La confirmación política del acuerdo en su fase comercial, por parte de la propia presidente de la CE, Ursula von der Leyen, logró una inesperada coincidencia política en el Mercosur. El intenso trabajo de Brasil. Las urgencias europeas por la asunción de Trump y la prometida suba de aranceles. El intento de competencia con China. Inicio de un camino de aprobación en la Comisión y el Consejo de la UE, con la oposición de Francia y sus aliados.