Las elecciones peruanas, el recambio del continuismo

Pareciera ser que las elecciones que están por desarrollarse en abril próximo, se encaminan inevitablemente a una segunda vuelta y que uno de los dos contendientes sería el ex presidente Alejandro Toledo. Hasta ahí casi dos certezas.


Entre las incertezas estarían saber quién puede ser el rival de la segunda vuelta, allí hay tres candidatos: Luis Castañeda Lossio, Keiko Fujimori, y Ollanta Humala, todos bastante cerca entre sí. Esto lo marca también la última encuesta realizada por la encuestadora Imasen que le otorga a Toledo un primer lugar con el 30% de intención de voto. Lo más interesante es que ubica a Luis Castañeda Lossio en segundo lugar con un 19,6%, quien en los últimos dos meses venía bajando en las preferencias según las encuestadoras y se ubicaba siempre en el tercer lugar bastante lejos de Keiko Fujimori (quien también ha venido en baja en las encuestas) quien ahora está tercera con un 19,2%, lo que quiere decir que hay un empate técnico pero que no deja de ser importante el dato que aporta: Castañeda está recuperándose.

Hasta aquí lo conocido. Lo interesante es analizar una cuestión que se discute bastante en la prensa y en las calles de Perú y es ¿Alan García hace campaña y busca favorecer a Luis Castañeda Lossio? ¿Es su preferido?

Respecto a esto, la prensa en general coincide en decir que el gobierno favorece al ex Alcalde limeño en detrimento de Toledo o Keiko Fujimori, que es su preferido y aquí me parece que incurren en un error, ¿cuál? Que puede ser que sea su preferido, pero no es al único que favorece. Porque un Presidente tan criticado y desacreditado como Alan García, que además tiene un partido que no presenta candidato por una grave crisis interna y con varios dirigentes acusados de corrupción, así como el Presidente de la República , parece que es obvio que criticando y generando operaciones políticas y de prensa que supuestamente vinculan a Toledo con el narcotráfico y que además se descubre que los miembros del Gabinete de Alan tienen los mismo vínculos, concluyen favoreciendo al candidato de la Chakana (Toledo).

La gente lo termina eligiendo y Alan parece saber esto, mientras él se oponga y haga campaña en contra de Toledo más lo favorece, y ese parece ser el juego. Queda claro que si hay un personaje que a García no le conviene que gane las elecciones y es el enemigo del establishment es Ollanta Humala, aunque no es el mismo de 2006; ha lavado su imagen y discurso, lo ha adaptado tal cual hizo Lula da Silva para ganar su primera elección presidencial, pero Humala no se percató que la realidad y características del electorado peruano es distinto al de Brasil.

Los otros tres candidatos no son opositores ni en lo político ni en lo ideológico, juegan y votan la leyes que necesita y quiere el gobierno con la bancada oficialista en el Congreso; es más, varios de los candidatos de las listas al congreso Nacional como los aspirantes al Parlamento Andino, tienen causas judiciales y han sido protegidos por el gobierno nacional para no responder ante la justicia, un caso paradigmático es el congresista fujimorista Raffo.

Por otro lado desde el debate ideológico, ninguno de los tres primeros en las encuestas plantea una objeción al modelo económico iniciado por la gestión de Alberto Fujimori, en Alejandro Toledo es comprensible ya que él mantuvo dicho modelo. Luis Castañeda no objeta nada y es más, no propone ninguna modificación, Keiko igualmente. Los tres discuten simplemente planes de salud u oftalmológicos para la gente carenciada, alguna otra ayuda social, algún plan de vivienda. Pero nada de reformas o cambios estructurales para desterrar los grandes bolsones de pobreza en la sierra o la selva, la miseria de la población rural; no se plantean discusiones en lo concerniente a la venta de la soberanía en recursos naturales y minerales, así como en cuestiones estratégicas como por ejemplo los puertos, que están siendo adquiridos por empresarios chilenos (no hay que olvidar que Chile es el principal inversor en la economía peruana, sobre todo en recursos estratégicos).

¿Por qué Alan García temería un triunfo de Toledo, si a pesar de haber sido denunciado por casos de corrupción, así como de familiares, custodios y de personas de su gabinete, no se han investigado durante la actual presidencia de Alan García y Toledo hizo la “gran Alan” y se fue a EE.UU. a enseñar para volver sólo a hacer campaña?

¿Por qué temería Alan un triunfo de Keiko Fujimori, si los miembros de la bancada de Cambio 90 le deben mucho a Alan, los salvó de varias y sigue, si además muchos apristas visitan asiduamente al reo Alberto Fujimori, si nadie investiga los fondos y cuentas no declarados de los hijos que nunca trabajaron de Fujimori?

¿En qué se diferencian ellos de Luis Castañeda Lossio, cuya gestión frente a la Alcaldía de Lima está sospechada de varios casos millonarios de corrupción y hace campaña tranquilo? ¿Tendría que temer Alan ante estos candidatos? ¿Podrían investigarlo, querrían investigarlo, les convendría investigarlo?

Es sumamente claro que estos candidatos responden a una lógica de gobierno y a un patrón económico que no piensan cambiar y que no representan una amenaza para el gobierno actual en materia judicial así como tampoco para los grupos de poder económico, sobre todo los sectores mineros y los capitales chilenos que son los grandes beneficiarios desde 1990 hasta la actualidad del modelo político-económico imperante en el Perú.



* El Lic. Prof. Renzo Sosaya Gomez es investigador del CAEI. Contacto: Tel 011 1567379605 (Para Argentina) o +54 911 67379606 (para el exterior)

Renzo Sosaya Gomez