El dilema europeo

Las bolsas tiemblan ante los problemas por los que atraviesan las economías, italiana y española. Pero el tema de la crisis europea no afecta solo a las bolsas sino en primer término a la gente. Un pensionado de 78 años se suicidó en plena plaza pública en Atenas, ante la imposibilidad de subsistir dignamente. Grecia tenía una de las más bajas tasas de suicidios de Europa, ahora tiene una de las mayores.


Dos personas se prendieron fuego, en España e Italia por desesperación económica.

La tasa de desempleo europea siguió subiendo. Es ahora el 10.8%, 25 millones de desocupados.

La de España la duplica sobradamente, es 23.6%. La de los países que han aplicado a fondo la receta impulsada por ciertos organismos financieros, aumenta. La de Grecia, es 21%, Portugal 15%, Irlanda 14.7%.

Las tasas de desocupación juvenil ya superan el 50% en Grecia y España.

En todos esos países los recortes están al mismo tiempo debilitando sobremanera las alternativas de protección social.

Pero no solo están en serias dificultades los que no tienen trabajo. También hay una degradación muy fuerte en los trabajos existentes.

En el año 2011, de todos los nuevos contratos de trabajo en Europa, el 50% fueron contratos temporarios. Ello significa inestabilidad, y privación de derechos.

También remuneraciones muy bajas. En Francia, uno de los países más prósperos de Europa, aumenta la población de trabajadores pobres. Con lo que ganan no pueden pagarse una vivienda. Viven en campamentos, trailers, hoteles baratos, o con sus padres. El 8.2% de los trabajadores ganan un ingreso que los coloca por debajo de la línea de la pobreza. Eran el 7.3% en 2006. Hay 120.000 trabajadores pobres, viviendo en Francia en campamentos.

En España y Grecia, los trabajadores ubicados en pobreza, son el 16.4%.

La conflictividad social ha aumentado aceleradamente.

Parece que es hora de examinar la receta. Comenta irónicamente el Premio Pulitzer Nicolas Christoff que los griegos añoran a Pericles. Hubo una gran crisis económica en occidente en el siglo V antes de Jesús Cristo, Pericles no contestó recortando presupuestos públicos, sino por el contrario lanzó un gran plan de trabajos públicos y construyó el Partenón. Por lo visto intuía que el camino era el que Keynes iba a indicar en la gran crisis de 1930.

El New York Times es categórico. Titula editorialmente (22/3/12) “Europa necesita enmendar un pacto fiscal inflexible, que hace la recuperación económica más difícil”.

América Latina tiene motivos para sentirse reconfirmada en su búsqueda de caminos muy diferentes, ante los magros resultados europeos con las recetas convencionales.




(*) Autor con el Nobel Amartya Sen de “Primero la Gente” que termina de ser publicada en China, en mandarín.
Bernardo Kliksberg