El caso del Proyecto Competitividad y Medio Ambiente

La cooperación internacional, en tanto instrumento destinado fortalecer y/o complementar las capacidades de los países receptores en determinadas políticas sectoriales, puede jugar un interesante rol de apoyo al proceso de integración regional, señala la profesora Alicia Moreno* en la nota que se reproduce a continuación.


Para ello es importante que estas iniciativas, además de estar formuladas en torno a objetivos de interés estratégico para los socios en particular, también incluyan en su orientación general, alguna forma de contribución al fortalecimiento del bloque.

En el Mercosur, las acciones de cooperación pueden resultar particularmente beneficiosas en aquellas áreas más sensibles, en las que avanzar por el camino de la negociación convencional, resulta más dificultoso. El caso de las políticas ambientales es un ejemplo de ello.

A nivel regional, la incorporación de las consideraciones ambientales en las políticas sectoriales resulta aún incipiente. La inclusión del análisis ambiental como requisito en la presentación de los proyectos financiados con el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur -FOCEM- es sin duda, un dato alentador.

No obstante, la norma regional aprobada en la materia es de carácter marco. En efecto, el Acuerdo Marco sobre Medio Ambiente del Mercosur es una norma orientada a la cooperación, que establece un ámbito de referencia y su implementación requiere de nuevos acuerdos sectoriales que se traducen en nuevas normas, estrategias, proyectos. Así, se han aprobado: el Protocolo al Acuerdo Marco sobre Emergencias Ambientales (Decisión Nº 14/04), tres Acuerdos de los Ministros de Medio Ambiente (la Declaración sobre la Estrategia de Biodiversidad, la Política Mercosur de Gestión Ambiental de Residuos Especiales de Generación Universal y Responsabilidad Post Consumo, y la Estrategia de Lucha contra la Desertificación y la Sequía); la Complementación del Programa Foros de Competitividad (Decisión 14/06), y la Política de Producción y Consumo Sostenibles (Decisión 26/07).

Nos detenemos en la Política de Promoción y Cooperación en Producción y Consumo Sostenibles en el Mercosur, aprobada por el Consejo Mercado en 2007. Esta norma requirió de un largo proceso de consulta y negociación, tanto al interior de los países como a nivel cuatripartito, que contó con el apoyo del Proyecto Competitividad y Medio Ambiente ("Proyecto CyMA"), un proyecto de cooperación técnica que fue ejecutado entre 2002 y 2007 por la agencia de cooperación de Alemania, la GTZ y el Subgrupo de Trabajo Nº 6 - Medio Ambiente, a nivel regional, y las áreas técnicas de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, como contrapartes nacionales.

Basado en los compromisos de avanzar hacia patrones de producción y consumo sostenibles, el Proyecto CyMA tenía como meta fortalecer la competitividad de las pymes del bloque, a través de un mejor desempeño ambiental promoviendo la utilización de métodos de producción más limpia y sistemas de gestión ambiental. Desde su título, reconoce el carácter transversal de la variable ambiental, que no puede seguir siendo vista como una traba al desarrollo económico, sino como una condición indispensable para alcanzar un desarrollo equilibrado, sustentable.

El uso de herramientas de producción limpia en las empresas supone la incorporación de prácticas preventivas, tendientes a la conservación de las materias primas y la energía, la eliminación de las materias primas tóxicas y la reducción de la cantidad y de la toxicidad de todas las emanaciones y desperdicios antes de ser eliminados. La incorporación de estas mejoras en los procesos productivos genera, además de la reducción de riesgos para el ser humano y el ambiente, beneficios económicos para las empresas, derivados de la utilización más eficiente de los recursos, reducción de los costos de recolección, transporte, tratamiento y disposición final.

En octubre de 2003, con la firma de la Declaración de Principios de Producción más Limpia para el MERCOSUR, los Ministros de Medio Ambiente dieron una señal política para avanzar hacia mayores compromisos en la materia para la región.

Por ello, entre los resultados del Proyecto CyMA, uno de los más destacados es su contribución a la elaboración de la Política regional ya mencionada. La incorporación de consideraciones ambientales en otros programas del Mercosur, fue otro logro interesante. Hubo importantes avances en la articulación entre el SGT 6 y el Subgrupo de Trabajo Nº 7 – Industria, a partir de los cuales se acordó la incorporación de los criterios de gestión ambiental y producción limpia en el Programa Foros de Competitividad de las Cadenas Productivas del Mercosur, y los criterios de ecoeficiencia en las bases del Concurso Mercosur de Diseño e Integración Productiva en Muebles.

A ello podemos sumar, el fomento y apoyo a la disminución de asimetrías en el tratamiento de la temática en cada Estado, que se dio tanto a través de la cooperación horizontal o Sur-Sur en torno al intercambio de experiencias y conocimientos específicos y a través distribución equitativa de los recursos entre los cuatro países.

Estos logros del Proyecto se consideraron entre sus objetivos específicos y las actividades previstas para cumplirlos, pero hay otros, no tan visibles y que sin duda, también han apoyado al bloque a través del fortalecimiento de uno de sus grupos de trabajo.

A lo largo de los 5 años de su ejecución, los representantes de las áreas técnicas pudieron participar de reuniones, talleres y actividades previstas para la ejecución del Proyecto CyMA, conformando un equipo de trabajo que supo complementar las prioridades de sus respectivos países con el objetivo regional, mostrando así las ventajas de contar con financiamiento propio . Este logro resulta significativo, ya que pocas veces se ponen de manifiesto las dificultades de algunos países para movilizar a los funcionarios y técnicos.

Más allá del debate teórico sobre la naturaleza institucional del Mercosur, hay prestigiosos autores (Czar de Zalduendo) que consideran que el carácter intergubernamental de este esquema de integración tuvo, en sus inicios, la ventaja de fluir la problemática de la integración hacia todos los organismos públicos involucrados. De ahí, la importancia de la presencia de estos en las reuniones de trabajo y el proceso de negociaciones.

Retomando el tema de la cooperación, debemos advertir que, no obstante los beneficios y oportunidades que aportan, no hay que perder de vista la importancia de contar con sistemas de seguimiento y evaluación efectivos que permitan readecuarlos a la coyuntura que atraviesen nuestros países, y corregir si es necesario, el rumbo. Esto para que el resultado no difiera al fin, del objetivo proyectado en el momento de su planificación o formulación.

Es decir que, si estos proyectos están elaborados teniendo en cuenta el interés nacional y regional, y si son bien aprovechados para la temática a la que están dirigidos, los recursos provenientes de la cooperación internacional pueden alcanzar un lugar destacado en la evolución de la integración regional.

 

Para mas información sobre el tema, ver sitio web de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable - Subsecretaría de Promoción del Desarrollo Sustentable y MERCOSUR www.ambiente.gov.ar

* Alicia Moreno
Profesora Nacional de Geografía. Maestría en Integración Regional y MERCOSUR de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Docente invitada a la Orientación en Desarrollo Humano y Medio Ambiente de la misma Maestría. Asistente técnica de la Dirección de Producción y Consumo Sustentable de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Punto focal alterno del Grupo Ad Hoc Competitividad y Medio Ambiente del SGT 6 Medio Ambiente del MERCOSUR. Integrante del SGT 6 (2003-2007)


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