El proteccionismo de los desarrollados. Un Alca secuestrado.
Las negociaciones por el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), están inmersas en un impasse. A pesar de la propuesta de Mercosur de liberalización de su comercio gradual con el resto de los países del área hemisférica en todo sus productos, los países desarrollados de la zona –esencialmente Estados Unidos y Canadá- se niegan a aceptar la negociación de reducción a tarifa 0 en momento alguno en varios productos, justamente los que resultan de interés para las economías del Mercosur. Las ideas corresponden al embajador brasileño Adhemar Bahadian, copresidente del Comité de Negociaciones del ALCA en este período de presidencia compartida entre Brasil y EEUU. La propuesta de circunscribir las negociaciones a las cuotas de exportación que propone EEUU, o su exigencia de adoptar márgenes de protección industrial tan elevados que ahogarían el sector de medicamentos de los países del área en desarrollo es una propuesta que no está vinculada a la idea de un acuerdo de libre comercio, aseguró el embajador en el marco de la conferencia organizada por el Centro de Estudios Brasil Contemporáneo de Buenos Aires. El proyecto del área hemisférica, que naciera vinculado a una gran aspiración de desarrollo americano, se fue poco a poco diluyendo y tornando en un proyecto de gran riesgo, señaló Bahadian, citando al “insospechado” Joseph Stiglitz , el premio nobel de economía que participó de la iniciativa como asesor de Clinton, y que llegó a la conclusión de que se había producido una adulteración de las reglas, dando como resultado un modelo con desequilibrios inaceptables. Hoy el ALCA está frenado por los dos grandes polos proteccionistas de EEUU, sostuvo Bahadian. El polo agrícola y el que está ligado a la propiedad industrial. Al concluir su intervención, graficó con una metáfora el impasse de las negociaciones en la actualidad. El área de libre comercio hemisférica está hoy secuestrada –sostuvo- y no por los países en desarrollo, que según la gran prensa se oponen al libre comercio, sino por los desarrollados, que declaman su apertura pero terminan regidos por intereses proteccionistas.
En el inicio de su exposición, Badhemar se explayó sobre el ALCA como proyecto, cómo empezó, cómo se desarrolló y en qué lugar estamos hoy, considerando una situación actual muy delicada, sin que se hayan registrado progresos por lo menos desde hace más de un año. Para entender lo que está pasando, el embajador usó como marco de análisis el concepto de deconstrucción, a modo de homenaje al filósofo francés recientemente desaparecido Jacques Derrida. Aquí vamos a hacer (en una mala comparación) la deconstruccion del ALCA, vamos a entender como fue su proyecto en realidad, sus diferentes etapas, explicó en su intervención.
ALCA es un proyecto que viene en paralelo con un momento histórico muy importante, en el que confluyen tres elementos centrales: fin del socialismo básicamente; la creación de los principios del Consenso de Washington y la creación del NAFTA que como saben es un Acuerdo de Libre Comercio que involucra a Canadá, EEUU y México. Estos tres puntos referenciales son importantes.
Consenso de Washington
Cuando se habla de Consenso de Washington hay que tener presente que son los principios que se fueron desarrollando sobre todo alrededor de las organizaciones económicas selladas en Washington, básicamente el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Entre los puntos básicos del Consenso de Washington se ubican el tema de la liberalización comercial y la desregulación.
Cumbre de las Américas (Miami 1994)
Hay que tener presente que la Cumbre de las Américas va a aparecer dentro de un proyecto amplísimo que surge en 1994 dentro del gobierno de Clinton y al final del gobierno en Brasil de Itamar Franco e inicios del de Fernando Henrique Cardozo. Contaba esta Cumbre de las Américas con un proyecto mucho más amplio que el de un simple acuerdo comercial. Los principales temas que están involucrados en la declaración de principios de Miami tienen que ver con la parte comercial: eliminación de obstáculos al comercio y la institución de un área de libre comercio.
En la Cumbre de Miami hay una referencia clara a las políticas económicas sólidas de libre comercio, íntimamente ligadas a las ideas presentadas en el Consenso de Washington. Los documentos acordados en la primera Cumbre de Miami son 23, y constituyen un listado en el que el proyecto ALCA es sólo una de las iniciativas de estas grandes líneas, en una dirección, por lo menos en un principio, en el sentido de incentivar el desarrollo económico de todos los países integrantes de las Américas. Sólo después se concentraría en el aspecto.
Estas reuniones de 1994 se van simplificando en los distintos temas originales, hasta desaparecer, por razones que no tenemos tiempo de desarrollar. Es así como se concentra el trabajo en la tentativa de creación de un Área de Libre Comercio. Este proyecto de ALCA se va a encaminar a través de reuniones de Ministros de Comercio de Relaciones Exteriores de nuestro países.
Denver (1995)
Allí se ve claramente que hay una intención de incidir en el área de América Latina. Se internaliza el proyecto NAFTA esto es el Acuerdo de Libre Comercio que fue firmado entre México, Canadá y EEUU. Hay por lo tanto una tendencia de trasladar a todo el hemisferio el acuerdo que había sido concretado entre las tres grandes economías de América del Norte. Esta tendencia se va a extender a la interministerial de Denver, ya que hasta entonces no se estaba negociando un texto de comercio, solo se iban creando las bases de este acuerdo.
Quedan así visualizados los acuerdos como el NAFTA, como la capacidad de maximizar la apertura de mercados. Esta propuesta viene de los países desarrollados, básicamente de EEUU. En ese momento se hace referencia a la gestión de acceso a mercados con la eliminación de subsidios agrícolas y disciplinamiento de medidas antidumping.
Ministerial de Cartagena (1996)
Por primera vez se habla de tomar en consideración los diferentes niveles de desarrollo de los países del hemisferio, aunque de manera muy superficial. También en la Ministerial de Cartagena se decide tener en cuenta esta diferencia e implementar una asistencia técnica a los países en desarrollo. Queda claro que la propuesta no es la de promover el desarrollo, simplemente es la de ofrecer una asistencia técnica que va a buscar “captar” a los países en esta propuesta de liberalización de los mercados.
Ministerial de Belo Horizonte (1997)
En Belo Horizonte hay una primera modificación del tema ALCA . En primer lugar se pasa a hablar de la necesidad de preservar los acuerdos de MERCOSUR y se deben tener en cuenta las necesidades de las economías más pequeñas. Belo Horizonte fue una primera tentativa de dar al proyecto ALCA una dimensión más vinculada a las necesidades de nuestros países.
Ministerial de San José (1998)
En San José (4 años después de la cumbre de Miami) se va a crear el primer mecanismo de grupos de negociación. Hay temas de gran amplitud, por ejemplo propiedad industrial, subsidios, agricultura, servicios, todos los temas de interés. En 1998 se incluyen los temas de importancia para el bloque del Mercosur, como son los subsidios y los derechos compensatorios de EEUU y también la gestión relacionada con mecanismos de inversiones del propio Brasil. Después de San José seguimos con reuniones ministeriales en 1999 en Toronto.
Ministerial de Toronto (1999)
Un fenómeno importante es que hacia 1999 ya habíamos pasado por una crisis muy importante en México en 1995, en Asia en 1997, en Rusia en 1998 y en Brasil una devaluación importante del real en 1999. Lo que es interesante es que este fenómeno que fue de gran impacto para las economías internacionales, no modificó la intención de que las economías se mantuvieran abiertas con principios de apertura de mercado y con sistemas comerciales basados en las orientaciones de la Ministerial de Toronto; el Consenso de Washington se sigue validando.
Ministerial de Buenos Aires (2001)
Fue una Ministerial muy importante, allí se empieza a pergeñar la arquitectura del acuerdo. La Ministerial de Buenos Aires en primer lugar confirma dos fechas de entrada en vigor del Acuerdo hemisférico -que quedó establecido en ese momento para 1995- y también se dan instrucciones muy claras para que se empiecen a hacer los textos de negociación. Después de la Ministerial de Buenos Aires la próxima reunión será la de Québec.
Cumbre de Québec (2001)
Un texto del presidente Fernando Henrique Cardozo correspondiente a esa cumbre, refleja su percepción de que el ALCA puede ser quizá un proceso un poco complicado para nuestras economías. “El ALCA será bienvenido si su creación fuera un paso para dar acceso a los mercados marginales; si efectivamente fuera un camino para reglas compartidas sobre problemas de dumping; en la dirección de reducir las barreras no tarifarias; evitar la distorsión proteccionista de las buenas reglas sanitarias; proteger la propiedad intelectual promoviendo al mismo tiempo las capacidades tecnológicas de nuestros pueblos y además corregir las asimetrías cristalizadas. No siendo así sería irrelevante o en la peor de las hipótesis indeseable”.
Esto denota que la preocupación del ALCA se viene gestando desde períodos anteriores al del presidente Lula. Se trata de una política de estado. Otro texto interesente es el pasaje del discurso de asunción del presidente Lula en 2003, en el que señala que “en relación al ALCA, Brasil combatirá el proteccionismo, luchará por la eliminación de barreras y tratará de emitir reglas más justas y adecuadas a nuestra condición de país en desarrollo. Buscaremos eliminar los escandalosos subsidios agrícolas de los países desarrollados que perjudican a nuestros productores privándolos de sus ventajas comparativas. Es esencial en todos esos foros preservar los espacios de flexibilidad para nuestra política de desarrollo en los campos social y regional, de medio ambiente, agrícola, industrial y tecnológico. No perderemos de vista que el ser humano es el resultado de las negociaciones”. Lo que denota el discurso de Lula Da Silva es la conciencia de que el proyecto ALCA puede ser muy riesgoso, en gran parte porque en este momento ya se conoce de manera muy clara las condiciones que impondrán en las negociaciones los países desarrollados, en especial los EEUU.
Trade Promotion Authority
El gobierno de EEUU no puede negociar acuerdos comerciales si no cuenta con un mandato del poder legislativo. El Trade Promotion Authority es la autorización que concede el Congreso americano a sus negociadores para que negocien y validen estos acuerdos con los otros países. Simplificando en forma radical, aquí tenemos dos puntos fundamentales: el primero es que en agricultura los EEUU no van a abrir los programas de crédito a la exportación de productos agrícolas que van a considerar que son productos sensibles por lo tanto productos que no pueden ser negociados en el ALCA; son cerca de 521 líneas tarifarias. Casualmente, dentro de esas 521 líneas se pueden encontrar todos -sin excepción- los productos que interesan al MERCOSUR. Por otro lado, se aprecia que la TPA (Trade Promotion Authority) mantiene como una suerte de piedra de toque, que se refiere a que la legislación antidumping americana no puede ser cambiada; es de fundamental importancia en la arquitectura proteccionista del mercado americano.
Ofertas Mercosur
En las ofertas iniciales de acceso a mercados se crearon cuatro cestas. a) De liberación inmediata de los productos; b) una canasta de liberación hasta 5 años; c) hasta 10 años y d) una canasta de más de 10 años. La propuesta de Mercosur abarcó en un 17% los productos en la lista de desgravación a); por otro lado ubicó cerca de 48% y 29 % en las canastas d) y c) respectivamente, de liberación más lenta. Mercosur colocó todos sus productos y todas las líneas tarifarias como pasibles de eliminación hasta llegar a tarifa 0, en este caso en un plazo de más de 20 años. Paradójicamente esto no ocurre con las ofertas que fueron hechas por los EEUU.
Ofertas de los EEUU
Cuando los EEUU presentan sus ofertas no lo hacen de manera uniforme para todos los países. Hacen la primera manifestación de que el área ALCA es muy asimétrica, y de ese modo auspiciarán la presentación de ofertas preferenciales para los países del CARICOM y ofertas menos generosas para los países de Mercosur. Para los países del Caribe, el ofrecimiento de desgravación inmediata para la exportación de sus productos industrializados abarcó el 91% , mientras que para los países del Mercosur, la oferta alcanzó sólo el 58%. En lo que se refiere a los productos agrícolas la oferta EEUU fue de 371 productos de una canasta especial, pero con especial hincapié en las cuotas antes que en un cronograma de desgravaciones.
Propiedad industrial
Al mismo tiempo que los EEUU hacían propuestas en lo que llamamos acceso a mercados o acceso de productos a sus mercados, desplegaban propuestas muy difíciles y muy fuertes en las áreas que tienen que ver con las nuevas disciplinas de comercio, en particular las nuevas disciplinas relacionadas con la propiedad industrial; en este caso se pretende ir más allá de lo que se había negociado en la Organización Mundial de Comercio (OMC). En una simplificación también diría que lo que es grave en el ALCA es que por un lado existe una posición basada en que no se abra un mercado americano para el ingreso de productos agrícolas de los países en desarrollo sobre todo de los países del Mercosur; pero por otro lado se pretende que nuestros países abran sus mercados para ser usados de manera indiscriminada para financiación, para compras gubernamentales, al mismo tiempo que se pretende también que se creen en nuestras economías reglas de protección mucho más fuertes que las existentes relacionadas con la propiedad industrial. En otras palabras, si el bloque del Mercado Común del Sur aceptara esta negociación (por ejemplo en el mencionado tema de patentes y marcas) se perdería toda capacidad, que hoy sí existe, de producción de medicamentos genéricos, al tornarse más fuerte la protección.
XV CNC Reunión en Trinidad y Tobago (10/2003)
En esta reunión se quebró el mito de que en las negociaciones de ALCA todo se podía negociar. Ahí se demostró que no. Se empezó a deconstruir el ALCA, el que se asumió como un acuerdo no simétrico.
En Miami, la reunión había producido la aproximación de Brasil y EEUU, que en este momento están conviviendo como los co presidentes del proceso. Ambos países compartieron la responsabilidad de llevar el proceso hasta el final. En ese cónclve se produjo tanto convergencia como realismo entre los dos grandes zares: EEUU y Mercosur. Se llegó a la conclusión de que había que rehacer la agenda del ALCA y hacia un proyecto de mayor interés para todos los socios. Eliminar de toda la agenda toda acción que no fuera negociada. Este fue un acuerdo concertado entre los 34 ministros del hemisferio con una gran presencia de los ministros del Mercosur por un lado y el ministro de comercio de EEUU por el otro.
A pesar de esto, y de la nueva reunión de viceministros en Puebla en el año 2004, los EEUU decidieron considerar que no podrían vivir con la agenda reformulada del ALCA, en razón de los fuertes lobbies proteccionistas de ese país representados en el Congreso americano; básicamente los dos más importantes, el lobby agrícola de un lado y el lobby farmacéutico del otro. Por razones obvias si se hace un acuerdo en que se puede ampliar hacia el lado del mercado de la agricultura, el lobby agrícola no estaría de acuerdo y si se insiste en propiedad industrial son los farmacéuticos los que no estarían de acuerdo.
El impasse
Ante esta situación quedamos fijados en el impasse actual, con la imposibilidad de caminar, porque tenemos de un lado los EEUU que nos ha demostrado que no puede aceptar –ni siquiera en 15 años, 20 años –la negociación de reducción a tarifa 0 en momento alguno en varios productos. Lo que propone hoy EEUU es negociar cuotas, pero este es un fenómeno que no podemos aceptar es una propuesta que no está vinculada a la idea de un acuerdo de libre comercio.
Por otro lado EEUU no estaría dispuesto a aceptar una protección moderada de la propiedad industrial, sino que siguen exigiendo amplios márgenes de protección.
¿Se trata de que Mercosur está exagerando su posición? ¿Es demasiado radicalizada? En este caso hay que escuchar la opinión de los que quedan “fuera de sospecha”. En primer lugar, Joseph Stiglitz, premio nobel de economía, sostiene que el acuerdo implementado por los EEUU – a fines de los 90 Stiglitz era asesor de Clinton y participó de dicho acuerdo- reconocía desequilibrios y que se produjo una adulteración de las reglas, que considera inaceptable. Una frase de otro hombre: Zbigniew Brzezinski. El es un hombre conservador, de la derecha moderada de los EEUU. "Por razones de política doméstica –dice- EEUU mantiene altas barreras proteccionistas para productos agrícolas e impone cuotas restrictivas sobre las importaciones de acero y textiles de los países más pobres que necesitan desesperadamente acceso a los mercados americanos. Los países en desarrollo insisten para que EEUU disminuya sus barreras comerciales pero no obtienen los medios para hacerse oír". Otro texto es el de un profesor de Londres, Ken Shadlen, que dice: "el precio a ser pagado para aumentar el acceso a mercados no podrá depender de las propias herramientas que fueron usadas históricamente para aprovechar los beneficios, entiéndase desarrollo de la integración en la economía internacional".
El ALCA secuestrado
En el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), los países desarrollados no permiten que las naciones en desarrollo dispongan de las políticas que ellos mismos utilizaron en el siglo XIX para saltar hacia su crecimiento. El proyecto ALCA que nació como vinculado a una gran aspiración de desarrollo americano, se fue poco a poco diluyendo y tornando en un proyecto de gran riesgo, de claro interés de la expansión de los grandes exportadores americanos. Hoy el ALCA está frenado por los dos grandes polos proteccionistas de EEUU: el agrícola y el que está ligado a la propiedad industrial.
El ALCA es hoy secuestrado, no por los países en vías de desarrollo, que de acuerdo con la gran prensa se oponen al acuerdo, sino por los países que no quieren hacer libre comercio. Por el conbtrario, si se examinan las propuestas que han sido hechas por Mercosur, se verá que tendían a la liberalización. Sin embargo fueron precisamente esos países desarrollados (EEUU y Canadá) los que no permiten ni siquiera imaginar la apertura de sus mercados para productos que son de interés del bloque del Cono Sur, como carne, algodón, azúcar. Existe una serie de 21 productos que están en este régimen de protección.