“El Acuerdo Fiscal no aumenta la recaudación sino que beneficia a las Pymes”

El titular del organismo recaudador argentino, Ricardo Echegaray, sostuvo ante empresarios nucleados en la CGERA que los planes de regularización constituyen una “oportunidad única” para que las Pymes se liberen de la “mochila fiscal” que acumularon desde 2001.


Si todo sale según las cuentas de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), las pequeñas y medianas empresas deberían resultar las más beneficiadas por el Acuerdo Fiscal lanzado por el gobierno argentino. En el edificio del Congreso Nacional, ante un auditorio de empresarios convocados por la CGERA, el titular del organismo gubernamental, Ricardo Echegaray, presentó una vez más los lineamientos de los planes para blanqueo de capitales y de trabajadores informales, e insistió en que el objetivo de tales programas nunca fue engrosar la recaudación sino crear actividad y empleo. “Cuando los legisladores analizaron esta iniciativa siempre tuvieron como finalidad ayudar a la pequeña y mediana empresa; si con el Acuerdo Fiscal logramos que muchas Pyme pueden sacarse de encima la mochila fiscal, producto de la gran crisis de 2001, y si al mismo tiempo logramos que el dinero en el exterior o que está metido en una caja de seguridad se ponga en la superficie y comiencen a dar impulso a la industria nacional, entonces la situación cambiará”, sostuvo.

Echegaray resaltó que el plan de regularización en marcha es el más “generoso” que haya lanzado un gobierno para ponerse al día con los impuestos tanto por las tasas convenientes como por la condonación de ciertas deudas que permite. “No hay nadie en el mundo que compita con la alícuota especial de 1% que presentamos para los que quieran invertir en viviendas, en fábricas, en infraestructura agropecuaria e industrial, en turismo y servicios, es decir, en nuestra economía física que nos va a permitir soportar el vendaval de la crisis financiera internacional”, sintetizó.

Echegaray enfatizó que en un escenario de crisis profunda como el actual, donde la mayoría de los países están proyectando caídas de la actividad para 2009, Argentina podría tener una chance para atraer capitales desilusionados del derrumbe de los grandes bancos inversores y de las experiencias similares al caso Madoff, el prestigioso financista hoy procesado por estafas multimillonarias a sus clientes. “El contexto internacional torna sumamente dificultoso pretender inyectar dinero en el exterior y me parece que la experiencia que los inversores que han visto lo que ocurrió con Stanford o Madoff hoy podrían aportar fuertemente a las fábricas argentinas, a la industria nacional, y ahí es donde tenemos que empezar a trabajar para llegar a quienes en algún momento tuvieron la oportunidad de obtener rentas en la Argentina y, por falta de confianza en el sistema bancario argentino o por una percepción de que se podía seguir haciendo dinero electrónicamente sin una inversión en la economía física”. En opinión de Echegaray, el Acuerdo Fiscal es una de las “llaves maestras” para que Argentina siga creciendo.


Críticas

Desde que el Acuerdo Fiscal apareció reflejado en los medios, se desató un intercambio de cuestionamientos y justificaciones entre la oposición y las autoridades nacionales en torno a la conveniencia de otorgar una amnistía fiscal a riesgo de que se convierta en una de tantas ocasiones en que termine beneficiándose a quienes evadieron impuestos y fugaron capitales del país. El titular de la AFIP se ha ocupado desde entonces de visitar todos los foros empresarios y de profesionales del área impositiva para explicar las bondades del blanqueo. En esta oportunidad, Echegaray fue convocado por la Cámara General Empresarial (CGERA), presidida por el diputado nacional Marcelo Fernández.

Uno de los más firmes opositores al perdón de deudas impositivas, la cúpula del PRO del jefe porteño, Mauricio Macri, fue el primero en anunciar que la Ciudad Autónoma no adherirá a la iniciativa nacional, lo que vulnera una de las claves en las que se apoya el programa. Según Echegaray, el Acuerdo Fiscal se apoya en la interacción con especialistas en asuntos fiscales y consejos empresarios, en el resguardo al contribuyente por la vía del secreto fiscal, y en la seguridad jurídica, con lo cual queda claro que sin el apoyo del gobierno de la Ciudad se pierde una parte importante de los beneficios potenciales con los que se busca tentar a los contribuyentes. En ese punto, Echegaray resaltó que los convenios de intercambio de datos que tiene la AFIP con las provincias son fundamentales para combatir la evasión y “por algunos casos de mezquindad política, la AFIP no va a intercambiar ningún tipo de información con los organismos de recaudación provincial y del gobierno de la Ciudad si no adhieren en un marco legal estableciendo en paralelo un perdón fiscal como se ha fijado a nivel nacional, porque el compromiso de la gestión de la Presidenta es proteger al contribuyente, darle una oportunidad frente a una situación extraordinaria que está viviendo el mundo, que Argentina no está mirando de lejos”, aclaró. De hecho, la gran novedad del encuentro tuvo que ver con lo jurídico: el titular de la AFIP anuncio que en el análisis de cada caso en particular, ante la presencia de una duda en un pedido de incorporación al Acuerdo Fiscal, el organismo recaudador se expresará a favor de la admisión del contribuyente.


Los incentivos

El Acuerdo Fiscal se basa en tres bloques: la regularización de Impuestos y de Recursos de la Seguridad Social; la regularización de empleo no registrado; y –el más polémico- el régimen de exteriorización y repatriación de capitales.

Sus bases están contempladas en la ley 26.476 aprobada por el Parlamento tras discusiones arduas. Vigente desde el 1º de marzo último hasta el 31 de agosto próximo, contempla tasas excepcionales y condonación de multas e intereses para aquellas deudas vencidas a diciembre de 2007. Los planes de pago prevén 120 cuotas sobre la deuda consolidada a una alícuota de 0,75%, y fija además que los intereses no superen el 30% del capital de la deuda si el contribuyente se adhiere antes del 30 de abril. En los meses subsiguientes ese tope será del 40% y luego al 50%. “Es un programa muy bueno y beneficioso, pero la oportunidad se presenta ahora; luego las condiciones para regularizar la situación fiscal serán otras”. Echegaray recordó además que la AFIP cuenta con información cruzada suficiente para detectar y comprobar la existencia de bienes y fondos aquí y en el exterior para reclamar por evasión impositiva.

En cuanto a la regularización de trabajadores, aclaró que fue especialmente pensado no sólo para garantizar una base cierta de empleo en blanco, sino que al mismo tiempo el foco estuvo puesto claramente en la Pyme. Aquellas que elijan regularizarse pagarán el 50% de las contribuciones durante los primeros doce meses y luego el 75%, con costo cero para las firmas que sumen los diez primeros trabajadores que no estaban regularizados. “Es un camino certero para mejorar la situación económica del sector Pyme”, detalló Echegaray.

La polémica repatriación de capitales está basado en dos pilares, la amnistía o perdón fiscal con un marco normativo para que se sumen quienes tienen rentas no exteriorizadas, y la ventaja de inscribirse en la nueva postura de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que comenzó a observarse a partir, cuando viró de una posición ortodoxa para adaptarse mejor al escenario internacional extraordinario. Las estrategias de repatriación de fondos, a criterio del funcionario, está siendo validada ahora por la OCDE a juzgar por las acciones de la mayoría de los países miembro. “Muchos han adoptado reglas y legislaciones volcadas a garantizar un procedimiento de exteriorización de capitales, y han establecido ya mecanismos de blanqueo de capitales con distintas modalidades”, señaló. “Es fundamental dar una oportunidad a aquellos que no pusieron en superficie sus rentas” teniendo en cuenta que el mundo atraviesa un momento crítico y excepcional, insistió, y recordó que varios países implementaron medidas similares para paliar la crisis. “Italia, por ejemplo, logró repatriar 22.700 millones de euros con una alícuota de 2,5%, mientras que Estados Unidos alcanzó a u$s 270 millones sin aplicar sanciones, o está el caso de Sudáfrica, considerado por la OCDE como el modelo más exitoso: 16.000 millones de euros con una tasa progresiva del 5 al 10%”, enumeró. En el caso de Alemania, se recuperaron alrededor de 12.000 millones de euros con tasas muy por encima de las ofrecidas por Argentina, de 25% a 35%, en tanto Brasil -un caso más cercano- está evaluando un proyecto de repatriación de fondos con tasas del 4% al 8%, “que apunta a recuperar fondos por alrededor de u$s 78.000 millones”.

El programa argentino prevé que quienes posean bienes y monedas en el exterior que no deseen transferir al país paguen una tasa de 8%, al igual que inmuebles situados en otro país, si bien a partir de 2010 esa propiedad será incorporada para el cálculo del Impuesto a los Bienes Personales del contribuyente, añadió Echegaray. Por otra parte, a los fondos no declarados que se encuentren en el territorio nacional se les aplicará un 6%. Por último, quienes utilicen los fondos para suscribir deuda pública pagarán una tasa de 3%. Pero sin duda la “estrella” del Acuerdo Fiscal es la tasa de 1% mencionada especialmente por Echegaray, de la que gozarán aquellos contribuyentes que apliquen su dinero repatriado a invertir en obras públicas, construcción, proyectos de producción agrícola, turísticos, y cualquier emprendimiento de la economía física. “No hay nadie en el mundo que compita con esta alícuota”, sostuvo.

Una aclaración especial del jefe de la AFIP fue para responder a otra de las críticas frecuentes a la repatriación de capitales que se está impulsando. “La ley no promociona en absoluto el blanqueo de dinero proveniente de ilícitos, al contrario, cumple con todos los requerimientos del Grupo de Acción Financiera Internacional sobre el Blanqueo de Capitales (GAFI), que aprobó el plan sin objeciones”, subrayó. Por otra parte, agregó que se está detectando que si bien el programa sólo exige al contribuyente que declare que los fondos son de origen lícito, las personas quieren manifestar su procedencia. En este sentido, se va a establecer un mecanismo voluntario para que quien quiera explicar ese origen pueda hacerlo, detalló Echegaray. “Sabemos que hay muchas personas que quieren estar tranquilas con el Fisco y con el país”, explicó.

El mensaje del funcionario para el empresariado que se dio cita en el Congreso fue que “la oportunidad de regularización es hoy, con este programa, y con este modelo económico; esta es una iniciativa basada en que lo que pasó, y que lo pasado, pisado. Después del 31 de agosto las condiciones serán diferentes”, remarcó. Sobre el final de su exposición, elogió a los empresarios y subrayó el aporte de quienes integran la CGERA. “El desarrollo económico de un país viene de la mano de los que están dentro de la Confederación, con actividades como ellos desarrollan, que es lo que nos va a salvar de no ser afectados por la crisis internacional”, concluyó. Marcelo Fernández, titular de la entidad empresaria, por su parte, manifestó el apoyo de los empresarios pyme a la moratoria fiscal y a la repatriación de capitales, iniciativas que los empresarios venían reclamando, y confió en que estas medidas permitan “traer el dinero no declarado y volver a generar inversión, trabajo y empleo”.


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