El acuerdo Mercosur-UE sigue en discusión
En momentos en que se desarrollaba la cumbre Mercosur UE en Brasilia, el ministro español de Comercio en funciones, Héctor Gómez, manifestó que la firma del acuerdo birregional "es un objetivo prioritario para la presidencia española". Sin embargo, admitió que no se firmará antes de que finalice el año, sino en el primer semestre de 2024.
En suma, hubo pocos avances en la reunión de Brasil, en un acuerdo que se alcanzó en 2019 tras 20 años de negociación, bajo la presidencia pro tempore argentina, sin la debida consulta a sectores empresariales, que cuestionaron la letra del tratado, al que no habían tenido acceso antes de su diseño.
La entrada en vigor provisional estaba prevista para el primer semestre de 2021, Sin embargo, hubo una fuerte oposición en algunos sectores y países comunitarios como Francia, que rechazó el acuerdo. El parlamento holandés también rechazó el acuerdo en junio de 2022 y Alemania de igual manera, mostró su oposición en septiembre del mismo año. Incluso en el Parlamento Europeo, en el pleno de octubre de 2020, aprobó un informe sobre la aplicación de la política comercial comunitaria en el que se incluyó una enmienda a favor de no aprobar el acuerdo entre la UE y Mercosur en los términos acordados, haciendo hincapié en los perjuicios medioambientales.
Las reuniones tuvieron lugar el martes y miércoles en Brasilia, para avanzar en la principal traba de sanciones ambientales, con la propuesta argentina de implementar un subsidio europeo para afrontar los cambios hacia el Green Deal. Por su parte, Brasil -al que se sumó Argentina- reclamó protección para su industria y las condiciones para el acceso de las empresas europeas a las compras públicas.
En el mes de mayo, se había llegado en estas negociaciones, a un principio de acuerdo para permitir un mayor acceso europeo con trato de empresa local, medida apoyada por Uruguay y Paraguay, interesados en firmar el tratado, para pasar a las negociaciones con Asia, que advierten como el mercado más conveniente para el bloque, por su constante crecimiento.
A pesar de su voluntad de aprobar el acuerdo durante su presidencia pro tempore, Lula admitió en un discurso ante empresarios industriales, que la conclusión del acuerdo comercial se podía demorar "un poco más" de lo previsto debido a las discrepancias en compras gubernamentales, que consideró "mataría la posibilidad de crecimiento de las pequeñas y medianas empresas". "Del mismo modo que Francia defiende de forma muy fervorosa sus productos agrícolas y su vino, nosotros vamos a defender a la pequeña industria en esta negociación", afirmó Lula en ese momento.