Nuevos aires para la negociación entre empresarios
Luego del aparente fracaso de las negociaciones entre los empresarios argentinos y brasileños, y la intervención del Gobierno argentino, se alcanzó un primer acuerdo para evitar trabas burocráticas en el intercambio textil bilateral . El acuerdo logrado entre los fabricantes de denim, podría servir como antecedente para un conflicto similar que se suscitó por la importación de hilados acrílicos brasileños a la Argentina. Se trata de un sector clave para la reactivación de la economía argentina; por ser uno de los sectores más intensivos en manos de obra y por los niveles de recuperación logrados en 2003.
Luego de más de un semestre de negociación, los fabricantes de Denim -tela que se utiliza para la confección de Jeans- de la Argentina y Brasil cerraron el primer acuerdo para limitar el ingreso en el mercado local a 14 M de metros de la tela utilizada para confeccionar prendas de jean, un volumen 30% inferior al del 2003.
Las tratativas se realizaron entre la local Cámara de Productores de Denim, Corderoy y Afines y la Associação Brasileira da Indústria Têxtil e de Confecção (ABIT), que luego de marchas y contramarchas lograron un avance sustancial cuando el Gobierno argentino anunció que aplicará licencias no automáticas de importación para productos textiles que trabará burocráticamente el ingreso en el mercado local.
El acuerdo entre privados estaba empantanado por la negativa de la ABIT, que conduce Paulo Skaf, a reducir las ventas a la Argentina, que en el año 2003 alcanzaron un récord de 20 M de metros, cuando el promedio anual desde 1997 era de unos 12 millones. Ante el anuncio de la traba burocrática que aplicará el Gobierno, los brasileños protestaron, pero se sentaron a negociar con una propuesta para reducir 25% el volumen de exportación de 2003. Los empresarios argentinos hicieron una contrapropuesta, y llegó finalmente el acuerdo.
Un sector clave en la reactivación argentina
Según un informe de Ecolatina, la producción industrial del sector textil experimentó en 2003 una fuerte recuperación. Prácticamente todos los sectores mostraron variaciones positivas, impulsados por la expansión del mercado interno, la sustitución de importaciones y, en menor medida, el crecimiento de las exportaciones. Las favorables condiciones, tanto internas como internacionales, posibilitaron y generaron un marco propicio para la recuperación de la actividad manufacturera.
Entre los factores que resultaron decisivos para apuntalar la producción industrial, cabe remarcar la mejora en la competitividad derivada de la liberación del tipo de cambio. En el año la paridad del dólar, en términos reales, resultó 75% superior al nivel vigente hacia fines de 2001. Así se posibilitó un proceso de sustitución de importaciones y mejoró, asimismo, la ecuación exportadora, en una primera etapa. En este caso las ventas externas también tuvieron el impulso adicional derivado de las mejoras en algunos precios internacionales.
Mostrando todas estas señales positivas, este rubro productivo es el que mejor sintetizó el doble efecto del aumento de la protección efectiva por el cambio en la paridad cambiaria real (y el consiguiente proceso de sustitución de importaciones) junto con el repunte de la demanda interna, como consecuencia en lo sustancial, del aumento en las horas trabajadas y en el nivel de ocupación.
Precisamente, el sector textil – uno de los más intensivos en mano de obra – es uno de los que más está contribuyendo al aumento en la tasa de ocupación. Desde otra perspectiva, tanto la incorporación de trabajadores como los aumentos en las remuneraciones que se registran en el sector, son indicativos de que los empresarios apuestan a una nueva mejora en la situación sectorial.
Proteger y Negociar
El presidente de la Fundación Pro-Tejer, Aldo Karagozian, entidad que fue uno de los mayores impulsores de la negoción, consideró que ese avance puede ayudar para terminar con "muchos años de conflicto comercial" con ese país. "Es una señal muy positiva y un hecho inédito para el intercambio comercial textil entre Argentina y Brasil", afirmó Karagozian.
Para Karagozian, el acuerdo "es una señal muy positiva que nos permite vislumbrar un nuevo mecanismo de entendimiento para superar tantos años de conflicto comercial entre ambos países". "Los empresarios textiles reconocemos y felicitamos la gestión que vienen realizando tanto la Secretaría de Industria argentina como la brasileña, para hacer posible este acuerdo entre privados", dijo.
El titular de la Fundación Pro-Tejer explicó también que ese convenio "será objeto de revisiones periódicas por parte de los sectores privados de Brasil y la Argentina para evitar perjuicios comerciales a los productores de 'denim' de nuestro país y asegurar una oferta irrestricta a los sectores demandantes del producto". Además calificó de "hecho inédito" al nuevo sistema de negociación entre privados, que será monitoreado por las autoridades de los dos países para que "la evolución del acuerdo, permita observar y asegurar, el cumplimiento de sus objetivos".
Otro rubro de esta actividad que se incluye entre los afectados por las licencias resulta el de los hilados acrílicos, aunque la Federación de Industrias Textiles de la Argentina (FITA) ya se reunió en la ABIT para negociar un acuerdo, mientras las partes entran recién en la primera etapa de discusión. De todos modos, los industriales encabezados por el titular de la entidad, Alejandro Sampayo, consideraban que el antecedente del denim y la amenaza de que el Gobierno aplique una traba al comercio podría agilizar un entendimiento.