Exceso de stock y estrategia productora interna
El Presidente de la Cámara de Exportadores, Enrique Mantilla, sostuvo en un trabajo difundido por la entidad, que para comprender el conflicto por el tema de las barreras sanitarias impuestas al aceite de soja argentino por China, hay que tener en cuenta datos del problema del sobrestock en el gigante asiático. Además de la existencia de una estrategia de industrialización del poroto de soja en ese país. Sin duda, analizar el conflicto con China sin tener en cuenta los datos duros que subyacen en la manifestación del problema, lleva a realizar afirmaciones superficiales, afirma.
A través de un trabajo difundido por CERA, el presidente de la institución, Enrique Mantilla, explicó que en 2009, China concretó importaciones por 2,3 millones de toneladas de aceite de soja: 77% de Argentina, 21% de Brasil y 2% de EEUU.
En el primer cuatrimestre de 2010 las importaciones con respecto al año 2009 cayeron 70%, pero las proporciones de origen se mantuvieron. El 76% fue aceite de soja exportado desde Argentina, explica.
La campaña (2009-2010) se inició con un alto stock de aceite de soja -3,7 millones de Tn- y terminará, según estimaciones de diciembre 2009, con un excedente de 4,3 millones, lo que representaría el 43,5% de la demanda total.
Este año, se estima que China producirá 8,3 millones de Tn, e importará 2,1 millones, completando un consumo total de 9,9 millones de Tn, circunstancias que serían el motivo principal por el cual el gigante asiático está frenando importaciones, afirma el dirigente empresario.
Asimismo, desde 2008 se está implementando en ese país un plan para desarrollar la industrialización del poroto de soja, con el objeto de promover el valor agregado en la propia China. En este mismo sentido, un trabajo reciente de la consultora abeceb, sostiene que si China decidiese reemplazar a la Argentina como proveedor de aceite de soja, debería establecer lazos comerciales con muchos países para igualar la oferta nacional, debido a la posición que ocupa el país latinoamericano como segundo productor mundial.
Sin embargo, también podría ocurrir que incremente o sobreutilice su capacidad productiva interna a mediano plazo, explica la consultora en coincidencia con CERA, potenciando su capacidad interna de molienda y podría comprar entonces el poroto de soja únicamente como materia prima, incluso a la Argentina. Una estrategia que China ya ha implementado en otros sectores, como el del acero, con buenos resultados.
El consumo de China, de aproximadamente 10 millones de toneladas anuales, llega al 25,6% de la producción mundial de aceite de soja. El 70% de esto es cubierto por la producción interna china y el restante 30% es aportado por las importaciones. De esta manera, las exportaciones argentinas de aceite de soja explican el 23% del consumo interno de este producto en China.
Para dimensionar la importancia mundial de la Argentina en materia de aceite de soja basta señalar que en el mundo se exportan aproximadamente 12 millones de toneladas de este producto en un año, de los cuales la mitad corresponden al excedente del consumo interno argentino, que es aproximadamente el 93% de la producción nacional. Es decir, la mitad de lo que se comercializa en el mundo es de producción nacional.
Esa capacidad exportadora de la Argentina en esta área es fruto de que este país abarca el 18% de la producción total del planeta y produce con uno de los costos más bajos. Si bien Estados Unidos es el principal productor mundial (24,1% del total), su consumo interno sólo le permite exportar el 9,7% de su producción. Brasil, el cuarto gran productor mundial detrás de EE.UU., Argentina y la misma China, tiene una situación similar: sólo puede exportar el 37,4% de su producción, afirma abeceb. Por su parte, Argentina sólo consume el 7% de la aceite de soja que produce, por lo que el 93% se exporta.
En cuanto a los aspectos políticos de la relación bilateral, el canciller argentino Jorge Taiana confirmó desde Shanghai, en donde Argentina participa de una exposición, que “la presidenta Cristina Fernández de Kirchner visitará China el próximo 13 de julio, donde en la ciudad capital de Beijing mantendrá una entrevista con el presidente Hu Jintao”. El jefe diplomático recordó una vez más los ejes estratégicos que unen a ambos países en el seno del G20, y colocó el conflicto comercial por las trabas a las exportaciones de aceite de soja, en el marco de los crecientes volúmenes que alcanzaría la relación comercial, reconocidos por el propio Vicecanciller chino, Wu Hailong como el origen de los problemas bilaterales. Sus declaraciones no hacen más que confirmar el análisis previo.
En el primer cuatrimestre de 2010 las importaciones con respecto al año 2009 cayeron 70%, pero las proporciones de origen se mantuvieron. El 76% fue aceite de soja exportado desde Argentina, explica.
La campaña (2009-2010) se inició con un alto stock de aceite de soja -3,7 millones de Tn- y terminará, según estimaciones de diciembre 2009, con un excedente de 4,3 millones, lo que representaría el 43,5% de la demanda total.
Este año, se estima que China producirá 8,3 millones de Tn, e importará 2,1 millones, completando un consumo total de 9,9 millones de Tn, circunstancias que serían el motivo principal por el cual el gigante asiático está frenando importaciones, afirma el dirigente empresario.
Asimismo, desde 2008 se está implementando en ese país un plan para desarrollar la industrialización del poroto de soja, con el objeto de promover el valor agregado en la propia China. En este mismo sentido, un trabajo reciente de la consultora abeceb, sostiene que si China decidiese reemplazar a la Argentina como proveedor de aceite de soja, debería establecer lazos comerciales con muchos países para igualar la oferta nacional, debido a la posición que ocupa el país latinoamericano como segundo productor mundial.
Sin embargo, también podría ocurrir que incremente o sobreutilice su capacidad productiva interna a mediano plazo, explica la consultora en coincidencia con CERA, potenciando su capacidad interna de molienda y podría comprar entonces el poroto de soja únicamente como materia prima, incluso a la Argentina. Una estrategia que China ya ha implementado en otros sectores, como el del acero, con buenos resultados.
El consumo de China, de aproximadamente 10 millones de toneladas anuales, llega al 25,6% de la producción mundial de aceite de soja. El 70% de esto es cubierto por la producción interna china y el restante 30% es aportado por las importaciones. De esta manera, las exportaciones argentinas de aceite de soja explican el 23% del consumo interno de este producto en China.
Para dimensionar la importancia mundial de la Argentina en materia de aceite de soja basta señalar que en el mundo se exportan aproximadamente 12 millones de toneladas de este producto en un año, de los cuales la mitad corresponden al excedente del consumo interno argentino, que es aproximadamente el 93% de la producción nacional. Es decir, la mitad de lo que se comercializa en el mundo es de producción nacional.
Esa capacidad exportadora de la Argentina en esta área es fruto de que este país abarca el 18% de la producción total del planeta y produce con uno de los costos más bajos. Si bien Estados Unidos es el principal productor mundial (24,1% del total), su consumo interno sólo le permite exportar el 9,7% de su producción. Brasil, el cuarto gran productor mundial detrás de EE.UU., Argentina y la misma China, tiene una situación similar: sólo puede exportar el 37,4% de su producción, afirma abeceb. Por su parte, Argentina sólo consume el 7% de la aceite de soja que produce, por lo que el 93% se exporta.
En cuanto a los aspectos políticos de la relación bilateral, el canciller argentino Jorge Taiana confirmó desde Shanghai, en donde Argentina participa de una exposición, que “la presidenta Cristina Fernández de Kirchner visitará China el próximo 13 de julio, donde en la ciudad capital de Beijing mantendrá una entrevista con el presidente Hu Jintao”. El jefe diplomático recordó una vez más los ejes estratégicos que unen a ambos países en el seno del G20, y colocó el conflicto comercial por las trabas a las exportaciones de aceite de soja, en el marco de los crecientes volúmenes que alcanzaría la relación comercial, reconocidos por el propio Vicecanciller chino, Wu Hailong como el origen de los problemas bilaterales. Sus declaraciones no hacen más que confirmar el análisis previo.
Graciela Baquero