Jair Bolsonaro más cerca del juicio político

STF pone en movimiento el potencial impeachment

Brasilia, 23/04/2020.- En coincidencia con la renuncia del ministro de Justicia Sergio Moro, que abandonó su cartera denunciando presiones e injerencia del Poder Ejecutivo en otros poderes, Celso Mello hizo uso mecanismos jurídicos que podrían destrabar el pedido de impeachment que pesa sobre Jair Bolsonaro.

El funcionario no sólo solicitó, a través de esta presentación, la clave que podría promover el juicio político por parte de la Cámara de Diputados, sino que además pidió que el vicepresidente de la República, Hamilton Mourão, tome las prerrogativas del jefe de gobierno. Esto incluye “el nombramiento de ministros, la presentación de proyectos de ley, las relaciones con los jefes de estados extranjeros y la declaración de un estado de defensa o asedio”.

También se le pide al presidente Bolsonaro “que se abstenga de fomentar, promover y participar en la aglomeración pública hasta que pruebe los exámenes negativos para Covid-19”, e incluso reclaman exámenes médicos de naturaleza física y psiquiátrica.

Por último, se le requiere al primer mandatario, “que se abstenga de publicar electrónicamente, especialmente en las redes sociales, cualquier contenido que sea contrario a las disposiciones de la OMS sobre Covid-19”.

De acuerdo con la presentación del “mandamus” por parte de dos abogados relacionados con el tribunal, el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, cuenta con un plazo de 15 días, para expedirse sobre la denuncia contra Bolsonaro “por delito de responsabilidad”, así como explicar el motivo por el cual no se pronunció aún sobre la solicitud de juicio político.

El cimbronazo político de la renuncia

La salida de Sergio Moro lo ubica en una posición privilegiada, y ya se lo ve como candidato presidencial, en el caso de una destitución de Bolsonaro y un posterior llamado a elecciones.
En el mercado financiero, la baja en la Bolsa de Valores y la fuerte depreciación del Real, reflejó el escenario de incertidumbre.

El despido del ministro de Salud Luiz Henrique Mandetta, producido dos semanas atrás, no tuvo la repercusión de la de Sergio Moro, visualizado como referente en la lucha contra la corrupción como juez federal. Incluso se habla del peor error político del gobierno del ultraderechista Bolsonaro, que ahora sí podría enfrentarse a un impeachment por un cúmulo de causas.

En este contexto, Jair Bolsonaro fue el blanco de una reacción popular el viernes 24, con el “cacerolazo” más grande registrado hasta la fecha, durante su discurso.
Una encuesta Atlas Político, realizada con 2.000 personas entre el 24 y el 26 de abril, y publicada el lunes 27 por el periódico El País , señala que el 54% de los brasileños están a favor de la destitución de Jair Bolsonaro. Es la primera vez que los ciudadanos brasileños se pronuncian ampliamente contra el ejercicio del poder por el mandatario de ultraderecha. En su controvertido discurso, Bolsonaro respondió a las acusaciones hechas por Sergio Moro. cuando el ex juez renunció al Ministerio de Justicia

Incluso en el propio bloque de poder del gobierno, se insinúan fracturas. De hecho, el ala militar de los cuatro ministros del Planalto, trataron de persuadir a Bolsonaro de evitar el despido de Mauricio Valeixo, emplazado en la dirección general de la Policía Federal (FP) por el entonces ministro de Justicia. Esta injerencia del PEN fue lo que desencadenó la renuncia del que es visto como referente anticorrupción por acometer la Operación Lava Jato.

La operación, que en su comienzo fue utilizada contra líderes políticos, como Lula da Silva, y contra empresas emblemáticas de Brasil, como Petrobras, avanzó el año pasado en delitos en el que se vieron involucrados miembros de la familia Bolsonaro.

El caso que por relato del propio Sergio Moro, desencadenó la expulsión del jefe de PF por parte de Bolsonaro, fue la investigación sobre la actividad de los hijos del primer mandatario, incluyendo al diputado Eduardo Bolsonaro, en la difusión de fake news dirigidas a apoyar la posición del presidente, en relación con mantener la producción y despreciar las medidas de la OMS en las medidas sanitarias para frenar la pandemia global, que en Brasil ya produjo 4.200 muertes,según informaciones de G1.

Una investigación de UNICAMP

El caso de lo que dio en llamarse la “oficina del odio”, mereció el trabajo de investigadores de la UNICAMP, que están analizando las noticias falsas generadas por la familia Bolsonaro y compartidas en redes sociales, según Brasil de Fato.

Incluso después de que Twitter, Facebook e Instagram borrasen las publicaciones del presidente Jair Bolsonaro (sin partido) por entender que los contenidos causaban “desinformación” y provocaban “daños reales a las personas”, el presidente sigue propagando noticias falsas sobre la pandemia del coronavirus en pronunciamientos, en las calles y en las redes.

De acuerdo con Leandro Tessler, del Grupo de Estudios de Desinformación en Redes Sociales (EDRES) de la Universidad Estadual de Campinas, al sur del país la difusión de contenidos falsos originado en los perfiles de Bolsonaro y de sus aliados cuenta con una red de boots – usuarios robots –, que actúan difundiendo masivamente la publicación.

La red llegó a involucrarse en temas de alta política internacional, metiéndose con uno de sus socios comerciales más importantes, como es China.
Comenzaron a circular fake news afirmando que la pandemia de COVID-19 se trataba de “un plan deliberado chino para bajar los mercados del mundo, comprar empresas a precios bajos y dominar el orbe”.

Entre las graves consecuencias de noticias falsas, cita tanto informaciones contra las medidas adoptadas por la OMS para combatir la pandemia, como la sugerencia presidencial en las redes del uso de hidroxicloroquina o cloroquina en el tratamiento contra la covid-19, medicamento que no tiene eficacia comprobada, pero que se sabe que el gobierno brasileño entró en los protocolos de interés internacionales para la producción del medicamento.

Los delitos no se limitan a la publicación de información engañosa, peligrosa para la población, sino que se extienden a otros ámbitos de corte cuasi mafioso. Los documentos revelados por el sitio web The Intercept Brasil el sábado 25, reproducidos por Brasil de Fato, arrojaron elementos sobre la conexión entre el senador Flávio Bolsonaro y la milicia de Río de Janeiro, que incluyen financiamiento y beneficios de construcción ilegal de edificios, con el uso de dinero público y recaudaciones de ilegales por parte del legislador. Sin contar con un asesinato relacionado, aún sin investigar.

El progreso de las investigaciones que cierran el asedio contra el hijo de Jair Bolsonaro es una de las razones por las cuales el presidente Bolsonaro ha presionado al ex ministro Sergio Moro para que cambie el comando de la Policía Federal en Río, que también investiga el caso, y en Brasilia, asegura Brasil de Fato.