Prioridades y desafíos de la Presidencia semestral brasileña
Avanzar en la operatividad del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM) y la conformación del arancel externo común, así como atenuar el desequilibrio de la balanza comercial intrabloque, fueron reconocidos como prioridades de la actual presidencia pro tempore brasileña del Mercosur.
Así lo expresó el jueves pasado el ministro consejero brasileño Bruno Bath, uno de los
principales negociadores de Brasil en el Mercosur, durante la apertura del
III Congreso de Comercio Exterior UB-CAMBRAS "Complementación y Calidad",
que albergó jueves y viernes la embajada de Brasil en Buenos Aires.
Bath también anunció que Brasil procurará durante su presidencia, que le
traspasó Argentina en julio pasado, crear un canal de "diálogo bilateral y
negociación" entre los países del Mercosur para "destrabar temas y
problemas" que surgen en el proceso de integración subregional.
No obstante, Bath expuso que los sectores sensibles en el intercambio del
Mercosur, que llevan a acuerdos de limitación de exportaciones, como el caso
de los bienes del hogar brasileños hacia Argentina, no representan "más del
5% del comercio" intrabloque.
El diplomático brasileño destacó el hecho de que el FOCEM haya tenido una rápida
aprobación parlamentaria en Argentina, Brasil, Paraguay y Uguruay, como
herramienta para atenuar las "asimetrías" entre los países del bloque.
En este sentido, Cecilia Pena, coordinadora de consultores de la
Dirección Mercosur de la Cancillería argentina -quien compartió el panel
inaugural con Bath- dijo que el FOCEM tendrá aportes 70% de Brasil, 27% de
Argentina, 2% de Uruguay y 1% de Brasil, con un beneficio proporcional
inverso para las áreas menos desarrolladas del Mercosur.
Pena, en el marco del tratamiento de las asimetrías, mencionó también el
Mecanismo de Adaptación Competitivo (MAC) creado al amparo de un acuerdo
bilateral entre Argentina y Brasil, el ACE 14, que por ende aún no está
vigente para el Mercosur.
Por su parte, Bath se sinceró en cuanto a que el MAC parece ser un
mecanismo "que se creó para no ser usado, como si fuera un seguro" ya que
tiene una difícil implementación por los requisitos para comprobación del
daño, y los problemas son abordados directamente por la Comisión de
monitoreo del comercio argentino-brasileña, con lo cual se evita su
aplicación.
Pena también recordó que en la última cumbre del bloque en Córdoba,
Argentina, las mayores economías del bloque, Argentina y Brasil, pidieron a
Paraguay y Uruguay que eleven en dos meses sus principales inquietudes
acerca de las asimetrías.
Añadió la importancia de que el texto del Protocolo de Adhesión de
Venezuela al Mercosur, firmado en dicha cumbre, incluya expresamente las
asimetrías, lo cual no ocurre en el Tratado de Asunción, constitutivo del
Mercosur.
Respecto del desequilibrio comercial intrabloque, Bath recordó el
reciente lanzamiento de un catálogo de importadores brasileños, para
impulsar negocios que permitan sustituir compras de productos extrabloque
por aquellos de Argentina, Paraguay y Uruguay.
En cuanto al arancel externo común, el negociador brasileño reconoció que
no se han respetado los cronogramas iniciales y es preciso armonizar
regímenes y hacer un análisis de la consistencia y dispersión del AEC.
No obstante, dijo que en este campo hay "más exitos que fracasos", porque
más del 60% del universo arancelario del Mercosur está en el AEC y quedarían
por relacionar algunos niveles para facilitar la convergencia del resto de
las partidas.
Mencionó a los rubros bienes de capital y de informática y
telecomunicaciones como "complicados" y que, sobre todo en el segundo caso,
Brasil se ha dado cuenta de que tiene que revisar el nivel de protección.
En cuanto a los desafíos de este semestre, Bath mencionó reducir las
asimetrías en incentivos a inversiones, sobre todo aquellos de carácter
subfederal en Argentina y Brasil, y la coordinación macroeconómica, donde
toma cuerpo la idea de que los países comercien "sin pasar por el dólar"
estadounidense, o sea, directamente con sus monedas domésticas.
Finalmente, el diplomático brasileño reconoció que el Mercosur está en
una instancia "límite" de su sistema intergubernamental, y que, aunque no se
avanza en la supranacionalidad, hay temas donde en el futuro podría haber
medidas de este carácter, por ejemplo, en normas antidumping hacia terceros
países, como China.
El evento estuvo organizado por la argentina Universidad de Belgrano, del
ámbito privado, y la Cámara de Comercio Argentino-Brasileña, con el objetivo
de "conjugar el aporte de los sectores gubernamentales, empresariales y
académicos en favor de dicha estrategia".
principales negociadores de Brasil en el Mercosur, durante la apertura del
III Congreso de Comercio Exterior UB-CAMBRAS "Complementación y Calidad",
que albergó jueves y viernes la embajada de Brasil en Buenos Aires.
Bath también anunció que Brasil procurará durante su presidencia, que le
traspasó Argentina en julio pasado, crear un canal de "diálogo bilateral y
negociación" entre los países del Mercosur para "destrabar temas y
problemas" que surgen en el proceso de integración subregional.
No obstante, Bath expuso que los sectores sensibles en el intercambio del
Mercosur, que llevan a acuerdos de limitación de exportaciones, como el caso
de los bienes del hogar brasileños hacia Argentina, no representan "más del
5% del comercio" intrabloque.
El diplomático brasileño destacó el hecho de que el FOCEM haya tenido una rápida
aprobación parlamentaria en Argentina, Brasil, Paraguay y Uguruay, como
herramienta para atenuar las "asimetrías" entre los países del bloque.
En este sentido, Cecilia Pena, coordinadora de consultores de la
Dirección Mercosur de la Cancillería argentina -quien compartió el panel
inaugural con Bath- dijo que el FOCEM tendrá aportes 70% de Brasil, 27% de
Argentina, 2% de Uruguay y 1% de Brasil, con un beneficio proporcional
inverso para las áreas menos desarrolladas del Mercosur.
Pena, en el marco del tratamiento de las asimetrías, mencionó también el
Mecanismo de Adaptación Competitivo (MAC) creado al amparo de un acuerdo
bilateral entre Argentina y Brasil, el ACE 14, que por ende aún no está
vigente para el Mercosur.
Por su parte, Bath se sinceró en cuanto a que el MAC parece ser un
mecanismo "que se creó para no ser usado, como si fuera un seguro" ya que
tiene una difícil implementación por los requisitos para comprobación del
daño, y los problemas son abordados directamente por la Comisión de
monitoreo del comercio argentino-brasileña, con lo cual se evita su
aplicación.
Pena también recordó que en la última cumbre del bloque en Córdoba,
Argentina, las mayores economías del bloque, Argentina y Brasil, pidieron a
Paraguay y Uruguay que eleven en dos meses sus principales inquietudes
acerca de las asimetrías.
Añadió la importancia de que el texto del Protocolo de Adhesión de
Venezuela al Mercosur, firmado en dicha cumbre, incluya expresamente las
asimetrías, lo cual no ocurre en el Tratado de Asunción, constitutivo del
Mercosur.
Respecto del desequilibrio comercial intrabloque, Bath recordó el
reciente lanzamiento de un catálogo de importadores brasileños, para
impulsar negocios que permitan sustituir compras de productos extrabloque
por aquellos de Argentina, Paraguay y Uruguay.
En cuanto al arancel externo común, el negociador brasileño reconoció que
no se han respetado los cronogramas iniciales y es preciso armonizar
regímenes y hacer un análisis de la consistencia y dispersión del AEC.
No obstante, dijo que en este campo hay "más exitos que fracasos", porque
más del 60% del universo arancelario del Mercosur está en el AEC y quedarían
por relacionar algunos niveles para facilitar la convergencia del resto de
las partidas.
Mencionó a los rubros bienes de capital y de informática y
telecomunicaciones como "complicados" y que, sobre todo en el segundo caso,
Brasil se ha dado cuenta de que tiene que revisar el nivel de protección.
En cuanto a los desafíos de este semestre, Bath mencionó reducir las
asimetrías en incentivos a inversiones, sobre todo aquellos de carácter
subfederal en Argentina y Brasil, y la coordinación macroeconómica, donde
toma cuerpo la idea de que los países comercien "sin pasar por el dólar"
estadounidense, o sea, directamente con sus monedas domésticas.
Finalmente, el diplomático brasileño reconoció que el Mercosur está en
una instancia "límite" de su sistema intergubernamental, y que, aunque no se
avanza en la supranacionalidad, hay temas donde en el futuro podría haber
medidas de este carácter, por ejemplo, en normas antidumping hacia terceros
países, como China.
El evento estuvo organizado por la argentina Universidad de Belgrano, del
ámbito privado, y la Cámara de Comercio Argentino-Brasileña, con el objetivo
de "conjugar el aporte de los sectores gubernamentales, empresariales y
académicos en favor de dicha estrategia".
Gustavo Massimino, ANSA