Los Países Emergentes y la Nueva Geografia de Crecimiento

El informe Science, Technology and Industry Scoreboard, en su décima edición recién divulgada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) enfatiza las fuentes de crecimiento de largo plazo, y destaca la nueva geografía de crecimiento de largo plazo, asociada a la emergencia de nuevos players, notoriamente Brasil, China, India, Indonesia, Africa del Sur y Rusia, países que componen el grupo BRIICS. Además, presenta un amplio conjunto de indicadores sobre las inversiones en I&D e innovación tecnológica, según lo reproduce la última carta editorial del Instituto de Estudios para el Desarrollo Industrial, IEDI, de Brasil.


El punto de partida del informe es la constatación de que la economía mundial enfrenta actualmente desafíos extraordinarios. Además de las presiones ambientales que desafían la sustentabilidad de los modelos de desarrollo y del aumento de la esperanza de vida de la población, se está colocando una presión mayor sobre la capacidad de los sistemas de salud para atender las necesidades de una población en envejecimiento. Nuevas presiones han surgido como consecuencia de la globalización, que avanza a ritmo y escala sin precedentes. Con el aumento del comercio internacional, la profundización de la integración económica, especialmente en las economías emergentes, y una mayor fragmentación geográfica de los procesos de producción, las cadenas globales de valor se tornarán cada vez más complejas.

En esta nueva geografía del crecimiento, el liderazgo de las economías más maduras está siendo erosionada por la competencia internacional de nuevos jugadores. Por otra parte, la capacidad de acción de los gobiernos de las economías desarrolladas está limitada en razón de la persistencia de algunos de los efectos de la recesión económica reciente, en particular los elevados niveles de desempleo y de deuda pública. En la apreciación de la OCDE, cada vez más, la innovación es vista como esencial para el enfrentamiento efectivo de esos desafíos. Además de ayudar a retomar el crecimiento, la innovación desempeñará un papel clave para la emergencia de nuevas fuentes sustentables de crecimiento y de competitividad.

Para mejorar la comprensión de esas transformaciones asociadas a la globalización, el informe trae nuevos conjuntos de indicadores. Uno de ellos, en base a datos de comercio bilateral y tablas de insumo producto, proporciona estimaciones discriminadas de comercio por categorías de industria y por utilización final. Esos nuevos indicadores revelan cuánto de las exportaciones de un país se destina al consumo de las familias extranjeras o cuánto de las exportaciones es utilizado, como bien intermedio, en procesos de producción en países extranjeros.

Para la mayor parte de las economías – área de OCDE y grupo de los BRIICS –, la presencia de las importaciones incorporadas en las exportaciones aumentó en la última década. Sus orígenes cambiaron, en señal clara de aumento y evolución de las interdependencias. Por ejemplo, en los últimos años, China ha contado cada vez más con las importaciones (principalmente de Europa, Japón y otras economías de la OCDE) para la producción de bienes finales para exportación; otras economías, como el Japón, registran la ampliación del contenido de origen chino incorporado en sus exportaciones de bienes finales.

De modo similar al que se observa para las exportaciones totales, entre 1995 y 2005, en la mayoría de los países investigados se produjo un aumento de la participación del contenido importado en el consumo de las familias, reduciendo la contribución del valor adicionado interno. En China, India y Brasil, la participación del contenido importado indirecto es relativamente elevada debido a la baja penetración de las importaciones de bienes finales y servicios para el consumo de las familias en relación con los países de OCDE.

En los últimos 20 años, también se produjo la intensa globalización de las actividades de producción. En 1990, los países del G7 respondían por dos tercios del valor agregado en la industria de transformación en términos mundiales. Actualmente, la porción del G7 en el valor agregado mundial es inferior al 50%. En 2009, China ya había prácticamente alcanzado a los Estados Unidos en la producción manufacturera. En cuanto a la participación de Brasil e India, se ubican entre los principales productores mundiales y ahora al nivel de Corea.

El informe destaca que la emergencia de nuevos actores promovió igualmente cambios significativos en el escenario global de investigación y desarrollo (I&D).Las economías emergentes no miembros de OCDE responden por una parcela creciente da actividad mundial de I&D, medida tanto en términos del total de investigadores como de gastos con I&D. Con gastos del orden de USD 400 bilhões en 2008, los Estados Unidos se mantienen como líder en las inversiones en I&D. Pero China ya avanzó sobre Japón y ocupa la segunda posición, con gastos equivalentes a un tercio del total americano en paridad de poder de compra.

El informe trae también novedades en lo que se refiere a los indicadores relacionados con las actividades de I&D. Para una mejor comparación internacional, algunos indicadores tradicionales fueron reformulados. Es el caso, por ejemplo, del indicador de intensidad del gasto privado con I&D (BERD) que fue ajustado a la estructura industrial media de la OCDE. Ese nuevo indicador muestra que, en países como Finlandia, Alemania y Corea, cuyas economías son relativamente especializadas en alta y media alta tecnología, la intensidad del BERD ajustada estaría debajo de la media de la OCDE de 2,5%. En contraste, países como Francia, Islandia y Holanda tendrían una intensidad de BERD mayor, en el caso de que tuviesen la estructura industrial media de la OCDE. En los países de Europa meridional y oriental y en México, con todo, una estructura industrial más próxima a la media de la OCDE no resultaría en mayor intensidad de I&D. Esto indica que el gasto privado con I&D es inferior a la media, independientemente de la especialización sectorial.

El trabajo de la OCDE traza también algunos indicadores experimentales, como estimaciones cuantitativas de incentivos fiscales concedidos a las actividades de I&D del sector privado, e indicadores de las modalidades de financiamiento público directo de la investigación básica (financiamiento institucional versus financiamiento de proyectos) o aún el indicador de presupuesto gubernamental de I&D por sector nacional de ejecución.

Las nuevas estimaciones del costo de los incentivos fiscales al I&D y los datos sobre el soporte financiero directo a las actividades empresariales de investigación & desarrollo muestran que algunos países ofrecen más apoyo indirecto que directo (por ejemplo, Dinamarca y Portugal); hay otros casos, como los Estados Unidos y Reino Unido, que proveen relativamente mayor apoyo directo. Actualmente, 26 de los 34 países de la OCDE y diversas economías no miembros de la OCDE conceden incentivos fiscales a las actividades privadas de I&D.

El indicador sobre el financiamiento de la investigación básica realizada por el sector de educación superior muestra que las diferencias significativas existentes entre los países de la OCDE, reflejan las distintas configuraciones de los sistemas nacionales de investigación. En Dinamarca, Israel, Nueva Zelandia, Austria y Alemania, el financiamiento institucional es el modo principal de soporte financiero gubernamental, en cuanto a Bélgica y Corea predomina el financiamiento de proyectos.
Fuente: IEDI de Brasil, traducción propia
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