EL AMAZONAS EN RIESGO

El Amazonas es el pulmón del planeta. Es decisivo para el equilibrio ecológico mundial. Absorbe medio billón de toneladas de dióxido de carbono anuales. Sin su aporte, el calentamiento global podría traspasar el catastrófico 2% de aumento de la temperatura sobre los niveles preindustriales. Urge además, ayudar al gobierno de Brasil a atender la crisis humanitaria de la reserva Yanomami, víctima de la hiper tala ilegal.


¿Cuál es la magnitud y la situación de la concentración de selvas tropicales más importante del orbe?

Una Visita Rápida Al Amazonas

Su extensión equivale a la de todo el territorio de USA. Es un laberinto de miles de ríos. Contiene el rio más largo de todo el planeta. Vuelca en el océano la quinta parte de toda el agua fresca existente en el mundo. Tiene 400 millones de árboles, entre ellos muchos de los más antiguos. Genera 45% de sus propias lluvias.

La deforestación creció en un 60% durante la era de Bolsonaro. El Gobierno minimizó los presupuestos ambientales, quitó toda protección a las poblaciones indígenas, abrió las puertas a la minería ilegal, que fue factor central en la destrucción de bosques. También fue acompañada de intereses económicos que deseaban quedarse con las tierras para dedicarlas a explotaciones sojeras, y vacunas.

Se multiplicaron los incendios y la hiper tala para "liberar" la tierra.

Las lluvias internas disminuyeron sobremanera. Antes se producía una super sequía por siglo. Desde 1998 hubo cinco. La Amazonia del Este perdió el 30% de su foresta.

La aniquilación de árboles y selvas llevó a la desertificación. Científicos líderes coinciden que de no frenar la destrucción, el Amazonas puede llegar a transformarse en una sabana.

La pérdida de lluvias, bosques y selvas, generada en el Amazonas afecta a muchísimos países por su incidencia en la ecología mundial. Los impactos se sienten desde la Argentina hasta USA.

Perspectivas

Se está produciendo con las agresiones "al pulmón", y la violación de las zonas protegidas, un fenómeno temible. La combustión de árboles y selvas, genera dióxido de carbono a gran escala, que envenena la atmósfera. Su volumen comienza a ser mayor que la capacidad de absorción.

Al interior del daño al hábitat hay también pérdidas muy importantes de biodiversidad. Especies animales y vegetales que habían construido su modo de vida en la foresta, se ven obligadas a huir, o pierden viabilidad. En general muchos ecosistemas tienden a desequilibrarse y perder su resiliencia.

Se está dando asimismo una grave tragedia humana. Las reservas indígenas eran las áreas que mejor cuidaban al Amazonas. Sus habitantes originales, sabían cómo hacerlo, y amaban la selva. La gestión Lula que ha priorizado el medioambiente declaró en emergencia la mayor de ellas, la Yanomami, con más de 30000 miembros. Se produjo una epidemia de muertes y dolencias agudas de niños, con una causal central, la desnutrición. Entre otros factores, los mineros ilegales que invadieron el territorio alentados por el Gobierno anterior (se estiman en 20000) llenaron los ríos de mercurio, dañaron fuentes de alimentación fundamentales, trajeron la malaria, y otras enfermedades. La administración dejó indefensos a los indígenas. Murieron 753 en un breve periodo.

Es urgente ayudar al Gobierno y la ciudadanía brasileña en el rescate del Amazonas. Es uno de los mayores desafíos ecológicos que tiene la humanidad por delante. Ya países como Francia, Noruega, Suecia, entre otros, están creando fondos especiales de asistencia para el Amazonas. La ONU y la Unión Europea han felicitado por las medidas iniciales al gobierno de Lula, como crear un Ministerio del Medio Ambiente y otro de Población Indígena a cargo de reconocidas luchadoras ecológicas, y prohibir nuevas deforestaciones, además de la minería ilegal.

El tiempo apremia para sumar esfuerzos colectivos antes de que la situación siga empeorando.

(“) Asesor de diversos organismos internacionales. Autor de 69 obras traducidas a múltiples idiomas. Apareció su nueva obra “Retos éticos de la postpandemia” (Disponible en Amazon). kliksberg@aol.com

Bernardo Kliksberg