Los costos de la integración asimétrica

Mientras se editaba este material, los negociadores de la Unión Europea alargaban los plazos de presentación de su propuesta mejorada en el ámbito de las negociaciones birregionales que en Bruselas discute el alcance que tendrá el acuerdo Mercosur –Unión Europea que idealmente se terminará de cerrar en el marco de la reunión de jefes de Estado de Guadalajara de fin de mayo. Aunque las posiciones no son tan flexibles como se esperaba. La propuesta europea, autocalificada como ambiciosa, no termina de convencer a los funcionarios mercosureños, que esperaban por parte de Europa concesiones más importantes (disminución de aranceles de importación, futura revisión de subsidios a la producción agrícola) que el aumento de cupos sugerido . Europa mejoraría la exportación de 295 productos de MERCOSUR, aumentando U$S 1.200 millones su volumen. Se trata de productos primarios e industrializados (fundamentalmente agroalimentos) que ya tienen entrada en el mercado europeo. Por otra parte, Europa reclama como contrapartida el acceso a las "compras gubernamentales" de los estados del Mercosur en pie de igualdad con las empresas locales. Extiende esta posición al capítulo de inversiones y reclama una apertura en el área de servicios, que de acuerdo con los negociadores de Mercosur, ya llegó a su máximo en la última propuesta mejorada. Mientras los plazos se alargan, aumenta el riesgo de perder ventajas frente a las negociaciones que la misma UE está proponiendo en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC), como la rebaja arancelaria para los bienes agrícolas de los países más pobres del planeta.

¿Cuáles son los beneficios del ALCA para la región?

Las zonas de libre comercio producen costos y beneficios, que se ven incrementados cuando son zonas de países desarrollados y subdesarrollados, y mucho más cuando existe una estructura de intercambio desigual, cuando unos producen productos primarios que están protegidos, y los otros bienes con alta incorporación de valor, caso que se da tanto en las negociaciones en el ámbito del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) como con la Unión Europea.

En el caso del área hemisférica, creo que se torna peligrosa para las estructuras productivas de muchos países de América Latina. En México, el maíz fue el producto americano por excelencia del cual dependía cultural, históricamente, en término alimenticios y hasta en un sentido civilizatorio.Todos estos pueblos indígenas que han recibido maíz subsidiado por las grandes multinacionales americanas, han destrozado esto que forma parte del patrimonio cultural de nuestra América. Podemos hacer una gran lista de sectores que se van a ver perjudicados. Va a haber ganancias, pero las ganancias vienen a largo plazo y los costos se pagan por anticipado. Aquí el capitalismo tiene sus reglas de juego, las tasas de beneficio de los capitalistas son las que predominan, entonces todo esto requiere un análisis político.

Desde mi punto de vista, aquí tenemos un enorme déficit que es nuestro Parlamento. No se han hecho eco de esto. Tendrían que celebrarse reuniones de análisis para ver quiénes son los que van a pagar los costos y quiénes los beneficios. La pregunta es cómo va a afectar esto el bienestar de la mayoría de la población. A la hora de firmar, uno tiene que tener en cuenta cuales son sus intereses, cómo pueden ser traducidos en un acuerdo de libre comercio con Europa, con Sudáfrica, con la India, con el ALCA. Pero hay mejores y peores formas de hacerlo. Mi temor, y hay grandes posibilidades de que esto ocurra, es que lleguen ya los paquetes cerrados al Congreso y nadie se pueda resistir a firmarlos, sea por disciplinas partidarias, intereses o simplemente ignorancia. Y estos acuerdos van a condicionar nuestra vida. Van a cambiar la cara de la estructura del comercio que nosotros conocemos. Hay que ser conscientes de la importancia trascendental que tienen.

¿Por qué México decide ahora participar del Mercosur?

Creo que México está muy interesado en firmar un Acuerdo con el Mercosur, porque está aumentando en forma alarmante su dependendencia de la situación de Estados Unidos. La modificación de las tasas de intereses por parte del Tesoro afecta más a este país que al Mercosur, por ejemplo. Y además por el tema recurrente de la identidad. México necesita volver a América Latina. Pero aquí el espacio sudamericano es distinto; tenemos nuestros problemas, tenemos algunos proyectos. Es claro que este es el espacio para políticas exteriores donde se puede confrontar con nuestras realidades y a su vez ir delimitando un ámbito distinto de América Central y México. Sobre todo teniendo en cuenta cuáles son los intereses de la potencia hegemónica en toda la región. La integración es una palabra linda, pero implica costos. Todos estamos de acuerdo en que hay que hacerla por distintas razones, pero cuando uno concentra su mirada en los costos, en los conflictos, se da cuenta de que esta visión romántica no coincide con la realidad.