INTI: Desarrollan textiles funcionales a partir de tecnología plasma
Especialistas del INTI trabajan con tecnología plasma (cuarto estado de la materia), para agregar valor a tejidos nacionales.
Especialistas del INTI trabajan con tecnología plasma (cuarto estado de la materia), para agregar valor a tejidos nacionales.
Prendas de fácil higiene, indumentaria impermeable y fibras repelentes a las manchas, son algunas de las posibilidades que se abren con este sistema. El Instituto cuenta con un equipo de tratamientos por plasma que permite producir modificaciones físicas y químicas sobre superficies textiles.
Más del 99% de la materia visible del universo se encuentra en estado de plasma, desde el sol hasta las estrellas. Si bien en la tierra este gas se presenta en situaciones aisladas (como en los rayos, o la aurora boreal) la tecnología hace posible generarlo de manera artificial y ponerlo al servicio de la industria. Este es el camino que siguieron especialistas del Centro de Textiles del INTI, que están utilizando este sistema para conferir mejoras en las propiedades de tejidos nacionales.
“Desde el INTI estamos trabajando con esta tecnología para agregar valor a la fibra de llama, camélido autóctono de la región sudamericana. Como resultado de los ensayos realizados hasta el momento pudimos demostrar que el tratamiento con plasma permite reducir su encogimiento y minimizar su tendencia al afieltrado —apelmazamiento del pelo que se produce como consecuencia de la presión, la humedad o el calor—. Además se utiliza para modificar sus propiedades superficiales a una escala nanométrica (diámetro 15 veces más pequeño que un cabello)”, detalla la ingeniera Sandra Di Mauro, especialista de ese Centro del INTI.
“El plasma permite eliminar material de la superficie, incorporar grupos químicos específicos y depositar finas capas en las fibras textiles”, resume Di Mauro. Este tratamiento se emplea también para minimizar la tendencia al pilling (formación de nudos o bolitas), confeccionar materiales repelentes al agua y a las manchas, facilitar la esterilización de textiles medicinales o higiénicos, mejorar la adhesión tanto de laminados como de teñidos y estampados, entre otras funciones.
Si bien la implementación del plasma en la industria textil argentina es incipiente, a nivel mundial su utilización se ha ido extendiendo en los últimos años para reemplazar los procesos denominados “húmedos”. La ventaja de esta tecnología es que no consume agua, permite reducir costos, y no emplea sustancias que pueden ser perjudiciales para la salud y el ambiente (como los compuestos orgánicos halogenados, usualmente aplicados en este sector).
“La tecnología permitirá no sólo agregar valor a la fibra de llama sino también alcanzar estándares de calidad internacional, como el easycare (de fácil cuidado). Además, podrá implementarse en diferentes productos textiles para mejorar su competitividad y su diferenciación en el mercado”, anticipa Di Mauro.
Este trabajo se enmarca en el proyecto FONARSEC “Desarrollo de procesos y productos innovadores para la cadena de valor de camélidos”. Además, se suma a las acciones que lleva adelante el INTI para promover el desarrollo industrial mediante la innovación y la transferencia tecnológica. INTI.
Seguridad alimentaria, clave para la salud y el comercio
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, cada año más de 77 millones de personas padecen enfermedades de transmisión alimentaria en el continente americano. Con el fin de desarrollar y analizar información en la materia, que sirva como base para la adopción de políticas públicas en el país, en diciembre de 2016 el INTI se sumó a la Red de Seguridad Alimentaria (RSA) impulsada desde el CONICET.
“Formar parte de la Red es muy importante para el Instituto porque es un reconocimiento formal a las acciones que llevamos adelante en relación a la temática. En este sentido, antes de formalizar el vínculo nos convocaron a participar de dos consultas que recibieron de empresas referidas al etiquetado de alérgenos (sustancias que pueden inducir reacciones alérgicas) en alimentos”, destaca María Cristina López del Centro INTI-Agroalimentos, que forma parte del Comité Asesor Permanente (CAP) de la RSA junto con la ingeniera Viviana Renaud del Centro INTI-Carnes.
El INTI es uno de los organismos nacionales que integra la Red y aporta su experiencia en la temática junto con SENASA, ministerios nacionales, universidades, INTA, INAL, municipios y comunas. Su función es brindar asesoramiento científico-técnico, sugerir la conformación de grupos de investigación, realizar recomendaciones y elaborar informes, abordar las problemáticas/necesidades en relación a la temática y proveer de información.
Esta articulación se suma a las acciones que impulsa el INTI desde hace 60 años y permite fortalecer la interacción entre instituciones nacionales e internacionales que gestionan el riesgo desde la seguridad alimentaria, ofrecer asistencia técnica para evaluar y fundamentar los temas prioritarios para el país en la materia, realizar análisis de riesgo sobre los peligros en diferentes cadenas agroalimentarias, entre otras actividades. “Todas las empresas que quieran realizar consultas sobre la temática podrán hacerlo a través del sitio http://rsa-conicet.gob.ar”, agrega López.
Líneas de trabajo de la Red de Seguridad Alimentaria
- Bacterias transmitidas por alimentos
- Métodos rápidos en microbiología clínica e industrial
- Evaluación cuantitativa de riesgos en cadenas agroalimentarias
- Residuos de medicamentos veterinarios en alimentos de origen animal
- Vigilancia de la resistencia antimicrobiana y del uso de antimicrobianos en salud animal y producción agroalimentaria
- Identificación de especies en alimentos
- Estrategias de intervención pre-faena para reducir la diseminación de los patógenos transmitidos por los alimentos durante la producción primaria
- Sistemas de producción agropecuaria: comportamiento ambiental de microcontaminantes, riesgos potenciales y tecnologías de remediación
- Transferencia de elementos traza inorgánicos desde matrices ambientales a la cadena agroalimentaria
- Producción pesquera: determinación de stocks, acuicultura y calidad de las especies comerciales
- Micotoxinas en las cadenas alimentarias
- Malnutrición