Inversión en AL y C creció 44% en 2004
La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe creció 44 por ciento en 2004 luego de constantes caídas desde 1999, y las perspectivas son de nuevos aumentos en un escenario donde los inversionistas no parecen temer la mayor presencia en la región de gobiernos de izquierda. El informe anual sobre los flujos de capital en la región, presentado este martes por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su sede de Santiago de Chile, advierte sin embargo una ”evidente limitación” en la capacidad regional de atraer nuevas inversiones de mejor calidad.
Las privatizaciones ya no son el atractivo principal para los inversores, que ahora compran activos al sector privado, mientras disminuye la presencia de corporaciones transnacionales de corte tradicional, y aumenta la participación de las ”translatinas”, empresas locales, sobre todo mexicanas y brasileñas, instaladas en varios países de la región, apunta también el informe.
América Latina y el Caribe recibieron en 2004 inversión extranjera directa por 56.400 millones de dólares, con un incremento de 44 por ciento respecto de los 39.100 millones que ingresaron en 2003, lo cual refleja un positivo comportamiento en el marco de la reactivación de la economía internacional.
Las corrientes mundiales de inversión extranjera ascendieron el último año a 612.000 millones de dólares. La participación regional en ese monto, de 9,2 por ciento, es inferior a los 62.000 millones de dólares (10,1 por ciento) que ingresaron en 2004 a China, que continúa siendo el gran receptor de capitales del mundo en desarrollo.
La inversión mundial aumentó 14 por ciento en comparación con 2003 y se incrementó en todas las regiones, salvo en las economías industrializadas, donde tuvo una baja de 13 por ciento. En el mundo en desarrollo en general creció 79 por ciento y 40 por ciento en las llamadas economías en transición, de Europa central y oriental.
En América del Sur el crecimiento de los flujos de capital fue de 48 por ciento, y en México y la cuenca del Caribe de 43 por ciento. Los mayores incrementos por países tuvieron lugar en Brasil, donde los flujos de capital crecieron 79 por ciento, y en Chile, con un aumento de 73 por ciento.
En números absolutos, los mayores montos de inversión de 2004 correspondieron a Brasil y a México, pero en términos de contribución al producto interno bruto (PIB) Chile ha sido el país sudamericano más favorecido por los capitales externos, con una tasa promedio de 6,3 por ciento en el período 2001-2004, según el informe de Cepal.
En cuanto al origen de las inversiones, Estados Unidos fue el mayor contribuyente, con 32 por ciento, mientras continúa decayendo el ingreso de capitales españoles, que alcanzaron sus puntos máximos con los procesos de privatización en los años 90. Las inversiones asiáticas siguen siendo bajas en la región.
”Siguiendo la tendencia mundial, entre 2002 y 2003 el sector servicios captó la mayor parte de la inversión regional, 51 por ciento, aunque se trata de servicios tradicionales y no de aquellos con mayor contenido tecnológico, que sería lo deseable. Le siguen las manufacturas, con 36 por ciento, y el sector primario, con 13 por ciento”, indicó Machinea.
El ex ministro de Economía de Argentina subrayó que la región debe mejorar sus políticas de atracción de inversiones, en el marco de ”estrategias nacionales de desarrollo productivo”.
”A diferencia de lo que ocurre en Europa y Asia, en América latina y el Caribe aún existen pocas instituciones eficientes que evalúen la política sobre esta materia”, señaló Machinea.
Ante una pregunta de la prensa, el secretario ejecutivo de Cepal señaló que el aumento de la inversión externa en 2004 se produjo en un marco político en el sur de la región de presencia de gobiernos de signo progresista o de izquierda, aludiendo a los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina y Hugo Chávez en Venezuela, además de Ricardo Lagos en Chile.
Esta tendencia se fortalece ahora con el gobierno de Tabaré Vásquez en Uruguay y la previsible permanencia en el poder de la gobernante coalición de centroizquierda chilena, con perspectivas de crecimiento del producto regional para 2005 en torno a cuatro y 4,5 por ciento y nuevos aumentos en la inversión externa.
”En la medida que los países puedan mostrar que pueden pasar de gobiernos de un signo político a gobiernos de otro signo y mantener políticas macroeconómicas y ciertas reglas del juego, eso da al inversor la seguridad de que las condiciones de un país no dependen del gobierno de turno si no que son políticas de Estado”, dijo Machinea a IPS.
”Los gobiernos de izquierda han sido muy responsables en las políticas macroeconómicas y en el tratamiento de la inversión extranjera”, agregó.
Del mismo modo, el secretario ejecutivo de Cepal señaló a IPS que los tratados de libre comercio han abierto también potencialidades de nuevos mercados que atraen a los capitales externos, aunque esto es un aspecto político complementario de las condiciones generales, aclaró.