Relaciones Internacionales y Comercio Exterior
Los anuncios y más tarde las medidas adoptadas por el gobierno argentino, con respecto a las importaciones provenientes de un vasto número de países asiáticos, señalan los riesgos de decisiones apresuradas que vulneran estrategias de inserción internacionales de mediano y largo plazo de un país. Crear desconfianza en las relaciones internacionales, subestimar la importancia de los mecanismos de negociación, desconocer las propias cifras del propio comercio exterior con los países del Grupo 4, principales damnificados de las medidas adoptadas, son errores que se pagarán en algún momento, nada es gratis en un mundo globalizado, señala Raúl Ochoa * en su último trabajo. El tema de China: Comercio e Inversiones. Oportunidades y amenazas. Abordajes para su mercado, serán desarrollados por el especialista en el marco de la conferencia “Escenarios y apertura de oportunidades comerciales en el nuevo Mercosur”, auspiciada por mercosurabc en el ciclo de actividades académicas de EXPOCOMEX 2007. Para ver Agenda y obtener acreditación pulse aquí.
El denominado Grupo 4 formado por trece países sobre los cuales se han aplicado regulaciones aduaneras tendientes según lo enunciado, a un mejor control de las importaciones, involucra a cuatro países de economías avanzadas: Corea, Taiwan, Hong Kong y Singapur, según la clasificación de la OCDE y del FMI, y nueve países en desarrollo donde se encuentran China, India, Indonesia, Tailandia, Malasia, Pakistán, Filipinas y Vietnam, región que concentra cerca del 50 % de la población mundial y alrededor de la cual según todas las proyecciones, girará gran parte del crecimiento económico y comercial del futuro.
Un principio elemental de la relaciones internacionales señala, que si existe un problema con una nación en particular, por caso China, dado su tamaño y peso específico lo mejor es negociar y si no se obtiene una respuesta satisfactoria actuar, pero siempre comunicando los pasos a dar en defensa de legítimos intereses de protección a determinados sectores industriales. Lo que indican también ciertos principios de las relaciones internacionales, es no generalizar las acciones, evitando de esa manera coaliciones defensivas u ofensivas que de otra manera no se hubieran sentido afectadas.
Pero lo peor es que, en ese apresuramiento en la toma de medidas, tampoco se evaluaron las cifras de comercio exterior con los países involucrados, análisis que se efectúa a continuación paso a paso.
Los trece países incluido China, representaron en el año 2006 el 14,6 % de las exportaciones argentinas y en los primeros 6 meses de este año el 16,3 %. En otras palabras los embarques con destino a países del G4 crecieron por encima del promedio del comercio nacional.
En cuanto a las importaciones, representaron 15,3 % el año pasado y el 16,1 % este año también por encima del promedio, pero el saldo comercial continúa siendo netamente favorable: 1.543 M U$S en el año 2006 y 906 M U$S en los primeros 6 meses.
De la lista de países indicados sólo hay tres con déficit comercial: Singapur, Tailandia y Taiwan y por montos no significativos.
Con el criterio del aumento de las importaciones, ¿no tendríamos que haberle aplicado medidas de control a Japón? Veamos las siguientes cifras (6 primeros meses 2007 versus igual período 2006): Comercio con China aumento de exportaciones 31,7 %, con Japón 33,8 %; aumento de las importaciones de China 55,2 %, provenientes de Japón 49,9 %. Se dirá que Japón es un país desarrollado y sus salarios y precios son elevados, lo que es correcto. Entonces surge otra reflexión: ¿ y los de Corea, Taiwan, Singapur y Hong Kong no lo son ?
Pero aún más errático fue el criterio aplicado, observando la evolución de las importaciones: con nueve de los países sujetos a control las importaciones del primer semestre de 2007 crecieron por debajo del promedio de aumento de las importaciones argentinas, que fuera del 24,6 %, con dos casos extremos en que disminuyeron: Corea ( -2,3 %) y Hong Kong ( -2,0 %)
Apuntar a un blanco implica disparar una bala, por caso China, pero no tirar perdigones sueltos que enrarecen y dificultan las relaciones con la región económica más dinámica del mundo.
Se sostiene que muchos países apuntan al gigante emergente, pero las razones e instrumentos utilizados son diferentes: Estados Unidos, Unión Europea y Brasil firmaron acuerdos de salvaguardia textil e indumentaria dentro de los compromisos asumidos por China al acceder a la OMC; las cámaras empresarias de Brasil y China firmaron el año pasado un acuerdo de restricción voluntaria de exportaciones de juguetes chinos; USA y UE han fijado un plazo ante de iniciar acciones en la OMC por incumplimiento del acuerdo TRIPS (patentes-piratería) y están surgiendo una cantidad de acciones por incumplimiento de normas técnicas y sanitarias que en muchos casos son producidas por las propias empresas trasnacionales instaladas en ese país (por caso Mattel) Todos los aspectos mencionados son específicos, existen procedimientos, plazos y mecanismos de consulta y no acciones generalizadas.
Conviene recordar además, que nuestro país no produce infinidad de insumos, partes y piezas sobretodo en Tic´s, electrónica y otros sectores de alta y media tecnología, gran parte de los mismos provienen justamente de los países del G4 donde se han instalado hace tiempo los global players occidentales más Japón y Corea. Muchísimas empresas medianas y pequeñas fabrican competitivamente gracias a ese abastecimiento y exportando mayor valor agregado.
Conclusión: Crear desconfianza en las relaciones internacionales, subestimar la importancia de los mecanismos de negociación, desconocer las propias cifras de nuestro comercio exterior con los países del Grupo 4, colocar en la misma canasta a países avanzados con emergentes, son errores que se pagarán en algún momento, nada es gratis en un mundo globalizado.
* Ochoa, Raúl
Subsecretario de Comercio Exterior; Negociador Acuerdo Complementación Económico con Brasil Nº 14; Autor del libro Crecer Exportando: El desafío Competitivo de la Argentina. Actualmente: Consultor del BID en la Secretaría de Industria, Comercio y PYME; Profesor de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, de la Universidad Católica Argentina, de la Fundación Standard Bank y de ADEN. Miembro consultor del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales - CARI -
Integrante del Grupo de Seguimiento de China de la Secretaría de Industria - Ministerio de Economía