Oportunidades para las energías renovables
¿Por qué incluir el cambio climático en la agenda política argentina? Para aumentar el acceso a beneficios derivados de las finanzas climáticas, lo que serviría para apoyar al desarrollo de las energías renovables en el país, explicó Mariano Cirone en su ponencia.
La ponencia, que formó parte de los primeros paneles del evento desarrollado en Rosario, que se extendió entre los días 28 y 29 de mayo, tuvo como objeto, en palabras del especialista, el de hacer un llamado de atención acerca de dos cuestiones fundamentales:
-Por qué es importante que Argentina asuma un mayor compromiso, incluya el cambio climático en su agenda política, y le otorgue más importancia a las negociaciones internacionales sobre cambio climático;
-Dar cuenta de que incluir el cambio climático en la agenda política puede aumentar el acceso a beneficios derivados de las finanzas climáticas, lo que serviría para apoyar al desarrollo de ls energías renovables en nuestro país.
1. ¿Por qué es importante que hoy Argentina incluya el cambio climático en su agenda política?
Además del deber y responsabilidad que Argentina tiene para con el medio ambiente y las generaciones venideras, nuestro país debe avanzar en su compromisos con la lucha con el cambio climático, por otras dos razones (entre otras posibles):
(i) Contexto histórico
La comunidad internacional se encuentra en el último tramo de negociaciones para acordar un nuevo pacto global del clima post 2020. En el estado actual de las cosas, las negociaciones de la Conferencia de las Parte (COP) 21, a celebrarse en diciembre del 2015 en París, tienen muy pocas posibilidad de llegar a un resultado exitoso, al menos en cuanto a la ambición de los objetivos de mitigación, que sean suficientes para mantener la temperatura por debajo de los 2º en este siglo, según recomendación del Panel Internacional para el Cambio Climático (IPCC)
Hoy en día, varios gobiernos, entre ellos Argentina (según se desprende de la ponencia del vicepresidente argentino en el COP 21, en Lima, en diciembre de 2014), continúan apegados a fórmulas que fueron útiles 25 años atrás en las negociaciones para la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), pero que hoy resultan anacrónicas y hasta “tóxicas.”[1] Decimos anacrónicas porque actualmente varias situaciones de los países han cambiado, por ej.:
La situación de las economías en transición (países de la ex Unión Soviética)
Algunos países en considerados en desarrollo, o “no Anexo I” en el Protocolo de Kioto, hoy integran la OCDE (ej. Chile y México)
Dudas respecto de la eficacia del mercado del carbono del Protocolo de Kioto
Estas razones, junto a otras más complejas, como los efectos de las crisis financiera global, o la caído de los precios del petróleo, hacen que actualmente exista una incertidumbre respecto de que se llegue a un futuro acuerdo global del clima, y de la ambición del mismo, en caso de lograrse consenso.
No obstante, lo que si es cierto, es que de acordarse un acuerdo post Kioto, para los nuevos mecanismos de financiamiento climático que ofrezca, sin duda tendrán más oportunidades aquellos países que estén mejores preparados y que antes hayan comenzado a trabajar en esta materia.
(ii) Contexto geográfico
Actualmente muchos países de la región de América Latina y El Caribe (LAC) lideran las negociaciones de cambio climático desde la perspectiva de los países en desarrollo. Varias países, como Uruguay, Brasil, Chile, Costa Rica, entre otros, han asumido voluntariamente ambiciosos planes de mitigación de gases de efecto invernadero (ver tabla a continuación):
Sin embargo, a pesar de la actitud reticente de Argentina en cuanto a sus compromisos con la lucha contra el cambio climático, nuestro país se encuentra trabajando en algunos de los mecanismos de finanzas climáticas, como son REDD+ y NAMAs (por ej. el programa PROBIOMASA). Esto último demuestra una falta de coherencia en la política climática argentina, lo que repercute en una dificultad adicional para acceder a fondos relacionados con el clima, que entre muchas otras, podrían servir para apoyar iniciativas de desarrollo de energías renovables.
2. ¿Para qué incluir un componente climático en la política nacional de energías renovables?
Incluir objetivos de mitigación en la política nacional de promoción de energías renovables puede ser un factor relevante para aumentar el acceso a las finanzas climáticas, ya que eso daría una señal clara de compromiso con la causa a los donantes internacionales. Por finanzas climáticas entendemos a aquellos fondos locales, nacionales o internacionales, que pueden surgir de fuentes públicas, privadas y de otras alternativas, y que tienen como objetivo principal apoyar iniciativas tendientes a la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) y/o a la adaptación al cambio climático.
Existen varios mecanismos de financiación climática que podrían ser útiles para contribuir con la financiación de políticas/iniciativas relacionadas con la generación de energías renovables y con la eficiencia energética. Entre ellos podemos destacar:
Mercados voluntarios del carbono
Acciones de Mitigación Apropiadas a cada país (NAMAs)
Financiación basada en resultado
Fondos especiales de organismos multilaterales de crédito
Otros
3. Enfoques subnacionales para el CC
Actualmente, en el desarrollo de las negociaciones climáticas y en las iniciativas de mitigación alrededor del mundo, se puede advertir un creciente rol desempeñado por el abordaje subnacional o jurisdiccional, de diferentes grados de descentralización administrativa (provincial, estado, municipio, departamento, según la forma de estado del país de que se trate).
Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), del 50 al 80% de las acciones de mitigación/adaptación será adoptadas a nivel subnacional. Esto es producto de que, según dicho estudio, las instituciones locales cuentan con varias ventajas comparativas para este tipo de políticas, entre ellas se destacan como :
Laboratorios de innovación de políticas;
Responsables de diseñar políticas con impacto directo sobre las emisiones GEI, como el transporte, el ordenamiento territorial, consumo energético doméstico, gestión de residuos, etc.;
Vinculan las esferas de descentralización en políticas cambio climático nacional.
Entre estas iniciativas podemos destacar las siguientes:
GCF Task Force: Colaboración de 26 estados, 7 países para la reducción de emisiones de la deforestación y degradación de bosques evitada (REDD+);
Memorando de Entendimiento Subnacional para un Liderazgo Climático global;
Red Argentina de Municipios contra el Cambio Climático (RAMCC).
4. Algunas consideraciones finales
Si bien existe cierta incertidumbre sobre qué tipo de Pacto Climático Global se adoptará en la COP 22 de París, y sobre todo las ambiciones de mitigación que allí se reflejen, lo cierto es que los efectos del cambio climático ya son una realidad en nuestro país, y la necesidad de adaptación de la sociedad de los ecosistemas y la sociedad, en determinadas ocasiones, es una urgencia. Por ello, es que “las dilaciones en CMNUCC no eximen de responsabilidad a los gobernantes,”[2] que deberían actuar ya en esta compleja contingencia.
AL y C es una región pionera en la lucha contra el cambio climático, sin embargo, Argentina se encuentra entre aquellos países más retrasados y menos comprometidos;
Si Argentina quiere acceder a financiación climática, entonces es necesario que se realicen determinados arreglos políticos y jurídico-institucionales de acuerdo con las mejores prácticas internacionales en la materia;
Debido a la fuerte dependencia en los hidrocarburos que tiene la matriz energética argentina, existe un gran potencial de mitigación de GEI en toda iniciativa que promueva el desarrollo de energías renovables y/o eficiencia energética. Ergo, este tipo de políticas tiene la posibilidad de acceder prima facie a financiación climática, que puede contribuir a diversificar las fuentes de capitalización de las mismas.
Los gobiernos cuentan con un rol muy importante en la lucha contra el cambio climático, razón por la cual existen diversos foros y plataformas que involucran y promueven la adopción de medidas de mitigación en dicho nivel de descentralización administrativa;
Dado el momento histórico de la CMNUCC, podría decirse que estamos ante un momento ideal para incluir el un “componente climático” en la agenda política argentina, en especial en las políticas de eficiencia energética y de promoción de energías renovables.
Abog. Mg. Mariano Cirone[3] - SinergiAr Consultores[4
[1] Mariano Cirone es abogado (UNLP, Argentina), magíster en Derecho Ambiental (Universitat Rovira i Virgili, España) y candidato doctoral por la Universidad de Gante, Bélgica, en mecanismos internacionales de protección de bosques (REDD+). Profesionalmente, se desempeña como consultor independiente en derecho y política ambiental, y en finanzas climáticas, para la consultora SinergiAr (Argentina) y para Ludovino Lopes Advogados (Brasil).
[1] SinergiAr es una consultora que trabaja en varios aspectos de las sustentabilidad, el derecho y la política ambiental. Para mas información, por favor visitar www.sinergiar.com.ar