El intercambio entre Rusia y Latinoamérica aumentó 10 veces en la última década

El volumen del intercambio comercial entre Rusia y los países de ALC en la década actual ha aumentado casi tres veces. Dada la demanda creciente y estable, Rusia consolidó sus posiciones como mercado importante - y a veces principal - para una serie de productos agropecuarios provenientes de la región


La Secretaría Permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) presentó tres documentos analíticos sobre las relaciones económicas de los países de la región con China, India y Rusia, analizados durante las Reuniones Regionales en la sede del organismo, del 20 al 22 de julio.

En los últimos años las relaciones económicas entre la Federación de Rusia (FR) y los países de América Latina y el Caribe (ALC) se han desarrollado a ritmo acelerado. La intensificación del diálogo político y las visitas oficiales al más alto nivel han jugado un papel importante en el impulso de los vínculos económico-comerciales. De hecho, en la actualidad, varios países de la región son considerados por las autoridades rusas como socios estratégicos.

La importancia de Rusia como socio económico-comercial para los países latinoamericanos y caribeños aumentó en la década del 2000, una vez recuperada la economía rusa de la crisis de los años 1990 determinada en lo esencial por los complejos procesos derivados de la desintegración de la URSS. A partir del 1999 la dinámica de la economía rusa se ha caracterizado por altos ritmos del crecimiento que han sobrepasado el 5 %, y la solidez de las finanzas públicas. Esto se ha debido a cuatro factores principales: mantenimiento de la estabilidad macroeconómica y política, los altos precios del petróleo en el mercado mundial, una creciente demanda interna y el auge de la actividad de la iniciativa privada. Rusia logró fortalecer sus posiciones en la economía mundial al desplazarse durante el período 2000-2008 del 17mo al 8vo lugar en el ranking del PIB total generado, calculado en términos de valor nominal.

Aunque el consumo interno ha sido la principal fuerza motriz del desarrollo, siguen desempeñando un papel importante las exportaciones para la economía de Rusia: durante el período mencionado el volumen del comercio exterior ruso creció 5,2 veces. Gracias a grandes exportaciones de hidrocarburos en 2008 el país euroasiático ocupó el noveno lugar dentro de todos los exportadores del mundo.

El volumen del intercambio comercial entre Rusia y los países de ALC en la década actual ha aumentado casi tres veces. Dada la demanda creciente y estable, Rusia consolidó sus posiciones como mercado importante - y a veces principal - para una serie de productos agropecuarios provenientes de la región. A su vez, los países latinoamericanos y caribeños, siendo compradores muy importantes de fertilizantes rusos, también se han convertido en mercados de relevancia para armamentos y otros bienes producidos en la Federación de Rusia.

Rusia está buscando una mayor y mejor inserción en la economía mundial, para lo cual ha expandido la cooperación en las esferas en que este país es competitivo, tales como el sector energético, la minería, la infraestructura física y de telecomunicaciones y la esfera militar. Se enfatizan también los proyectos en las áreas de exploración y extracción del petróleo, la construcción de centrales hidroeléctricas, la exploración espacial, y el uso pacífico de la energía nuclear. En estos sectores, se han dado importantes pasos con vistas a aumentar la cooperación económica entre Rusia y varios países de ALC. Esta acentuación de la colaboración se ha dado gracias – entre otros factores - a la labor de las Comisiones Intergubernamentales entre Rusia y sus principales socios de la región. Se destaca también el papel positivo de los Comités Empresariales surgidos últimamente. Dicho fortalecimiento de los lazos económicos, comerciales, financieros de Rusia con los países de la región se ha apoyado sobre la base jurídica de acuerdos que se renueva continuamente con nuevos convenios intergubernamentales y entre empresas de ambas partes.

Sin embargo, el nivel actual de las relaciones económicas entre Rusia y ALC está muy por debajo de las posibilidades potenciales, al igual que la estructura del intercambio comercial donde predominan productos de bajo valor agregado.

La diversificación productiva y exportadora de ALC en las últimas décadas todavía no se ha reflejado en las relaciones económicas con la FR, aunque en los años recientes van creciendo suministros de producción industrial, incluyendo maquinaria y equipos, procedentes de Argentina, Brasil y México. Por ahora, los países de ALC siguen atrayendo la atención de los empresarios rusos principalmente como proveedores de productos agropecuarios. El volumen de las inversiones directas recíprocas es mínimo y hasta el momento no se han constituido en promotoras del aumento de las relaciones económicas y de cooperación.

Todavía no se ha establecido un sistema integral de relaciones económicas entre ambas partes, que combine orgánicamente intercambio comercial, flujos financieros, inversiones recíprocas y colaboración científico-técnica, fenómeno que ha distinguido los vínculos de países latinoamericanos y caribeños con EE.UU, la Unión Europea, Japón, Corea del Sur y, en el presente siglo, con China.

Uno de eslabones más débiles de las relaciones económicas recíprocas es el referido a la esfera bancaria. Muchos convenios suscritos entre los bancos rusos y los de Latinoamérica y el Caribe no se han convertido en instrumentos eficientes para promover el intercambio económico y comercial. En gran parte por ello, las empresas rusas y también muchas latinoamericanas y caribeñas han tenido que recurrir a los intermediarios para poder concretar sus transacciones comerciales.

A pesar de las tendencias generales existen particularidades en las relaciones económicas entre Rusia y diferentes países de la región. Un análisis de la situación actual y las perspectivas de los vínculos económicos recíprocos, se realiza en este trabajo a partir del análisis de la experiencia reciente de relaciones económicas de Rusia con Brasil, Argentina, México, Venezuela, Perú y Cuba. Si en los casos de Brasil, México y Venezuela la dinámica del intercambio comercial es positiva, para Argentina, Cuba y Perú todavía hay un largo camino con vistas a restablecer el nivel de las relaciones que se habían alcanzado hace 20 años. Las partes tienen ante sí el reto de perfeccionar los mecanismos de las relaciones económicas y garantizar su desarrollo ascendente, para lo cual resultaría necesario - lo más pronto posible – actualizar y complementar la base jurídica y contractual sobre la cual se dan las relaciones económicas.

Las economías rusa у la de ALC poseen esferas importantes de complementariedad, no son rivales, sino socios potenciales en los mercados mundiales. Pese a la distancia, existe un potencial considerable para desarrollar relaciones económico-comerciales.

Aunque la actual crisis económico - financiera mundial ha afectado considerablemente las economías de Rusia y de ALC, el mercado latinoamericano y caribeño es de gran interés potencial para la industria rusa, incluida la posibilidad de vender en la región productos de alta tecnología (aviones, tecnología nuclear, lanzamiento de satélites, etc.). Los países latinoamericanos y caribeños, por su parte, tienen en el mercado ruso una opción viable en su búsqueda de diversificación de sus relaciones económicas externas para disminuir su vulnerabilidad frente a sus socios tradicionales, los Estados Unidos y la Unión Europea.

En este documento se analizan las principales áreas de las relaciones económicas y de colaboración actual entre Rusia y ALC y se delinean las perspectivas al respecto, tanto a corto como a mediano plazos. La conclusión principal de esta sección plantea que si bien los lazos económico-comerciales durante los próximos dos-tres años pudieran debilitarse debido a las consecuencias de crisis actual, a partir del 2011 se espera el inicio de un período de auge en las relaciones económicas recíprocas.

Los sectores más promisorios para intensificar las relaciones entre Rusia y ALC en los próximos años según el análisis del SELA, son los de generación de energía eléctrica; esfera de hidrocarburos; energía nuclear; minería y metalurgia no ferrosa; pesca; industria metalmecánica; e infraestructura, sobre todo el transporte. Por su parte, el sector de la industria ligera y la alimenticia son ramas con muy buenas perspectivas para el aumento de la interacción de contrapartes latinoamericanas y caribeñas en el territorio ruso.

En las conclusiones del trabajo se resumen algunas recomendaciones concretas para profundizar una efectiva cooperación económica entre Rusia y los países de ALC en los formatos bilateral y multilateral, aprovechando para ello la intensificación del diálogo político que se ha observado entre las dos partes en los últimos años. Para tales propósitos, la región pudiera apoyarse en el SELA - único organismo que reúne a todos los países latinoamericanos y caribeños – que tiene dentro de sus principales objetivos la promoción de un sistema de consulta y coordinación para la adopción de posiciones y estrategias comunes sobre temas económicos y sociales, y el impulso a la cooperación intrarregional entre sus Estados Miembros. Como se destaca en este documento, el impulso a las relaciones económicas entre ALC y la Federación de Rusia, requiere que la región tenga capacidad para articular estrategias nacionales – y también es posible que en el plano regional – que respondan a los desafíos que supone el aumento y la diversificación de dichas relaciones económicas.

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