Pantalla Pinamar cerró con récord de público
La quinta edición del Festival Internacional de Cine Argentino-Europeo, que se realizó en la ciudad de Pinamar, cumplió su recorrido de ocho días, con un record de público que superó a todos los de los años anteriores. La notable calidad de los films programados, el gran número de ellos y el bajo costo de las entradas, se aunaron para que los habitantes y turistas hicieran largas colas a toda hora frente a los cines, constituyendo una verdadera fiesta de color y alegría.
Francia, la República Checa, Italia, Bélgica, Holanda, España, el cine independiente de Estados Unidos y como invitada especial Marruecos, presentaron loables obras de arte, que por suerte, se proyectaron dos veces a lo largo del festival, con lo que el boca a boca de los espectadores funcionó espléndidamente. Si hubiera que elegir una reina en producción cinematográfica, este año el lauro se lo llevaría Francia, por la variedad y riqueza del material presentado, entre las que sobresalieron "Entre los muros", nuevo film del director Laurent Cantet, cuyas obras anteriores, "Recursos humanos" y "El empleo del tiempo", fueron muy aplaudidos por los espectadores argentinos hace unos años. Así como en sus films anteriores el director se había metido con todo en lo que significa la pérdida del trabajo en la plenitud de la vida, aquí se interna en una clase de escuela secundaria estatal, en la que la inmigración y por ende los graves problemas sociales que acarrea, modifican y establecen un tipo de relación zigzagueante entre profesores y alumnos.
La revelación fue sin duda "Rumba" una disparatada comedia plena de humor negro, para morirse de risa del principio al fin, dirigida y actuada por Dominique Abel y Fiona Gordon. Ambas películas, de próximo estreno en Buenos Aires, llegaron acompañadas por sus directores, lo que constituyó un placer doble, el dialogar en las conferencias de prensa con semejantes creadores. La noche de la proyección de "Gomorra", se veía gente parada o sentada en las escaleras, tal era el interés que suscitó y si bien su director, Matteo Garrone, resguardado por las amenazas de la mafia italiana, no pudo ir a Pinamar, sí lo hizo su actor principal, Salvatore Cantalupo. España presentó "Los girasoles ciegos", espléndido drama de José Luis Cuerda, cuya acción sucede durante el franquismo y aborda ciertos dolorosos costados de aquella dictadura, como las psicopatías que abundaban en miembros de la Iglesia, y cuyas órdenes eran tomadas sin discusión por la gente. No podían hacer otra cosa, dice la obra, de una belleza ascética y tremenda, con Maribel Verdú y Javier Cámara.
Promediando el festival, precisamente el sábado pasado por la noche, se proyectó La película sorpresa, de la que nadie nunca se sabe cual va a ser hasta un momento antes de su comienzo. Si bien esta sección ocurrió todos los años, en esta ocasión no hubo otro título que pudiera ser más acertado, a juzgar por la ovación que motivó entre los presentes. Se trata de "Bienvenidos al país de la locura", comedia escrita, dirigida e interpretada por Danny Boom y que también se dará en el circuito comercial.
Los premios
El domingo pasado fue el día de los premios a largometrajes argentinos, estrenados o por estrenarse, con participación anterior en concursos de festivales internacionales clase A. El galardón Balance de Oro fue para "Leonera" de Pablo Trapero, Balance de Plata para "El artista" de Mariano Cohn y Gastón Duprat y Balance de Bronce recayó en "El nido vacío" de Daniel Burman. Los filmes fueron votados, como en todas las ediciones anteriores de Pantalla Pinamar, por los periodistas especializados y el público en general, al término de cada función.
Con el éxito obtenido, anteayer lunes, los cines volvieron a proyectar las películas favoritas del festival. Lleno completo.
La revelación fue sin duda "Rumba" una disparatada comedia plena de humor negro, para morirse de risa del principio al fin, dirigida y actuada por Dominique Abel y Fiona Gordon. Ambas películas, de próximo estreno en Buenos Aires, llegaron acompañadas por sus directores, lo que constituyó un placer doble, el dialogar en las conferencias de prensa con semejantes creadores. La noche de la proyección de "Gomorra", se veía gente parada o sentada en las escaleras, tal era el interés que suscitó y si bien su director, Matteo Garrone, resguardado por las amenazas de la mafia italiana, no pudo ir a Pinamar, sí lo hizo su actor principal, Salvatore Cantalupo. España presentó "Los girasoles ciegos", espléndido drama de José Luis Cuerda, cuya acción sucede durante el franquismo y aborda ciertos dolorosos costados de aquella dictadura, como las psicopatías que abundaban en miembros de la Iglesia, y cuyas órdenes eran tomadas sin discusión por la gente. No podían hacer otra cosa, dice la obra, de una belleza ascética y tremenda, con Maribel Verdú y Javier Cámara.
Promediando el festival, precisamente el sábado pasado por la noche, se proyectó La película sorpresa, de la que nadie nunca se sabe cual va a ser hasta un momento antes de su comienzo. Si bien esta sección ocurrió todos los años, en esta ocasión no hubo otro título que pudiera ser más acertado, a juzgar por la ovación que motivó entre los presentes. Se trata de "Bienvenidos al país de la locura", comedia escrita, dirigida e interpretada por Danny Boom y que también se dará en el circuito comercial.
Los premios
El domingo pasado fue el día de los premios a largometrajes argentinos, estrenados o por estrenarse, con participación anterior en concursos de festivales internacionales clase A. El galardón Balance de Oro fue para "Leonera" de Pablo Trapero, Balance de Plata para "El artista" de Mariano Cohn y Gastón Duprat y Balance de Bronce recayó en "El nido vacío" de Daniel Burman. Los filmes fueron votados, como en todas las ediciones anteriores de Pantalla Pinamar, por los periodistas especializados y el público en general, al término de cada función.
Con el éxito obtenido, anteayer lunes, los cines volvieron a proyectar las películas favoritas del festival. Lleno completo.
Laura Díaz Olmos