pymes del rubro radicadas en el municipio de Tres de Febrero, en el Gran Buenos Aires. Recientemente, las firmas visitaron el Parque Tecnológico Miguelete (PTM) —sede central del organismo—, recorrieron el CMNB, participaron de un desayuno de trabajo y dialogaron con autoridades y técnicos del área.
Las pymes son Buacar, del rubro iluminación; Outsource SRL, de circuitos electrónicos; SIME SRL / Intelligent Gas, dedicada a sensores inteligentes, al igual que Celsius SRL; ASC, de seguridad electrónica; Sablian SRL, especializada en cartelería y comunicación; IQLAB / UNTREF, arte electrónico; Opyr, dedicada al análisis de partículas; Jach Automatización, especialista en automatización industrial; y Allterm, de controles electrónicos.
Además de los representantes de las empresas, asistió el director de Promoción de la Industria de la Municipalidad de Tres de Febrero, Gustavo Luis Rodríguez.
La directora del CMNB, Liliana Fraigi, hizo una breve presentación del funcionamiento y objetivos del sector a su cargo, para luego recorrer las instalaciones y laboratorios. Los visitantes pudieron observar e interiorizarse sobre distintos proyectos y desarrollos con tecnología micro y nanolectrónica, ya realizados para varias pymes nacionales.
Tras la actividad, se iniciaron contactos con algunas de las empresas de Tres de Febrero para evaluar futuros desarrollos en conjunto.
"Estratégicamente, la industria electrónica nacional tiene que incorporar valor a su producción, es un tema de competitividad inevitable. Y además, como gran parte de ese sector se compone de pymes, una alianza con el INTI le permite adquirir la capacidad de investigación y desarrollo adecuada a sus posibilidades. Somos el laboratorio de innovación para muchas de estas empresas", señala Fraigi.
La vinculación comenzó meses atrás, con el diálogo entre el Centro de Micro y Nanoelectrónica y el Centro de Innovación y Desarrollo de Empresas y Organizaciones (CIDEM), dependiente de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Luego, la articulación institucional incluyó al gobierno municipal y a la Unión Industrial Argentina (UIA) con sede en el distrito, y ello derivó en la convocatoria a firmas de electrónica y software.
Por su parte, el responsable del área de Gestión Tecnológica del CMNB, Bruno De Alto, expresó: "El Centro nació hace tres años, y lo hizo con bastante actividad. Algunos proyectos fueron realmente relevantes, como la plataforma para detección de enfermedades infecciosas in situ denominada nanoPOC, que es un desarrollo multipremiado. Ahora estamos incorporando la práctica de vincularnos con las empresas del sector electrónico desde el armado sistemático de entramados institucionales que promuevan la innovación. En este caso, con la participación del CIDEM, de la UNTREF; de la UIA de Tres de Febrero, y especialmente con el apoyo de la dirección de Promoción de la Industria del municipio, logramos este desayuno de trabajo con empresas pymes, que son claramente nuestro objetivo de asistencia y transferencia tecnológica".
Desarrollan “etiquetas” de caseína para mejorar la trazabilidad en quesos argentinos
Profesionales del INTI alcanzaron una nueva formulación para obtener placas de caseína mediante técnicas y procesos que se utilizan en la industria plástica. Este insumo permite identificar diferentes lotes de quesos para garantizar su trazabilidad e incrementar la participación de productos lácteos argentinos en el mercado internacional. SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES Desarrollan “etiquetas” de caseína para mejorar la trazabilidad en quesos argentinos Los productores locales utilizan fibras o lápices de tinta de uso alimenticio para colocar el número de lote, la fecha de elaboración o cualquier otro dato útil que identifique sus productos con algún número secuencial, forma o logotipo característico, pero el problema puede surgir durante el salado y la maduración del queso, etapas en las que la tinta comienza a borrarse hasta hacerse ilegible, alterando la función de trazabilidad para la cual fue diseñada. Frente a esta problemática común en pymes argentinas, el INTI, a través de su centros de Lácteos y Plásticos, desarrolló placas de caseína en las que incorporaron plastificantes y compuestos con capacidad antifúngica y antimicrobiana para hacerle frente a los complicaciones mencionadas. Estas “etiquetas”, elaboradas a partir de materias primas alimentarias, son placas que se basan principalmente en la formulación de la caseína, proteína láctea mayoritaria del queso, y se obtiene mediante el proceso de extrusión, utilizado comúnmente en la industria plástica. Si bien las placas de caseína ya existen y se comercializan en otras partes del mundo, el método y la composición son un desarrollo propio del INTI, novedoso y fácil de replicar por las pymes argentinas. Una herramienta que aporta innovación y competitividad a la industria nacional Las placas de caseína son utilizadas desde hace varios años por los consorcios y consejos reguladores que controlan las denominaciones de origen en países de la Unión Europea. El procedimiento consiste en colocarlas sobre el queso, justo antes del prensado, para permitir su identificación en el proceso de elaboración y durante toda la vida útil del producto, aportándole autenticidad individual a cada horma de queso, que a su vez pertenecen a una denominación de origen controlada. Al tratarse de un método de marcado infalsificable ayuda a los fabricantes a proteger sus quesos y a valorizar su origen, por lo tanto, resulta fundamental contar con una herramienta que permita identificar estos productos durante los distintos estadios de su elaboración y vida útil, siendo las placas de caseína una adecuada alternativa para lograrlo. Teniendo en cuenta el panorama internacional, la producción nacional de placas tiene el potencial de convertirse en una sustitución de importaciones y de brindar las condiciones para lograr nuevas unidades de negocio, tanto para los transformadores de productos plásticos como para proveedores de la industria alimenticia nacional. Además, permitiría incrementar la participación de las empresas argentinas en un mercado internacional altamente competitivo, así como también su utilización como sello distintivo por parte de diferentes clusters queseros del país. Una vez finalizada la etapa de prueba en la que se encuentran actualmente las placas, podrán ser transferidas a aquellas empresas interesadas en su comercialización.