El XIX Congreso del PCC: las tres palabras clave hacia el 2049

Las palabras clave de los temas de este Congreso son modernización, innovación y apertura.


El miércoles 18 de octubre, 2.287 delegados, que representan a más de 89 millones de miembros del partido y los cuatro millones de organizaciones asociadas, llegaron a Beijing para asistir al 19º Congreso del Partido Comunista Chino (PCC).

Su trabajo duró hasta el miércoles 25 de octubre. En la agenda estuvo la elección de un nuevo Comité Central y la definitiva afirmación de la autoridad del presidente Xi Jinping sobre el partido y sobre el estado para al menos otros cinco años.
 
El nuevo Comité Central permanecerá en el cargo durante cinco años. Este organismo es la máxima autoridad de gobierno del partido y en la actualidad consta de más de 200 miembros permanentes y al menos 168 suplentes por turno. Sin embargo, su composición numérica no es fija y puede cambiar en cualquier nuevo congreso. El nuevo Comité Central será el encargado formalmente de elegir la nueva oficina política del partido, más conocida como el Politburó.

Actualmente, esta asamblea tiene 24 miembros. A su vez, el Politburó elegirá, entre sus miembros, a los miembros del Comité Permanente del Buró Político del Partido Comunista de China, el verdadero corazón del poder en China. De hecho, este organismo ve la presencia tanto del presidente chino Xi Jinping como del primer ministro Li Keqiang. Este último está actualmente compuesto por siete miembros elegidos durante el 18 ° Congreso del Partido Comunista Chino de 2012, el que coronó a Xi Jinping como líder del país.
 

Las palabras clave de los temas de este Congreso son modernización, innovación y apertura.
 
El Presidente Xi Jinping ha inaugurado el Congreso con su discurso en el cual ha hecho hincapié en la necesidad de cumplir la modernización socialista para el año 2035: el plan de modernización se compone de una primera etapa que el PCCh ha previsto para el período entre el año 2020 (los 100 años del Partido Comunista) y el 2049 (los 100 años de la República Popular China). El Presidente Xi ha denominado este plan como la "visión estratégica del PCCh para desarrollar el socialismo con características chinas en la nueva era". Justo el 17 de Octubre el gobierno chino ha declarado a través de la agencia de prensa oficial nacional Xinhua su “derecho a no ser una democracia en el sentido occidental”. También, el Presidente Xi ha subrayado cómo la contradicción más importante de la sociedad ha cambiado y está representada por la “creciente demanda del pueblo de una vida mejor y el desarrollo desequilibrado e insuficiente". La importancia del pueblo en un sentido no convencional con respecto a la idea occidental, es crucial en la acción del Partido que tiene que organizar la vida de más de mil cuatrocientos millones de habitantes. Es importante destacar los desafíos que el gobierno enfrenta, como la pobreza extrema, el gap entre la calidad de la vida en las grandes ciudades de la costa y los pueblos del interior, la contaminación, una enorme masa de trabajadores migrantes que no tiene acceso a los servicios básicos de educación, salud y derechos laborales. La modernización del Partido se refiere también a la gran acción anticorrupción que ha llevado a cabo el Presidente Xi, sobre todo en el ámbito militar, para que el pueblo no pierda confianza en las instituciones.
 
La innovación es la clave para avanzar con el progreso de la sociedad china, en el campo del desarrollo, así como “estrategia para construir un sistema económico modernizado”. Hace mucho que el Presidente Xi habla de la necesidad de pasar de un “made in China” a un “designed in China” y este cambio en parte ya es una realidad, si pensamos en empresas líderes en el campo de la comunicación como Huawei y Alibabá, y otras teconologías de vanguardia. China entonces, apunta a la construcción de una clase de nuevos profesionales que se desempeñe en ciencia y tecnología.
 
Finalmente, mencionamos la “apertura”: la política de la puerta abierta inaugurada por Deng Xiaoping en  1979 se amplía aún más con el Presidente Xi Jinping que afirma que “China será cada vez más abierta”. Esta apertura se refiere por un lado a la necesidad de atraer inversiones extranjeras a China, con la nueva fórmula de la “lista negativa”, es decir materias en las cuales el gobierno no acepta inversiones extranjeras; por otro lado, la apertura hace hincapié en la globalización, no sólo económica. Esta se ha expresado en muchas iniciativas de China: por ejemplo, los BRICS y el megaproyecto de las Nuevas Rutas de la Seda (terrestre y marítima), con los cuales el país apunta a la creación de un nuevo orden mundial, que sea más equilibrado y que pueda afirmar con más fuerza la voz de los países del Sur, en un entendimiento de cooperación y ganancia mutua.
 
Es interesante notar la conexión y el uso de estas tres palabras también en el I Foro Académico de Alto Nivel entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (CELAC) y China y el IV Foro Think Tank China-América Latina y Caribe que se han celebrado 17 y 18 de Octubre en Santiago de Chile, justo al margen de la apertura del Congreso. El foro ha reunido a representantes de los Gobiernos de Chile, El Salvador y Uruguay, académicos de muchos países de la región y especialistas chinos de la Academia China de Ciencias Sociales. Considerando que la República Popular China está muy atenta para que no haya eventos que se superpongan al Congreso del PCC, no es una casualidad que en el mismo día del Congreso se hayan llevado a cabo estos dos importantes foros: es como si fuera necesario un eco para estas tres palabras para llegar a la parte del mundo que más encarna la necesidad de un nuevo orden impuesto por el Sur:  Latinoamérica.

 

*Coordinadora Centro de Estudios Chinos IRI-UNLP

 

 

 

Maria Francesca Staiano