Aprendizaje en redes, la próxima frontera
La creación de redes conformadas por compañías, universidades, y organismos públicos y privados es el próximo desafío del aprendizaje organizacional, con miras a la internacionalización de empresas.
Quizás sea Chile, con su guía sobre comercio internacional editada por ProChile en los años '90, el más importante caso de éxito de la región en cuanto a capacitación organizacional para iniciar el camino de la internacionalización de empresas. La salida de las Pymes a los mercados foráneos supone tantos riesgos como oportunidades, y la mejor forma de encarar el proceso de aprendizaje necesario fue el eje de la disertación que ofreció en Buenos Aires el profesor Gerald Mc Dermott, de Moore Business School de la Universidad de Carolina del Sur.
El experto, convocado por el Instituto de Comercio Internacional de la Fundación Standard Bank, fue quien inauguró el ciclo "Capacitación de especialistas en comercio exterior para empresas que se internacionalizan", presentado por el especialista en Comercio Internacional, Félix Peña.
"Cuando se habla de capacitación en las empresas en general se habla de habilidades del individuo y las organizaciones invierten mucho en programas para su personal; sin embargo, cuando se trata de la incursión de una empresa en comercio exterior, la internacionalización es una capacidad organizacional, es decir, hablamos de recursos de conocimiento organizacionales", diferenció Mc Dermott.
Un ejemplo de desarrollo de estas capacidades organizacionales se observa en el propio estado chileno. En los años '90 ProChile, la Dirección de Promoción de Exportaciones dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores chileno, confeccionó una guía con información para operar en los mercados internacionales en la que colaboraron diferentes instituciones profesionales y empresarias. Este trabajo todavía hoy es material de consulta en agencias de comercio exterior de países vecinos al punto de ser vista casi como una "Biblia" en el área, y sin duda los beneficios que aportó se tradujeron en un avance de las empresas chilenas, que actualmente se ubican en los niveles más altos en cuanto a cumplimiento de estándares mundiales de calidad.
La primera recomendación de Mc Dermott para una empresa que quiera internacionalizarse es conectar ese proceso de aprendizaje directamente con las operaciones diarias de la compañía porque de lo contrario, el esfuerzo para incursionar en el mercado exterior será percibida por los recursos humanos como "lejano". Este proceso de aprendizaje, que en inglés se denomina "upgrading", significa innovar para mejorar y agregar valor y si bien "es complejo enseñar estas capacidades, es posible ayudar a las compañías a saber cómo aprenderlas", comentó el experto.
Una segunda recomendación es encarar el proceso de internacionalización por etapas. Mc Dermott señaló que la mejor opción es comenzar por los países más cercanos tanto en lo geográfico como en lo cultural. Paralelamente, deberán darse pasos para el mejoramiento de los procesos de la empresa, de sus productos, en el aspecto funcional de la compañía para encontrar a estas nuevas funcionalidades a la firma, y en el aprendizaje intersectorial. El especialista detalló que este último punto se refiere a que lo aprendido en un área pueda aplicarse a otros sectores de la firma, y agregó que hoy la tendencia entre las compañías que están en medio de un proceso de upgrading es armar grupos para acelerar los cambios y observar el funcionamiento del proceso real time para minimizar los defectos.
Pero si bien en principio la principal fuente de aprendizaje de una Pyme debería ser el Estado, a través de sus programas de promoción y capacitación en comercio exterior, al avanzar en ese camino las fuentes de conocimiento para ir hacia la internacionalización deben ser muchas y variadas, y siempre terminan siendo la más importante usina de conocimiento. Estas son los grandes compradores globales, partners, proveedores, cámaras empresariales, universidades, y agencias de promoción de exportaciones. Mc Dermott sostuvo que en upgrading "el aprendizaje es relacional, basado en la relación entre las compañías", y puso como ejemplo de ello a la industria automotriz estadounidense, que cayó en una profunda crisis en la última parte de 2008. "En áreas de tecnología de alta modularidad, cuando está cambiando el contexto, es necesario que las empresas adapten sus diseños y procesos y no basta con enviar las instrucciones por escrito sino que hay que trabajar fuertemente con los proveedores -sintetizó- En Japón y Alemania el concepto de colaboración con proveedores se entiende muy bien, y el no aplicarlo explica el gran fracaso de las automotrices en Estados Unidos, porque tienen alta exigencia de calidad pero no quieren colaborar, no quieren trabajar con los proveedores", resumió.
Aprendizaje relacional en Argentina
En Argentina un claro ejemplo de los avances que se pueden lograr con el aprendizaje relacional se dio en Mendoza en el sector vitivinícola, donde a partir del esfuerzo público y privado se desarrolló durante la década del '90 una red amplia de conocimiento que permitió el crecimiento del sector y su posicionamiento en los mercados mundiales. "A partir del año 2000, en Mendoza el sector vitivinícola empezó a mejorar la diversidad y cantidad de sus recursos de conocimiento a partir de una mayor interacción entre las instituciones que ya existían, se crearon bases de datos, programas de capacitación y se instalaron metodologías que enfatizaron el aprendizaje en redes, en las cuales cada empresa puede hablar de los temas importantes de su actividad con otras empresas y organismos".
Al respecto, Isidoro Odara, profesor de Comercio Exterior de la Universidad ORT de Montevideo, uno de los comentaristas que participó en el encuentro convocado por Standard Bank, enfatizó que una vez que se inicia el proceso de internacionalización "no hay que tener miedo de seguir pensando 'en chico' por un tiempo, pero hay que saber que no se puede permanencer en ese estadío para siempre". Asimismo, recomendó tener presentes algunos aspectos al encarar la internacionalización:
• Existen diversos proveedores de conocimiento para una organización, y a su vez varios tipos de información. Es difícil encontrar el mix adecuado al principio y es necesario tomarse el tiempo para ir descubriéndolo.
• En muchas oportunidades, para que la internacionalización tenga éxito, primero la empresa debe comprender cuáles son los aspectos internos que debe mejorar porque "muchas veces lo que hay que cambiar está puertas adentro y es muy difícil que el esfuerzo valga la pena si no se tiene conciencia de estos cambios necesarios", apuntó.
• En países o sectores donde no hay masa crítica suficiente, cabe la posibilidad de pensar en el aprendizaje a través de redes como en un instrumento de alcance regional, es decir, conectar empresas y organizaciones profesionales de varios países.
A su turno, Raúl Ochoa -asesor en Comercio Exterior, quien cumplió funciones públicas en diferentes oportunidades- enfatizó que no solamente es necesario desarrollar la capacidad de las empresas de innovar permanentemente, sino que debe propiciarse la competitividad de organizaciones empresariales y académicas, así como la del mismo gobierno, para que el Estado no se convierta en un "salvavidas de plomo". Ochoa explicó que "en Chile se desarrollan empresas competitivas porque las organizaciones nacidas de la interrelación pública-privada son también competitivas, y porque el Estado chileno tuvo una estrategia competitiva en la que fue perseverante, aún con los costos que tenía que afrontar".
Ochoa finalizó haciendo hincapié en que el proceso de internacionalización, además de oportunidades, entraña riesgos que tienen que ver con el contexto interno -las condiciones locales de un país-, y con el contexto internacional. "Por eso lo primero que decimos a una Pyme que se quiere internacionalizar que si está 'floja de papeles' (si no tiene todos sus papeles en regla) es que piense dos veces antes de hacerlo porque en algún momento va a necesitar reintegros y devoluciones de IVA, y en ese caso va a tener más problemas de los que se le pueden presentar en el mercado interno", comentó. Otras dificultades que se encuentran hoy en el mercado doméstico argentino son las restricciones en las importaciones a través de las licencias no automáticas. "Todo esto lo tiene que saber una empresa, tiene que tener claras estas cuestiones en el ámbito nacional y en el internacional para que la capacitación sea flexible, dinámica, y que sirva al empresariado y a toda la sociedad".
El experto, convocado por el Instituto de Comercio Internacional de la Fundación Standard Bank, fue quien inauguró el ciclo "Capacitación de especialistas en comercio exterior para empresas que se internacionalizan", presentado por el especialista en Comercio Internacional, Félix Peña.
"Cuando se habla de capacitación en las empresas en general se habla de habilidades del individuo y las organizaciones invierten mucho en programas para su personal; sin embargo, cuando se trata de la incursión de una empresa en comercio exterior, la internacionalización es una capacidad organizacional, es decir, hablamos de recursos de conocimiento organizacionales", diferenció Mc Dermott.
Un ejemplo de desarrollo de estas capacidades organizacionales se observa en el propio estado chileno. En los años '90 ProChile, la Dirección de Promoción de Exportaciones dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores chileno, confeccionó una guía con información para operar en los mercados internacionales en la que colaboraron diferentes instituciones profesionales y empresarias. Este trabajo todavía hoy es material de consulta en agencias de comercio exterior de países vecinos al punto de ser vista casi como una "Biblia" en el área, y sin duda los beneficios que aportó se tradujeron en un avance de las empresas chilenas, que actualmente se ubican en los niveles más altos en cuanto a cumplimiento de estándares mundiales de calidad.
La primera recomendación de Mc Dermott para una empresa que quiera internacionalizarse es conectar ese proceso de aprendizaje directamente con las operaciones diarias de la compañía porque de lo contrario, el esfuerzo para incursionar en el mercado exterior será percibida por los recursos humanos como "lejano". Este proceso de aprendizaje, que en inglés se denomina "upgrading", significa innovar para mejorar y agregar valor y si bien "es complejo enseñar estas capacidades, es posible ayudar a las compañías a saber cómo aprenderlas", comentó el experto.
Una segunda recomendación es encarar el proceso de internacionalización por etapas. Mc Dermott señaló que la mejor opción es comenzar por los países más cercanos tanto en lo geográfico como en lo cultural. Paralelamente, deberán darse pasos para el mejoramiento de los procesos de la empresa, de sus productos, en el aspecto funcional de la compañía para encontrar a estas nuevas funcionalidades a la firma, y en el aprendizaje intersectorial. El especialista detalló que este último punto se refiere a que lo aprendido en un área pueda aplicarse a otros sectores de la firma, y agregó que hoy la tendencia entre las compañías que están en medio de un proceso de upgrading es armar grupos para acelerar los cambios y observar el funcionamiento del proceso real time para minimizar los defectos.
Pero si bien en principio la principal fuente de aprendizaje de una Pyme debería ser el Estado, a través de sus programas de promoción y capacitación en comercio exterior, al avanzar en ese camino las fuentes de conocimiento para ir hacia la internacionalización deben ser muchas y variadas, y siempre terminan siendo la más importante usina de conocimiento. Estas son los grandes compradores globales, partners, proveedores, cámaras empresariales, universidades, y agencias de promoción de exportaciones. Mc Dermott sostuvo que en upgrading "el aprendizaje es relacional, basado en la relación entre las compañías", y puso como ejemplo de ello a la industria automotriz estadounidense, que cayó en una profunda crisis en la última parte de 2008. "En áreas de tecnología de alta modularidad, cuando está cambiando el contexto, es necesario que las empresas adapten sus diseños y procesos y no basta con enviar las instrucciones por escrito sino que hay que trabajar fuertemente con los proveedores -sintetizó- En Japón y Alemania el concepto de colaboración con proveedores se entiende muy bien, y el no aplicarlo explica el gran fracaso de las automotrices en Estados Unidos, porque tienen alta exigencia de calidad pero no quieren colaborar, no quieren trabajar con los proveedores", resumió.
Aprendizaje relacional en Argentina
En Argentina un claro ejemplo de los avances que se pueden lograr con el aprendizaje relacional se dio en Mendoza en el sector vitivinícola, donde a partir del esfuerzo público y privado se desarrolló durante la década del '90 una red amplia de conocimiento que permitió el crecimiento del sector y su posicionamiento en los mercados mundiales. "A partir del año 2000, en Mendoza el sector vitivinícola empezó a mejorar la diversidad y cantidad de sus recursos de conocimiento a partir de una mayor interacción entre las instituciones que ya existían, se crearon bases de datos, programas de capacitación y se instalaron metodologías que enfatizaron el aprendizaje en redes, en las cuales cada empresa puede hablar de los temas importantes de su actividad con otras empresas y organismos".
Al respecto, Isidoro Odara, profesor de Comercio Exterior de la Universidad ORT de Montevideo, uno de los comentaristas que participó en el encuentro convocado por Standard Bank, enfatizó que una vez que se inicia el proceso de internacionalización "no hay que tener miedo de seguir pensando 'en chico' por un tiempo, pero hay que saber que no se puede permanencer en ese estadío para siempre". Asimismo, recomendó tener presentes algunos aspectos al encarar la internacionalización:
• Existen diversos proveedores de conocimiento para una organización, y a su vez varios tipos de información. Es difícil encontrar el mix adecuado al principio y es necesario tomarse el tiempo para ir descubriéndolo.
• En muchas oportunidades, para que la internacionalización tenga éxito, primero la empresa debe comprender cuáles son los aspectos internos que debe mejorar porque "muchas veces lo que hay que cambiar está puertas adentro y es muy difícil que el esfuerzo valga la pena si no se tiene conciencia de estos cambios necesarios", apuntó.
• En países o sectores donde no hay masa crítica suficiente, cabe la posibilidad de pensar en el aprendizaje a través de redes como en un instrumento de alcance regional, es decir, conectar empresas y organizaciones profesionales de varios países.
A su turno, Raúl Ochoa -asesor en Comercio Exterior, quien cumplió funciones públicas en diferentes oportunidades- enfatizó que no solamente es necesario desarrollar la capacidad de las empresas de innovar permanentemente, sino que debe propiciarse la competitividad de organizaciones empresariales y académicas, así como la del mismo gobierno, para que el Estado no se convierta en un "salvavidas de plomo". Ochoa explicó que "en Chile se desarrollan empresas competitivas porque las organizaciones nacidas de la interrelación pública-privada son también competitivas, y porque el Estado chileno tuvo una estrategia competitiva en la que fue perseverante, aún con los costos que tenía que afrontar".
Ochoa finalizó haciendo hincapié en que el proceso de internacionalización, además de oportunidades, entraña riesgos que tienen que ver con el contexto interno -las condiciones locales de un país-, y con el contexto internacional. "Por eso lo primero que decimos a una Pyme que se quiere internacionalizar que si está 'floja de papeles' (si no tiene todos sus papeles en regla) es que piense dos veces antes de hacerlo porque en algún momento va a necesitar reintegros y devoluciones de IVA, y en ese caso va a tener más problemas de los que se le pueden presentar en el mercado interno", comentó. Otras dificultades que se encuentran hoy en el mercado doméstico argentino son las restricciones en las importaciones a través de las licencias no automáticas. "Todo esto lo tiene que saber una empresa, tiene que tener claras estas cuestiones en el ámbito nacional y en el internacional para que la capacitación sea flexible, dinámica, y que sirva al empresariado y a toda la sociedad".
Silvia Martínez