El comercio intrarregional en el espacio económico de UNASUR

En un trabajo que analiza el comercio interregional de AS en el dinámico período de 2003-2001, las investigadoras del BID/ INTAL, Romina Gayá y Kathia Michalczewsky, analizaron las ventas externas de los países de la UNASUR, que se expandieron a un ritmo de 19% contra el 16,6% del resto del mundo.As comienza a proyectarse en las relaciones políticas y comerciales globales como un bloque con identidad propia, en un espacio geográfico común, hecho novedoso en la historia de integración de AL.


Las ventas intrasudamericanas se expandieron a un ritmo promedio de 19% anual acumultarivo (a.a.) entre 2003 y 2011, en tanto que los envíos al resto del mundo se incrementaron a razón de 16,6% a.a. En particular, el mejor desempeño del comercio intrazona se observó entre 2004 y 2008 y fue un fenómeno generalizado en todos los países sudamericanos, excepto en Venezuela (donde aumentaron al mismo ritmo que los extrazona), Bolivia y Colombia.

En la actualidad, los países de América del Sur (AS) están relacionados a través de una diversidad de acuerdos comerciales y de iniciativas que hacen de ese espacio geográfico un espacio económico cada vez más integrado.1

 En ciertos aspectos AS comienza a proyectarse en el espacio de las relaciones políticas y comerciales globales como un bloque con identidad propia, cuyos límites están definidos por la pertenencia a una cierta geografía,  lo cual constituye un hecho novedoso en la historia de la integración regional latinoamericana.  A pesar de ello, no son muchos los trabajos que examinan el intercambio entre los doce países sudamericanos. El propósito principal de esta nota técnica es explorar algunos rasgos salientes en esos vínculos, señalan Gayá y Michalczewsky.

El trabajo, que publicaremos en forma parcial en sucesivas entregas, describe y analiza aspectos de la composición general de los flujos de comercio intrarregionales, el patrón exportador, el peso relativo de cada uno de los países y, en particular, en la magnitud y características del "intercambio de dos vías". (Exportación e importación simultánea de mercancías que se agrupan en una misma actividad industrial, Lucángeli, 2007).

Las investigadoras eligieron como período de análisis el intervalo 2003-2011 debido a que durante esos años el desempeño económico de América del Sur tuvo rasgos particulares, enmarcados en condiciones relativamente favorables de la economía mundial. En particular, entre 2003-2007 se registró un período de auge, interrumpido por la crisis financiera que estalló en 2008. Sin embargo, esta última y la débil recuperación que le siguió fueron bastante bien sorteadas por las economías de AS hasta 2011.

Posteriormente, la coyuntura externa no ha sido tan favorable: en el bienio 2012-2013 la evolución de las exportaciones de AS perdió brillo, contrayéndose alrededor de 1% cada uno de esos años.

1 Cabe mencionar que la Unión Sudamericana de Naciones (UNASUR) es una iniciativa cuyo horizonte está constituido, precisamente, por ese espacio económico. UNASUR tiene sus antecedentes en la I Reunión de Presidentes de América del Sur realizada en Brasilia en 2000, donde se planteó la necesidad de una agenda común para los doce países de la región. En 2004 se creó la Comunidad Suramericana de Naciones, que en 2007 cambió su nombre a Unión de Naciones Suramericanas. El Tratado Constitutivo fue firmado en 2008 y entró en vigencia en marzo de 2011.

En gran medida, el mayor incremento de las exportaciones intrarregionales se vincula al crecimiento de las economías de la región durante el período bajo análisis, que superó el alza del PIB mundial (Gráfico 2). Este escenario responde a la menor expansión de los países desarrollados (PD), ya que el resto de los países en desarrollo (PED) -en particular los asiáticos- crecieron a tasas mayores que AS. Como consecuencia de los respectivos desempeños, los PD perdieron importancia como destino de las exportaciones sudamericanas, al mismo tiempo que los asiáticos se ubicaron entre los mercados más dinámicos para sus ventas externas, en especial de productos básicos.

El período 2003-2011 se caracterizó por un muy buen desempeño de las exportaciones sudamericanas, con excepción de la caída registrada en 2009 en el marco de la crisis internacional. Durante esos años las ventas externas totales de la región -a valores corrientes- se incrementaron a un ritmo promedio a.a. de 17%, en tanto que el comercio mundial creció a una tasa de 11,6% a.a. El dinamismo de las exportaciones fue clave para explicar la mayor fortaleza macroeconómica que mostraron muchas economías de AS en el período (elevadas tasas de crecimiento del producto interno bruto (PIB), superávit comercial y en cuenta corriente, acumulación de reservas internacionales, balance fiscal positivo y desendeudamiento, entre otros aspectos relevantes). Esa solidez les permitió amortiguar el impacto de la crisis de 2009, el cual fue reducido en comparación con episodios previos con características similares.

 

Gráfico 2. PIB mundial y grupos de países seleccionados

 

Variación real i.a., en porcentaje

Fuente: UN-DESA.

 

Origen de las exportaciones

Debe subrayarse que existen importantes diferencias de tamaño entre las economías de AS que se reflejan en su participación en la oferta exportable de la región: cuatro de cada diez dólares del valor exportado por AS provienen de Brasil y la participación es similar tanto en las ventas intrazona como extrazona. El peso relativo en las exportaciones totales tanto de Argentina como de Chile ronda 13%, seguidos en importancia por Venezuela, Colombia y Perú. Los países restantes tienen una participación inferior a 3,5%.

Además de Brasil, el eje principal del comercio intrasudamericano también está compuesto por Argentina, ya que ambos representan conjuntamente más de 60% de las ventas intrarregionales. En las exportaciones hacia el resto del mundo, sin embargo, Chile y Venezuela son los países con mayor incidencia luego de la economía más grande de la región (Cuadro 1).

El aumento de las exportaciones de los países sudamericanos durante el período bajo análisis 2003-2011, también se explica por el incremento de la rentabilidad del sector transable, derivado de la depreciación nominal de las monedas de algunas economías durante los años previos. Este cambio de precios relativos habría motivado mayores inversiones que redundaron en un aumento de la oferta exportable, como fue el caso de Brasil en la exploración, extracción y refinación de petróleo y de los cuatro países del MERCOSUR en la expansión -tanto extensiva como intensiva- de la frontera agrícola, entre otros (Ibid).

En el caso de algunos países también podrían haber contribuido positivamente la proliferación de acuerdos comerciales regionales (ACR), así como la intensificación del uso de regímenes especiales de comercio (Ibid). Durante este período, varias economías sudamericanas mejoraron considerablemente sus condiciones de acceso a importantes mercados de países desarrollados y emergentes, a través de la suscripción de ACR, la ampliación de acuerdos preexistentes y la puesta en marcha y consolidación de la liberalización pactada en acuerdos firmados en años anteriores. Chile fue el país pionero en la negociación de estos acuerdos y más recientemente se han sumado a esta tendencia Perú y Colombia.

 

 

Participación de América del Sur como destino de las exportaciones

El mercado sudamericano tiene especial importancia para varias economías de AS. Los diferentes niveles de relevancia del mercado regional como destino de las exportaciones permiten distinguir cuatro grupos de países: en primer lugar los países mediterráneos (Bolivia y Paraguay), para los cuales los socios regionales representaron la mayor parte de las exportaciones (58,7% y 65,2%, respectivamente) en 2011. No obstante, en el caso de Paraguay, algunas de las ventas se contabilizan como envíos a los países vecinos cuando en realidad son mercaderías en tránsito que tienen como destino final el resto del mundo (Guillén, 2012).

El segundo conjunto está compuesto por aquellas economías cuyas exportaciones a la región explican entre 20% y 40% del total de sus ventas externas: en 2011 AS absorbió casi 40% de los envíos de Argentina y Uruguay y un quinto de las ecuatorianas. En el tercer grupo se encuentran Brasil, Chile, Colombia y Perú, para los cuales el peso relativo de la región como destino se ubicó entre 10% y 20%. La relativamente baja relevancia del mercado sudamericano para Brasil resulta, entre otros factores, de la mencionada asimetría de tamaño respecto del resto de los países de la región.

El último conjunto comprende a Guyana y Venezuela, que envían al mercado sudamericano menos de la décima parte de sus exportaciones (Cuadro 1).  De acuerdo con ALADI-MERCOSUR-CAN (2006), la mayor relevancia de AS como destino de las exportaciones de Bolivia y las tres economías más pequeñas del MERCOSUR posiblemente se explica por el efecto gravitatorio (distancia y tamaño del mercado) de Brasil. 

 

Graciela Baquero