La variable de la integración productiva

Venezuela y los países del MERCOSUR han venido desarrollando una relación económica bilateral novedosa y de gran fortaleza que el Presidente Hugo Chávez ha denominado la ECUACION MERCOSUR: Esta ecuación tiene siete variables fundamentales: 1.- Integración productiva; 2.- Comercio Complementario, 3.- Inversión Regional Intensiva, 4.- Novedosa Arquitectura Financiera, 5.- Transferencia Tecnológica; 6.- Infraestructura para la integración y 7.- Distribución de la Riqueza mediante la satisfacción de las necesidades de los más pobres, menciona Isabel Delgado Arria, de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Presidencial para la Adhesión de Venezuela al MERCOSUR, en un trabajo de su autoría.


La incorporación de Venezuela al MERCOSUR marca un punto de inflexión en el desarrollo económico de Venezuela y del MERCOSUR como bloque regional redimensionado en su concepto de desarrollo económico y de integración integral.

El análisis de la incorporación de Venezuela al bloque no se puede hacer tomando como referencia al MERCOSUR que se constituyó con la firma del tratado de Asunción (en 1991), porque mucha agua ha corrido debajo de ese puente desde entonces. El MERCOSUR a lo largo de estos años ha hecho un gran esfuerzo en construir un proceso de integración en el cual el pilar comercial conviva, con el mismo grado de importancia, con los pilares industrial, político y social.

El MERCOSUR ha sabido tomar medidas - algunas de ellas heterodoxas y originales - de política económica para adaptarse a los tiempos, ha sabido redefinirse para actuar al servicio de los pueblos y de sus economías, y responder a los grandes retos impuestos por las realidades de un mundo globalizado, ante la crisis estructural de los países desarrollados, una economía mundial donde los grandes acumuladores de capital engullen el publicitado estado de bienestar de naciones enteras, en el marco de una economía mundial en donde China, en solo décadas, evolucionó como el más poderoso actor económico en cuanto a crecimiento, comercio internacional, inversión extranjera, innovación tecnológica y fuente de financiamiento internacional.


Venezuela en el nuevo MERCOSUR


Venezuela se integra en un mecanismo que hace esfuerzos determinantes para el fortalecimiento de las industrias de sus Estados socios. El Presidente Chávez apuesta a la fortaleza de este mecanismo para que Venezuela refuerce de forma determinante la transformación y diversificación del patrón exportador de materias primas, aumentando la inversión en el desarrollo de las cadenas productivas hasta las industrias ligeras y en los sectores intensivos de conocimiento. Es allí donde tenemos entonces una gran oportunidad de transformación con el MERCOSUR.

América Latina fue destinada, por los países centrales, a ser proveedora de materias primas hacia los países desarrollados, e importadora de productos terminados dejando para ellos la máxima ganancia y los puestos de trabajo. A este modelo respondía el ALCA y es este el modelo que el Presidente Chávez, junto al resto de los Presidentes del MERCOSUR. rechazó en la Cumbre de Mar de Plata en el 2005. Y es en esa Cumbre, en donde el MERCOSUR supera la visión centrada en el libre comercio para proyectarse como modelo de integración que impulsa el salto industrial de monoproductores de materias primas a la producción de bienes de máximo valor agregado para que nuestros recursos naturales se conviertan en motores para el desarrollo y en vida para nuestros pueblos.

Entonces comienzan a tomar más importancia en el seno del MERCOSUR, las discusiones relativas a los procesos de integración productiva: este es un proceso mediante el cual el sector industrial público o privado de cada país se especializa en la fase de producción donde tiene fortalezas, superando sus debilidades en complementación con las fuerzas del vecino, cerrando de esta manera las brechas de recursos, productividad, logística, innovación, inversión e infraestructura.

Venezuela se integra en el MERCOSUR en pleno proceso de despegue industrial, con su Plan Siembra Petrolera, con su cuantificación y certificación de reservas petroleras, Proyecto Orinoco de desarrollo de la Faja Petrolífera, la producción y refinación de Oro Soberano.

A ello hay que agregar la Revolución Petroquímica que comprende desarrollos industriales de Fertilizantes, Plásticos y Químicos, el Plan Guayana Socialista y sus cadenas de Hierro-Acero, Aluminio, Ferroniquel, Cal, intensiva en inversiones y con procesos importantísimos de adecuación tecnológica; la producción de Tractores Industriales y Agrícolas, la producción de cemento para el desarrollo, la cadena de la madera desde Uverito hasta el papel, computadoras, teléfonos, químicos y fármacos, electrónica, contenidos para cine y televisión, flores, alimentos, etc. Además de las industrias de servicios asociados a este proceso industrial (mantenimiento, transporte, ingeniería, comunicación, aduanas, etc.).

Es en este inmenso esfuerzo por la industrialización, que se integra Venezuela al MERCOSUR. La Venezuela productiva es MERCOSUR porque ha volteado su mirada a la integración productiva, a la integración del conocimiento y la innovación y a la transferencia tecnológica productiva. Venezuela es conciente de que no puede sola y busca como aliados a sus pares más industrializados. Venezuela no está en el MERCOSUR solo para comprar bienes terminados sino que espera importar sin aranceles bienes intermedios para insumos aguas arriba de nuestras industrias, de partes y piezas para el ensamblaje, de bienes de capital para la reconversión industrial, de transferencia tecnológica, de asistencia técnica para la instalación de industrias intensivas en conocimiento, etc.

Venezuela en el MERCOSUR creará una red de productores interconectados, articulando cadenas productivas para que nuestras grandes empresas extractivas, transformadoras y exportadoras de materias primas se vinculen de forma determinante a medianas industrias, a las pymes y a las empresas comunales, ya que son estas las que producen valor, generan empleo y no son intensivas en inversiones.

Hasta ahora, esta cadena ha estado articulada con los países desarrollados, pero en una relación perversa en donde a nosotros nos toca el eslabón de suministro de materias primas (intensivo en inversiones, escaso generador de empleo, con bajo nivel de retorno y con dramáticas consecuencias ambientales).

Seguimos inmersos en una cadena de dominación en donde entregamos el oro y ellos nos devuelven espejos. Esta dinámica perversa es lo que debemos cambiar con el ingreso de Venezuela al MERCOSUR: la explotación y comercialización de productos primarios se debe transformar en procesos de desarrollo económico de largo plazo, con crecimiento inclusivo, social y ambientalmente responsable.


Hacia la integración productiva

En 2008 el MERCOSUR crea un Plan de Integración Productiva y lo respalda con la creación de una instancia de trabajo permanente llamada Grupo de Integración Productiva (GIP) cuyo objetivo es contribuir al fortalecimiento de la complementariedad productiva de empresas del MERCOSUR, y especialmente la integración en las cadenas productivas de PYMES.

Estas medidas son tomadas para profundizar el proceso de integración del bloque, consolidando el incremento de la competitividad de los sectores productivos de los Estados Parte y otorgando herramientas adicionales que mejoren su inserción externa, mediante el estudio de las cadenas productivas, sus unidades de transformación, el intercambio de los eslabones vinculados entre sí por relaciones insumo-producto, de índole material, comercial e institucional. Este enfoque metodológico ha permitido analizar todas las actividades relacionadas con los sectores, agrupándolas y enlazándolas como segmentos o eslabones de una cadena, pudiendo evaluar de esta manera su coherencia y articulación, para la formulación de políticas de desarrollo integrales.

El objetivo de la Integración Productiva MERCOSUR es:

• Mejorar las condiciones de acceso de las empresas nacionales al mercado regional e internacional.
• Lograr una mayor asociatividad entre las empresas del bloque, promoviendo la complementariedad entre las mismas.
• Contribuir a la superación de las asimetrías al favorecer mecanismos de transferencia de tecnología entre empresas con gran capacidad de compra de las economías más desarrolladas hacia las de menor desarrollo relativo dentro del MERCOSUR.
• Estimular entre otros, mecanismos de desarrollo de joint ventures, clusters, entornos productivos locales, redes de proveedores y clientes, consorcios de exportación, etc.
• Contribuir a la generación de mayor valor agregado.

Esta agenda MERCOSUR Productivo le ha permitido al bloque superar la agenda de libre comercio que nos legó la larga y oscura noche del neoliberalismo, permitiendo que se supere la diatriba fundamental de la competitividad de los mercados, para ir hacia el desarrollo conjunto de nuestro despegue industrial con un abordaje conceptual común y con la conducción soberana de nuestros inmensos y diversos recursos naturales.

Entre las iniciativas de integración productiva actualmente en desarrollo hay proyectos bilaterales y multilaterales en los sectores de proveedores de la industria de petróleo y gas y en la cadena automotriz, ambos financiados por el Fondo de Convergencia Estructural del MERCOSUR (FOCEM), en el sector eólico, en materia aeroindustrial, productos fitosanitarios, sanidad animal, industria naval, cadena de valor de la industria vitivinícola y sector metalúrgico, entre otros.

Asimismo, desde el MERCOSUR se trabaja por el fortalecimiento de sectores productores de alimentos, vía la superación de asimetrías, y a Venezuela le ha interesado de forma especial la gran fuerza productiva de la agricultura familiar del Brasil, la cual es hoy día la mayor fuerza productiva del país. Hoy día posee la agricultura familiar el 85 % de las explotaciones agrarias y es responsable de proveer una inmensa cantidad de alimentos para el pueblo brasileño. La gran mayoría de estos productores son propietarios de la tierra que trabajan. Ese modelo de agricultura es promovido hoy por el MERCOSUR y ya Venezuela está participando del grupo de trabajo para tomar de esta experiencia de producción que, en escala, constituye un modelo de seguridad alimentaria de gran valía para cualquier nación.

Brasil y Argentina constituyen la vanguardia latinoamericana en el desarrollo en parques científicos y tecnológicos intensivos en conocimiento, vinculados con las potencialidades locales. Uruguay ha declarado en su planificación su voluntad de desarrollo de las industrias intensivas en conocimiento. En los últimos años, el MERCOSUR creó el BIOTESUR, que es la plataforma de biotecnología creada con el objetivo de establecer una visión común de largo plazo para el desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías en la región, y que vincula a los sectores privado, académico y público, con un enfoque conjunto de las capacidades científico tecnológicas disponibles en la región, a fin de aumentar el valor agregado y la competitividad de los productos biotecnológicos en los mercados internacionales.


Otra mirada del Mercosur

El MERCOSUR es mercado, sí es verdad, pero también es industria, innovación, es política, son programas sociales, es financiamiento para el desarrollo, es agua, recursos minerales, transferencia tecnológica, es lucha y es pueblo. El ingreso de Venezuela en este bloque nos da una nueva dimensión como nación y al MERCOSUR le da una nueva dimensión como bloque regional. Citando al Libertador Simón Bolívar en su Carta de Jamaica: ¨La unión no nos vendrá por prodigios divinos, sino por esfuerzos bien dirigidos. Cuando el Estado es débil, y cuando las empresas son remotas, todos los hombres vacilan; las opiniones se dividen, las pasiones las agitan y los enemigos las animan para triunfar por este fácil medio.
¨
Más allá de las diferencias ideológicas, lo que realmente llama la atención, es que haya venezolanos, actores políticos y económicos que no sepan ver la importancia de que Venezuela pertenezca al bloque económico más importante del hemisferio y que con su entrada al MERCOSUR se hayan abierto las puertas para que el resto de los países de la región conformen este espacio integrado y no tutelado de fuerza para la acción económica conjunta.

No en balde el ingreso de Venezuela al MERCOSUR, se transformó en una lucha continental entre el imperio y los patriotas. La vocación integracionista, la paciencia y la mirada estratégica del Presidente Hugo Chávez ha hecho posible este triunfo para Venezuela.
Isabel Delgado Arria