Ronda de Doha. Liberalización con espacio para políticas de desarrollo

En el marco de la VI Reunión Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que se inauguró hoy en Hong Kong, la Argentina, junto a un grupo representativo de países en desarrollo, que conforman el Grupo de los 20 (G-20), junto a Brasil, Sudáfrica, Filipinas, Indonesia, Egipto y Venezuela, acordó posiciones en torno a la protección de los sectores más sensibles frente a la disputa por las flexibilidades para el sector industrial. Por otro lado, la declaración conjunta insiste en que hace falta que los países desarrollados hagan más concesiones en agricultura. En su presentación ante la OMC, el canciller argentino Jorge Taiana destacó que la liberalización reclamada por las economías desarrolladas no puede aislarse de la necesidad de preservar un adecuado espacio para las políticas activas de los Gobiernos en desarrollo en pos de objetivos económicos y sociales.


Los ministros de Comercio y Cancilleres de los países del G-20 presentaron una declaración conjunta en la que insisten en que hace falta que los países desarrollados cedan más en agricultura durante la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se celebra esta semana en Hong Kong para avanzar en la Ronda de Doha para la liberalización comercial.

El texto firmado destaca de manera precisa la importancia de que las rebajas de los aranceles no afecten la flexibilidad que los países deben tener para hacer política industrial o reducir el impacto sobre los sectores más sensibles de su economía.

“Las mayores distorsiones estructurales en el comercio internacional ocurren en agricultura, mediante la combinación de altos aranceles, apoyo al sector doméstico y subsidios a la exportación, que protegen a los agricultores no eficientes de los países desarrollados”, señala la declaración. “El G-20 está preparado para negociar sobre agricultura aquí en Hong Kong. Esperamos que otros estén preparados para hacer lo mismo”, añade.

Para ello, el grupo anunció la presentación de una serie de propuestas a los países desarrollados que “buscan la eliminación de toda forma de subsidios a la exportación hacia 2010”.“Los ministros deberían llegar a un acuerdo en Hong Kong sobre una paralización inmediata en el uso de estas medidas”, añade el texto según un cable de la agencia EFE.

“Como la agricultura es el motor de las negociaciones, el G-20 espera que los ministros conseguirán sentar las bases en Hong Kong para hacer progresos”, por lo que “deberían llegar a un programa de trabajo en agricultura claro y específico para 2006”, concluye.

Los responsables del G-20 presentaron su posición en el Centro de Convenciones de Hong Kong, horas antes del comienzo de las negociaciones de la cumbre de la OMC sobre la Ronda de desarrollo de Doha, que presumiblemente concluirán en 2006.

El G-20 está formado por 21 países africanos, asiáticos y latinoamericanos, entre ellos Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, Guatemala, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela, el 60% de la población mundial y el 26 % de las exportaciones agrícolas mundiales.

El Canciller Jorge Taiana, quien preside la Delegación argentina en Hong Kong, destacó la necesidad de avanzar en las negociaciones y expresó que "el objetivo que busca nuestro país, así como también la mayoría de los países en desarrollo, es el de encontrar, de manera progresiva, soluciones a los desequilibrios del sistema multilateral de comercio, en especial la discriminación de sectores productivos como la agricultura, en la cual nuestros países son competitivos".

En su ponencia, Taiana instó a recuperar el espíritu del Mandato de Doha y mantener el grado de ambición allí acordado. Debemos avanzar principalmente en los temas de interés para los países en desarrollo a los cuales no se les debe pedir compromisos desproporcionados, señaló.

Uno de los mayores problemas del comercio internacional es la persistente asimetría entre la liberalización del comercio de productos industriales y los productos agrícolas. Existe una discriminación negativa contra los países productores de bienes agrícolas y productos agrícolas procesados que atenta contra sus posibilidades de crecimiento sostenido e impide mejorar los niveles de ingresos de la mayoría de la población mundial. Se trata, desafortunadamente, de aquellos que habitan en países en desarrollo, dijo el canciller.

El escenario y los actores de esta negociación ya no son los mismos del pasado. Desde Cancún, el G20 continúa demostrando que es una herramienta formidable de los países en desarrollo en la negociación agrícola, expresó Taiana.

Por otro lado, el jefe de la cartera de Relaciones Exteriores de Argentina sostuvo que la liberalización reclamada por las economías desarrolladas no puede aislarse de la necesidad de preservar un adecuado espacio para las políticas activas de los Gobiernos en pos de objetivos económicos y sociales. Pretender que la liberalización comercial pueda ignorar esas necesidades es simplificar excesivamente la ecuación negociadora.

Como en toda negociación, es obvio que cada Miembro debe ponderar adecuadamente sus equilibrios entre costos y beneficios. Es indudable que en términos generales los beneficios para los países en desarrollo deberán ser superiores a sus costos o ésta no será la Ronda para el Desarrollo, agregó

Por otra parte, es precisamente el desarrollo y no la liberalización comercial el objetivo central de esta negociación, si se quiere realmente corregir las actuales asimetrías y alcanzar una distribución más equitativa de los beneficios de la globalización.

En ese sentido, advertimos que las aspiraciones de algunos miembros en materia de bienes industriales y servicios, fuera de toda proporción con lo que están preparados para ofrecer en agricultura, más allá de afectar severamente el espacio necesario para políticas públicas industriales y el ejercicio de la soberanía regulatoria en servicios, pondrá en riesgo la posibilidad de alcanzar los consensos necesarios para el cierre de una negociación, advirtió.

Graciela Baquero