Bajo bandera extranjera
Las limitaciones de los puertos argentinos, que responden tanto a cuestiones políticas como de infraestructura, hacen que “el 90 por ciento del comercio marítimo” se lleve a cabo “con bandera extranjera”, según afirmó el presidente del Centro de Navegación, Rodolfo García Piñeiro en una conferencia del ciclo COMEX 2005 desarrollado a fines de octubre.
“Hay muchas cargas que se derivan a otros puertos de la región por restricciones desde sanitarias hasta aduaneras”, concluyó el expositor después de enumerar las razones por las que la economía mundial ha cambiado en los últimos años –desintegración de la Europa del Este y auge de China, por ejemplo-, y después de indicar cómo se han desarrollado particularmente los puertos argentinos.
Si por un lado, el crecimiento de China ha provocado la demanda de un comercio marítimo superior, la demanda pasa también por un transporte marítimo más eficiente. En el caso particular de la Argentina y más específicamente del puerto de Buenos Aires, se encuentra en un privilegiado quinto lugar en importancia en Latinoamérica (después de Santos de Brasil, Colón de Panamá, Kingston de Jamaica y Freeport de Bahamas), y los principales destinos a los que envía productos son el Norte Europeo, Brasil y el Lejano Oriente, aseguró Piñeiro.
Sin embargo, señaló a la infraestructura como la gran limitación de los puertos argentinos, con deficiencias en el dragado de los canales de acceso, los caminos terrestres a los puertos y los accesos ferroviarios.
Mención especial mereció la política y normativa referente a la gestión de los puertos. Los puntos clave pasan por la “creación de un régimen para el movimiento intraportuario de mercadería, las restricciones a la contratación de fletes marítimos y las reglamentaciones aduaneras y sanitarias”, aseguró.
Los costos de los servicios, los conflictos gremiales y la seguridad fueron otros de los items destacados por García Piñeiro como de indispensable resolución en pos de mejorar el transporte marítimo argentino.