La Estrategia de Empleo MERCOSUR. Pivote de la integración

Los órganos sociolaborales del MERCOSUR han colocado en el centro del proceso de integración el tema de la generación del empleo con todo lo que ello implica. Ocuparse de discutir el problema de la integración económica, abordar temas como las complementariedades productivas y el tratamiento de las asimetrías, es la condición sine qua non para avanzar en una política coordinada en el área, explicó Julio Rosales en su intervención en el ciclo sobre la actualidad de la integración organizado por el Centro Argentino de Relaciones Internacionales (CARI). En una ponencia que incluyó los antecedentes de los órganos sociolaborales del bloque y los nuevos enfoques que campean en la región, el Coordinador de Asuntos Internacionales del Ministerio de Trabajo destacó el avance que significó la creación del Grupo de Alto Nivel, instituido para elaborar las bases conceptuales, metodológicas y operativas que permitirán implementar la Estrategia regional MERCOSUR, en el marco de los nuevos cánones del “empleo decente” instituido por la OIT.


Hablar de los Órganos Sociolaborales del MERCOSUR se relaciona con poner el acento en la Decisión de diciembre de 2004 del Consejo de Mercado Común, celebrada por los presidentes del MERCOSUR, que generó la creación del Grupo del Alto Nivel para la elaboración de una estrategia regional MERCOSUR para el crecimiento del empleo.

Los antecedentes

Hay algunos hitos históricos en el MERCOSUR ligados al desarrollo de los órganos sociolaborales. El Tratado de Asunción, en el momento de su firma en marzo de 1991, estaba sustentado en factores fundamentalmente económicos y comerciales, imbuidos por las corrientes político – ideológicas que imperaban en ese momento en la región. El acento puesto en lo económico y comercial prevaleció sobre los aspectos sociales, culturales y laborales que se desarrollan en todo proceso de integración.

Sin embargo, el Tratado contenía algunos elementos que legitimaban la creación del espacio laboral del MERCOSUR. En el prefacio el Tratado se refiere al “desarrollo económico con justicia social” y “la mejora en las condiciones de vida de la población”. La Reunión de Ministros de Trabajo del MERCOSUR tomará posteriormente estas referencias y emitirá la Declaración de Montevideo de mayo de 1991, que pone el acento en la importancia de los aspectos sociales y laborales del proceso de integración. Así se llega a la creación también en 1991, del Subgrupo 11 de Asuntos Laborales (SGT 11).

Posteriormente, el Protocolo de Ouro Preto de mayo de 1994, dejará plasmada la estructura institucional del MERCOSUR tal cual la conocemos hoy, con la constitución del Consejo Mercado Común como el órgano superior del bloque, la Comisión Parlamentaria y el Grupo Consultivo Económico Social. En 1995, el SGT 11 se transforma en el Subgrupo de Trabajo 10 (SGT 10), que amplía la visión a las relaciones laborales, el empleo y la seguridad social. Quedan conformadas en ese momento tres Comisiones Temáticas en el Subgrupo: Relaciones Laborales; Empleo, Migraciones Laborales y Formación Profesional; y Salud y Seguridad en el Trabajo, Inspección en el Trabajo, Seguridad Social y Trabajo Infantil.

En 1997, en el marco del SGT 10, se genera la iniciativa de la Carta Social. El proceso de consulta concluye en diciembre de 1998 con la Declaración Sociolaboral del MERCOSUR y la institución de un Comité de Seguimiento, de verificación de los avances en cada país de los postulados de la Declaración.

La actualidad

Para situarnos en la situación actual de los órganos sociolaborales del MERCOSUR debemos remitirnos a mayo de 2003. El agravamiento del nivel de desempleo en la región, constataba que hacía más de una década que se estaba produciendo un deterioro en la calidad del empleo, con el consiguiente aumento de desigualdades sociales y regionales. Un problema grave para los países del MERCOSUR, y a la luz de la cuarta cumbre de las Américas para todos los países de América Latina. Esta constatación, sumada al cambio de perspectivas políticas en la región –gobierno de Lula Da Silva en Brasil, de Kirchner en Argentina- plantean también el problema de la generación de empleo aplicando el concepto de “trabajo decente”, siguiendo los preceptos de la Organización Internacional del Trabajo, que se refiere al trabajo con equidad, en condiciones de libertad, seguridad y dignidad humana. Este enfoque tuvo su correlato en los órganos sociolaborales del MERCOSUR.

Cuando en mayo de 2003 se reúne la Comisión Sociolaboral para encaminar las Memorias Nacionales en torno al empleo y establecer un documento consolidado sobre la situación del empleo en la región, se verifica la imposibilidad de elaborar un informe conjunto, porque existían diferencias de criterio y situaciones de disparidad. Esto lleva a la Comisión Sociolaboral a decidir la celebración de una Conferencia Regional de Empleo del MERCOSUR, de carácter tripartito (gobiernos, empleadores, sindicatos).

Mientras tanto, en octubre de 2003 se produce el documento del Consenso de Buenos Aires, en el cual los Presidentes Lula Da Silva y Kirchner firman lo que la Cancillería en su momento, califico de asociación estratégica entre ambos países”. Representa la voluntad de “garantizar a todos los ciudadanos el pleno goce de derechos fundamentales, incluido el derecho al desarrollo, en un marco de bienestar y justicia social, acorde con los propósitos, valores y objetivos establecidos en la Cumbre del Milenio”. Ese documento reafirma también el “trabajo decente” como instrumento de desarrollo humano y auspicia la Conferencia Regional que se celebrará en el mes de abril. Argentina tuvo un alto protagonismo, ya que había asumido en ese momento la presidencia Pro Tempore del MERCOSUR. Posteriormente, el Acta de Copacabana reafirmará las posiciones del Consenso.

La Conferencia Regional de Empleo

Llegamos así, en abril de 2004, a la celebración de la Conferencia en Buenos Aires. La participación argentina fue destacable, ya que contó con la presencia de funcionarios de Cancillería, Economía, Ministerio de Trabajo, de Educación, sectores sindicales y empresariales. La participación del resto de los países del MERCOSUR fue un tanto desigual; solo Brasil envió una representación del Ministerio de Economía.

La Conferencia permitió en forma tripartita poner sobre la mesa temas como la situación del empleo, y plantear los distintos elementos y situaciones que convergen en torno a la generación del empleo.

En el marco de la Conferencia, se produce otro hecho, que es la Reunión de Ministros de Trabajo del MERCOSUR, que genera una Declaración. El documento señala el desafío para el MERCOSUR de colocar al “empleo de calidad” en el centro de las estrategias de desarrollo. Por otro lado, afirma la necesaria articulación de todas las políticas publicas en torno a la generación de empleo. Recomienda la elaboración de una estrategia MERCOSUR para resolver el problema de la generación de empleo, con la activa participación de la Comisión Sociolaboral, del Foro y de los Ministerios asistentes a la reunión.

A partir de este reunión, los órganos sociolaborales del MERCOSUR comienzan el trabajo de replantear la agenda de temas y, acorde con estos lineamientos, colocar como eje de la agenda el problema de la generación de empleo. Posteriormente, en las reuniones de estos órganos (Comisión Sociolaboral y SGT 10) en San Pablo, se cristalizarán los lineamientos de la reunión. Se decidió trabajar en tres módulos operativos:

a) generación de empleo en el MERCOSUR. Se prioriza la gestión y el rol técnico del Observatorio del Mercado de Trabajo del MERCOSUR, y se insiste en el fortalecimiento de las políticas de protección a los desempleados en el marco de la región;
b) libre circulación de trabajadores en la región. Se encara la construcción del sistema de certificación ocupacional, la organización de los principales institutos laborales, la promoción de acuerdos transfronterizos y la aplicación del Acuerdo Multilateral de Seguridad Social del MERCOSUR, que se puso en marcha en 1997 pero recién en noviembre del ’94 es ratificado por Paraguay. En noviembre de 2002 se ratifica el Acuerdo de Libre Residencia en la región, con lo que se avanza en el mercado común laboral. La ratificación de este acuerdo consolidara al MERCOSUR, al instituir la libre circulación de las personas en el territorio.
c) Fortalecimiento de la dimensión sociolaboral. Los temas prioritarios son la erradicación del trabajo infantil, el análisis de la vigencia del convenio de la OIT de la región y el avance en la inspección del trabajo.

Grupo de Alto Nivel. Clave de la Estrategia

Así llegamos al la Reunión Extraordinaria del Grupo Mercado Común de Bello Horizonte de diciembre de 2004. esta reunión instituye la creación del Grupo de Alto Nivel para la elaboración de una estrategia MERCOSUR dirigida al crecimiento del empleo.

La Cumbre de Presidentes del MERCOSUR de Ouro Preto, celebrada en los días posteriores, producirá una declaración en la que se califica de “prioritario” al problema de la creación de empleo, y se decide impulsar su desarrollo.

Según la decisión del Consejo Mercado Común de Creación del Grupo de Alto Nivel, este estaría conformado por los Ministerios responsables de las políticas económicas, laborales y sociales, con la participación de las organizaciones económicas y sociales participantes de los órganos sociolaborales del MERCOSUR. El objetivo del Grupo instituido es el de elaborar las bases conceptuales, metodológicas y operativas para la implementación de una estrategia MERCOSUR de empleo.

Este movimiento convergente en la preocupación en torno al tema del empleo, reflejado también en la ultima reunión de la OEA, produce un balance ampliamente positivo en torno al funcionamiento de los órganos sociolaborales del MERCOSUR. La Comisión Sociolaboral ha cumplido su rol al señalar una situación que se estaba desarrollando a nivel regional, y plantear el avance en torno a iniciativas políticas que generen respuestas. La agenda del año 2005 está fuertemente marcada por el objetivo de avanzar en la constitución del Grupo de Alto Nivel y la discusión en torno a los pasos necesarios de abordar para la elaboración de esta estrategia MERCOSUR de empleo.

En este sentido, cabe recordar lo que aconteció en torno al tema en otros procesos de integración. En la Unión Europea, por ejemplo, en el año 1994 se comenzó a trabajar sobre el problema de la estrategia de empleo que se cristalizó en 1997 con las directivas de la Unión.

Los órganos sociolaborales han colocado en el centro del proceso de integración el tema de la generación del empleo con todo lo que ello implica, como es discutir el problema de la integración económica, abordar temas como las complementariedades productivas, el tratamiento de las asimetrías, y así sucesivamente.

Graciela Baquero