Argentina/Chile. Encadenamiento productivo hacia el mundo
La Directora Comercial del Departamento Económico de la Embajada de Chile en Argentina explicó las ventajas del encadenamiento productivo con los países de la región para acceder juntos, y sin temor a la apertura, a un mercado potencial de 4.000 millones de consumidores.
En un mundo que prioriza cada vez más el suministro de alimentos y de materias primas minerales, los países de América latina -sobre todo Argentina, Brasil, Bolivia y Chile- tienen la enorme oportunidad de convertirse en actores protagónicos en el comercio mundial, pero también el desafío de complementarse entre sí para contar con suficiente oferta. Hacia 2050 se estima que la humanidad crecerá de los actuales 6.800 millones de habitantes a cerca de 10.000 millones, y ningún país podrá satisfacer la magnitud y diversidad de esa demanda de manera individual.
En esa carrera que se perfila, Argentina aparece claramente como el país más rezagado. Brasil cuenta con años de experiencia en materia de políticas industriales pro desarrollo y en estos momentos se encuentra dando nuevos incentivos a la producción, con rebajas de impuestos y créditos para paliar el impacto de la crisis internacional. Chile, en tanto, tiene la ventaja de una vasta trayectoria en acuerdos y tratados comerciales que le permiten un acceso privilegiado a 57 países, y se encuentra además dando los primeros pasos en proyectos de encadenamiento productivo que incluyen a Argentina, Brasil, Uruguay y Bolivia para exportar a cuatro destinos claves: México, Corea, China y Estados Unidos. Sin embargo, en Argentina las políticas públicas persisten en algunas restricciones y barreras comerciales que le han valido las críticas de diversos sectores y países. Por ahora, falta el apoyo político para comenzar a ver el encadenamiento productivo como un proyecto regional.
Las oportunidades y beneficios que ofrece Chile para iniciar un proyecto de estas características fue el centro del debate convocado por la Cámara de Comercio Argentino-Chilena, "Oportunidades para llevar a cabo negocios entre Argentina y Chile - Proyecto Encadenamientos Productivos”. Iris Boeninger, directora comercial del Departamento Económico de la Embajada de Chile en Argentina, ProChile Buenos Aires, enfatizó que esta iniciativa demanda un proceso paulatino -que en Chile comenzó con una apertura que data de muchos años atrás-, al cual "hay que perderle el miedo".
Socios naturales
Sin duda Argentina es un socio estratégico para la economía chilena, con el que mantiene un intercambio comercial del orden de los u$s 6.000 millones. En 2008 Argentina ocupó el puesto 14 en el ranking de exportaciones de Chile, principalmente de cobre, aceites, equipamiento para minería, papel, autopartes y botellas. El año pasado, Chile colocó casi u$s 70.000 millones en todo el mundo, con importaciones por u$s 56.000 millones, siendo los principales destinos de sus productos China, Estados Unidos, Japón y Holanda, lo que sugiere que en un caso de encadenamiento productivo las empresas argentinas tendrían llegada con aranceles reducidos o nulos a estos grandes centros de consumo. En materia de importaciones, Argentina ocupó el cuarto lugar detrás de Estados Unidos, China y Brasil siendo los principales productos que Chile le compró: gas,trigo, petróleo, y aceites vegetales. En el intercambio Argentina-Chile participaron el año pasado más de 1.600 empresas de las cuales la mayoría son Pymes, involucrando 2.350 productos.
La iniciativa de encadenamiento productivo en el que Chile está avanzando requiere que cada empresario evalúe antes varios aspectos:
• Regla de Origen que deben cumplir en Chile los materiales importados desde el país socio.
• Preferencia Arancelaria que tienen en Chile los materiales importados desde país socio.
• Regla de Origen que deberá cumplir al producto final en el mercado de destino.
• Preferencia arancelaria del producto final a exportar en el mercado de destino.
• Otros: costos de transporte, infraestructura, estructuras impositivas.
Los análisis preliminares indican que a nivel general, Argentina y Chile tienen oportunidades competitivas para encarar juntos negocios en los sectores de muebles, plásticos, cueros, chocolates y preparaciones alimenticias con cacao, preparaciones para alimentos de animales, trajes de lana, cigarrillos, cajas de cambio, parlantes y accesorios para vehículos, y construcciones prefabricadas. Sin embargo, podrían ser muchos más los casos que permitirían implementar un proyecto de encadenamiento productivo exitoso. Para la detección de nuevos nichos, PROChile está distribuyendo una encuesta entre las empresas argentinas interesadas en participar de un proyecto de encadenamiento productivo, las cuales pueden completar con los datos de su producto o productos. Esta información es remitida a Chile donde es analizada para la búsqueda de socios potenciales para esa compañía. Si bien la iniciativa arranca con Argentina, Brasil y Bolivia, la intención es extenderlo a todos los países de la región en una etapa más avanzada.
Potencial
Con los cuatro destinos seleccionados para el análisis de un proyecto de encadenamiento productivo, el común denominador es el amplísimo margen para crecer que se plantea a Chile y, por ende, a los vecinos que lo acompañen en una iniciativa de estas características.
En el caso de la Unión Europea, por ejemplo, Chile representa apenas el 0,4% del comercio del bloque, al igual que con Estados Unidos. Sin embargo, vale destacar que con éste último las exportaciones chilenas aumentaron de u$s 2.300 millones en 1998 a casi 8.000 millones el año pasado, lo que evidencia los resultados de los acuerdos y tratados comerciales vigentes. Asimismo, la participación chilena en México alcanzó a 1% el año pasado, con exportaciones que crecieron de u$s 508 millones a 2.230 millones y con saldo positivo. Respecto a China, un competidor sumamente temido, Boeninger destacó que "nada grave pasó con la apertura comercial" que encaró Chile con ese mercado, ya que de exportar u$s 470 millones diez años atrás ahora lo hace por u$s 6.800 millones, también con saldo de balanza comercial positivo. En el caso de Corea, Chile tiene una porción de 0,83%.
Un caso puntual citado por Boeninger para graficar las ventajas de un proyecto junto con Chile es el de refrigeradores/congeladores, productos que en 2008 significaron para Argentina exportaciones por más de u$s 23 millones. Si una empresa argentina exporta este artículo, por ejemplo, a México, a través de un proyecto de encadenamiento con una firma instalada en Chile, se beneficiaría con un arancel que va de 0 a 5% gracias a los tratados firmados entre el país trasandino y el país azteca, frente a un arancel fijado en 15%. Cabe destacar que las exportaciones chilenas tienen una rebaja en acceso del 88% en el conjunto de países con los cuales tiene firmados acuerdos comerciales.
"Si nos aliamos con encadenamientos productivos podemos llegar a cubrir parte de lo que estos países compran, abriendo nuevas oportunidades para los empresarios argentinos y chilenos, tanto en los mercados de exportación consolidados como en la búsqueda de nuevos destinos para sus productos", fue la conclusión de Iris Boeninger.
En esa carrera que se perfila, Argentina aparece claramente como el país más rezagado. Brasil cuenta con años de experiencia en materia de políticas industriales pro desarrollo y en estos momentos se encuentra dando nuevos incentivos a la producción, con rebajas de impuestos y créditos para paliar el impacto de la crisis internacional. Chile, en tanto, tiene la ventaja de una vasta trayectoria en acuerdos y tratados comerciales que le permiten un acceso privilegiado a 57 países, y se encuentra además dando los primeros pasos en proyectos de encadenamiento productivo que incluyen a Argentina, Brasil, Uruguay y Bolivia para exportar a cuatro destinos claves: México, Corea, China y Estados Unidos. Sin embargo, en Argentina las políticas públicas persisten en algunas restricciones y barreras comerciales que le han valido las críticas de diversos sectores y países. Por ahora, falta el apoyo político para comenzar a ver el encadenamiento productivo como un proyecto regional.
Las oportunidades y beneficios que ofrece Chile para iniciar un proyecto de estas características fue el centro del debate convocado por la Cámara de Comercio Argentino-Chilena, "Oportunidades para llevar a cabo negocios entre Argentina y Chile - Proyecto Encadenamientos Productivos”. Iris Boeninger, directora comercial del Departamento Económico de la Embajada de Chile en Argentina, ProChile Buenos Aires, enfatizó que esta iniciativa demanda un proceso paulatino -que en Chile comenzó con una apertura que data de muchos años atrás-, al cual "hay que perderle el miedo".
Socios naturales
Sin duda Argentina es un socio estratégico para la economía chilena, con el que mantiene un intercambio comercial del orden de los u$s 6.000 millones. En 2008 Argentina ocupó el puesto 14 en el ranking de exportaciones de Chile, principalmente de cobre, aceites, equipamiento para minería, papel, autopartes y botellas. El año pasado, Chile colocó casi u$s 70.000 millones en todo el mundo, con importaciones por u$s 56.000 millones, siendo los principales destinos de sus productos China, Estados Unidos, Japón y Holanda, lo que sugiere que en un caso de encadenamiento productivo las empresas argentinas tendrían llegada con aranceles reducidos o nulos a estos grandes centros de consumo. En materia de importaciones, Argentina ocupó el cuarto lugar detrás de Estados Unidos, China y Brasil siendo los principales productos que Chile le compró: gas,trigo, petróleo, y aceites vegetales. En el intercambio Argentina-Chile participaron el año pasado más de 1.600 empresas de las cuales la mayoría son Pymes, involucrando 2.350 productos.
La iniciativa de encadenamiento productivo en el que Chile está avanzando requiere que cada empresario evalúe antes varios aspectos:
• Regla de Origen que deben cumplir en Chile los materiales importados desde el país socio.
• Preferencia Arancelaria que tienen en Chile los materiales importados desde país socio.
• Regla de Origen que deberá cumplir al producto final en el mercado de destino.
• Preferencia arancelaria del producto final a exportar en el mercado de destino.
• Otros: costos de transporte, infraestructura, estructuras impositivas.
Los análisis preliminares indican que a nivel general, Argentina y Chile tienen oportunidades competitivas para encarar juntos negocios en los sectores de muebles, plásticos, cueros, chocolates y preparaciones alimenticias con cacao, preparaciones para alimentos de animales, trajes de lana, cigarrillos, cajas de cambio, parlantes y accesorios para vehículos, y construcciones prefabricadas. Sin embargo, podrían ser muchos más los casos que permitirían implementar un proyecto de encadenamiento productivo exitoso. Para la detección de nuevos nichos, PROChile está distribuyendo una encuesta entre las empresas argentinas interesadas en participar de un proyecto de encadenamiento productivo, las cuales pueden completar con los datos de su producto o productos. Esta información es remitida a Chile donde es analizada para la búsqueda de socios potenciales para esa compañía. Si bien la iniciativa arranca con Argentina, Brasil y Bolivia, la intención es extenderlo a todos los países de la región en una etapa más avanzada.
Potencial
Con los cuatro destinos seleccionados para el análisis de un proyecto de encadenamiento productivo, el común denominador es el amplísimo margen para crecer que se plantea a Chile y, por ende, a los vecinos que lo acompañen en una iniciativa de estas características.
En el caso de la Unión Europea, por ejemplo, Chile representa apenas el 0,4% del comercio del bloque, al igual que con Estados Unidos. Sin embargo, vale destacar que con éste último las exportaciones chilenas aumentaron de u$s 2.300 millones en 1998 a casi 8.000 millones el año pasado, lo que evidencia los resultados de los acuerdos y tratados comerciales vigentes. Asimismo, la participación chilena en México alcanzó a 1% el año pasado, con exportaciones que crecieron de u$s 508 millones a 2.230 millones y con saldo positivo. Respecto a China, un competidor sumamente temido, Boeninger destacó que "nada grave pasó con la apertura comercial" que encaró Chile con ese mercado, ya que de exportar u$s 470 millones diez años atrás ahora lo hace por u$s 6.800 millones, también con saldo de balanza comercial positivo. En el caso de Corea, Chile tiene una porción de 0,83%.
Un caso puntual citado por Boeninger para graficar las ventajas de un proyecto junto con Chile es el de refrigeradores/congeladores, productos que en 2008 significaron para Argentina exportaciones por más de u$s 23 millones. Si una empresa argentina exporta este artículo, por ejemplo, a México, a través de un proyecto de encadenamiento con una firma instalada en Chile, se beneficiaría con un arancel que va de 0 a 5% gracias a los tratados firmados entre el país trasandino y el país azteca, frente a un arancel fijado en 15%. Cabe destacar que las exportaciones chilenas tienen una rebaja en acceso del 88% en el conjunto de países con los cuales tiene firmados acuerdos comerciales.
"Si nos aliamos con encadenamientos productivos podemos llegar a cubrir parte de lo que estos países compran, abriendo nuevas oportunidades para los empresarios argentinos y chilenos, tanto en los mercados de exportación consolidados como en la búsqueda de nuevos destinos para sus productos", fue la conclusión de Iris Boeninger.
Silvia Martínez