Parlamento del Mercosur. La participación ciudadana

La construcción del Parlamento del Mercosur es una clara señal que vamos a dar a las sociedades nacionales y al mundo de la firme convicción de profundizar el Mercosur. Más institucionalidad significa mayor seguridad jurídica y política. El proyecto de creación de esta nueva institución fue presentado hace horas a la presidencia pro tempore uruguaya, y se espera su aprobación en la reunión de cúpula de diciembre. Institucionalidad, fortalecimiento democrático, transparencia, apertura a la participación y control ciudadano. Para que el Mercosur tenga existencia real para nuestras sociedades, debemos abrir la participación, llenarlo de ciudadanía, expresó gráficamente el diputado Alfredo Atanasof, titular de la CPC argentina, en la presentación del Protocolo organizada por la Universidad de Tres de Febrero el 7 de noviembre.


Respecto a la obligación que tenemos de democratizar nuestro espacio de integración regional, los latinoamericanos hemos tenido que atravesar dolorosos procesos de aprendizaje como sociedad hasta lograr consolidar nuestras democracias, que con gran cantidad de asuntos pendientes, sobre todo en materia de inclusión social, ha dado en los últimos años señales de madurez. La historia reciente argentina avala estas señales. Hoy el objetivo de consolidar la democracia es indiscutible, y en el ámbito del Mercosur, tal como lo establece el Protocolo de Ushuaia, la democracia es un requisito indispensable para poder permanecer en el seno de este proceso.

Pero la democracia no puede ser pensada sólo hacia fuera, sino también hacia el interior de Mercosur. Después de una década y media de existencia, nuestro bloque regional tiene la imperiosa obligación de abrir sus puertas a la participación ciudadana. Es necesaria contar con espacios para canalizar la participación de actores académicos, políticos, sociales y económicos, estén o no de acuerdo con el avance del proceso de integración. No se trata de abrir una ventanilla de reclamos de las que nadie se va a hacer cargo. Si decimos que debemos llenar al Mercosur de ciudadanía, debemos ser capaces de transparentar su funcionamiento. Un documento de creación del Parlamento del Mercosur tiene una enorme potencialidad para lograr estos objetivos. Si bien no se trata del Protocolo esperado, sí se llegó después de un consenso respetando situaciones particulares de los distintos actores que participaron de su elaboración.

No es posible pensar un proceso de integración tan amplio como la constitución de un mercado común que tendrá libre movilidad de bienes, de capitales, pero fundamentalmente de personas, si al proceso no le proporcionamos una instancia de participación de la ciudadanía.

En los Parlamentos es en donde se multiplican las diferentes miradas políticas, sociales económicas, donde se produce el juego tan interesante de las mayorías y las minorías, que pueden allí presentar sus propuestas. El Parlamento es el ámbito más apropiado para poder fortalecer el Mercosur, un bloque que tendrá inevitablemente que representar esa diversidad social y complejidad que enriquece a nuestras democracias regionales. Es una de las razones fundamentales por los que creemos que el Mercosur avanza en sentido correcto, al generar instancias fundamentales como el Parlamento del Mercosur.

Seguridad jurídica y estabilidad política

Construir esta institución es mucho más que un proceso de ingeniería institucional y normativa que muchos imaginan, sino que implica otorgar un nuevo sentido y darle nuevas bases a todo el proceso de integración. Si no es en el Parlamento, dónde se puede discutir el Mercosur político? El mandato de la resolución 49/04 concedido a la Comisión da cuenta del avance en la concepción de los Estados respecto del proceso de integración. Es evidente que se está pensando en un Mercosur en donde los ciudadanos sean escuchados.

El Parlamento del Mercosur (PM), además de ayudar a resolver el déficit democrático que hoy sufre el proceso, va a contribuir a consolidar sus objetivos básicos, porque el propio proceso de integración económica necesita inevitablemente de nuevas herramientas para poder incorporar su normativa y su asimilación en el derecho interno de los Estados parte.

Esta institución viene a completar el engranaje de un proceso que se presenta bastante débil en el ámbito del Mercosur, que es el de la seguridad jurídica. La incorporación de las normas y la armonización legislativa encontrarán entonces en el PM una solución definitiva para completar ese proceso iniciado con el acuerdo institucional entre la CPC y el Consejo del MC.

Así se le aportará certeza y seguridad jurídica, además de una mejor calidad normativa. Construir el Mercosur político es una de las formas de sobreponerse a las dificultades que atravesamos en el ámbito económico, a través principalmente de dos elementos. Tenemos dificultades desde lo económico y no podemos detener el proceso de integración. Por eso es oportuno que profundicemos la integración política para poder en otro momento discutir los problemas económicos o poder superar las asimetrías existentes en el bloque.

La profundización se produce en dos direcciones. La primera es la señal que vamos a dar a las sociedades nacionales y al mundo de la firme convicción de profundizar el Mercosur, porque más institucionalidad significa mayor seguridad jurídica y política como fuente de mayor certidumbre y estabilidad. En segundo lugar, para que el Mercosur tenga existencia real para nuestras sociedades, debemos abrir la participación. El control de nuestras sociedades es la única manera que tenemos de que el Mercosur se haga carne en nuestras sociedades. La creación del Parlamento debe ser sólo una parte de un rediseño institucional mucho más profundo, con el fortalecimiento de otras instancias que ya existen en el proceso, como es el tema de la justicia.

En las próximas horas, Mercosur estará a las puertas de un salto cualitativo importante, con consecuencias institucionales difíciles de prever con la generación de un nuevo órgano. Lo que hoy es indiscutible es la obligación de avanzar en este sentido. Esperamos que los Presidentes del Mercosur recojan esta idea, para pasar a otra etapa, la de las reglamentaciones. La creación del Parlamento del Mercosur es un punto de inflexión de gran valor cualitativo.

Graciela Baquero