Asomarse a las “otras realidades latinoamericanas”
“La buena vida”, del Chileno Andrés Wood (Machuca), recibió hoy en Huelva el Colón de Oro –el premio mayor que otorga el jurado- en la 34ª edición del Festival de Cine Iberoamericano que tuvo lugar en esta ciudad andaluza desde el 15 de noviembre. El film que entrelaza pequeñas historias cotidianas que transcurren en Santiago de Chile, da cuenta, sin estridencias, pero de manera contundente, de las diferencias de clases que caracterizan a nuestro continente.
En esta Babel de culturas con una lengua en común, que es el Festival de Cine Iberoamericano de Cine de Huelva, el Jurado de la Sección Oficial estuvo compuesto por el director español Antonio Giménez-Rico, el realizador venezolano Atahualpa Lichy, la directora paraguaya Paz Encina (Hamaca Paraguaya), el periodista Angel Sánchez Harguindey, del diario El Paìs y el productor español Luis Reneses. Todos ellos acordaron por unanimidad, dar además los siguientes premios:
Premio Especial del Jurado: “Lluvia”, de Paula Hernández (Argentina).
Carabela de Plata a la Mejor Opera Prima: “Parque Vìa”, de Enrique Rivero (México).
Colón de Plata a la Mejor Dirección: Alan Jonson, por “Morenita” (Mèxico)
Colón de Plata al Mejor Actor: Juan Luis Galiardo, por “Esperpentos” (España).
Colón de Plata a la Mejor Actriz: Valeria Bertucelli, por “Lluvia” (Argentina).
Colón de Plata al Mejor Guiòn Original: Carlos Moreno y Alonso Torres, por “Perro Come Perro” (Colombia).
Colón de Plata a la Mejor Fotografía: José Luis Alcaine y Javier Salmones, por “Esperpentos” (España).
El Jurado Oficial de la Sección Cortometrajes, consagró Mejor Cortometraje a “Porque hay cosas que nunca se olvidan”, de Lucas Figueroa (España); en tanto que el Premio del Público fue para “Paraíso Travel”, de Simon Brand (Colombia). Este último coincidió por su parte con el “Premio Radio Exterior de España”, a “la película que mejor refleja la realidad latinoamericana”, otorgado por un jurado que integraron Alejandro Cárdenas, de El Universal de México; Andrés Marin Cejudo de la Sección Cultura de El Mundo y esta corresponsal. La película La Milagrosa, de Rafa Lara (México), recibió, a su vez, el singular premio que se otorga únicamente en Huelva: “La llave de la libertad”, una distinción que es otorgada todos los años por los presos del Centro Penitenciario de Huelva, quienes ven todas las películas del festival.
Precisamente a la penitenciaría de Huelva, se trasladaron el jueves 20, Paula Hernández y Valeria Bertucelli, respectivamente directora y actriz de “Lluvia”, ambas premiadas aquí, para vivir la particular experiencia de dialogar con los internos, quienes ya habían visto su film. Como “uno de los premios más importantes de las secciones oficiales”, definió Paula Hernández (Herencia), al Especial del Jurado que recibió aquí. Protagonista también de “Un novio para mi mujer”, la película argentina más vista de este año, Bertucelli demuestra en esta historia de encuentros y desencuentros humanos –en la que comparte cartel con Ernesto Alterio- que sus méritos se aplican igualmente a los papeles dramáticos.
“No estamos pudiendo ver nuestras películas. No hemos logrado cruzar esa frontera”, señaló Andrés Word, el ganador del premio mayor, cuyo film es una coproducción entre Chile, Argentina, España, Francia y el Reino Unido. Y fue, tan inevitable como necesario que, en uno de los pocos lugares de encuentro cinematográfico para los iberoamericanos- luego de conocerse los premios surgieran justamente las preguntas acerca de la posibilidad de romper el cerco de distribución y exhibición que impiden un conocimiento fluido de sus respectivas producciones entre los países de la región. El tema, aún sin demasiada solución en la Argentina, requirió por parte de los presentes “un cambio de estructuras” y, sin descartar la posibilidad de la exhibición alternativa, se consideró a este tipo de festivales como “el único vehículo para trascender esta limitación”. No sólo esa es la única herramienta válida que ofrecen estos encuentros; quizás la posibilidad de asomarse a otras “realidades latinoamericanas”, a través de la mirada, propia y ajena, y los debates que se establecen al respecto, sean una de las posibilidades más inmediatas de acercamiento en un continente no casualmente fragmentado.
María Núñez – Enviada Especial a Huelva – Periodista especializada en cine.
Premio Especial del Jurado: “Lluvia”, de Paula Hernández (Argentina).
Carabela de Plata a la Mejor Opera Prima: “Parque Vìa”, de Enrique Rivero (México).
Colón de Plata a la Mejor Dirección: Alan Jonson, por “Morenita” (Mèxico)
Colón de Plata al Mejor Actor: Juan Luis Galiardo, por “Esperpentos” (España).
Colón de Plata a la Mejor Actriz: Valeria Bertucelli, por “Lluvia” (Argentina).
Colón de Plata al Mejor Guiòn Original: Carlos Moreno y Alonso Torres, por “Perro Come Perro” (Colombia).
Colón de Plata a la Mejor Fotografía: José Luis Alcaine y Javier Salmones, por “Esperpentos” (España).
El Jurado Oficial de la Sección Cortometrajes, consagró Mejor Cortometraje a “Porque hay cosas que nunca se olvidan”, de Lucas Figueroa (España); en tanto que el Premio del Público fue para “Paraíso Travel”, de Simon Brand (Colombia). Este último coincidió por su parte con el “Premio Radio Exterior de España”, a “la película que mejor refleja la realidad latinoamericana”, otorgado por un jurado que integraron Alejandro Cárdenas, de El Universal de México; Andrés Marin Cejudo de la Sección Cultura de El Mundo y esta corresponsal. La película La Milagrosa, de Rafa Lara (México), recibió, a su vez, el singular premio que se otorga únicamente en Huelva: “La llave de la libertad”, una distinción que es otorgada todos los años por los presos del Centro Penitenciario de Huelva, quienes ven todas las películas del festival.
Precisamente a la penitenciaría de Huelva, se trasladaron el jueves 20, Paula Hernández y Valeria Bertucelli, respectivamente directora y actriz de “Lluvia”, ambas premiadas aquí, para vivir la particular experiencia de dialogar con los internos, quienes ya habían visto su film. Como “uno de los premios más importantes de las secciones oficiales”, definió Paula Hernández (Herencia), al Especial del Jurado que recibió aquí. Protagonista también de “Un novio para mi mujer”, la película argentina más vista de este año, Bertucelli demuestra en esta historia de encuentros y desencuentros humanos –en la que comparte cartel con Ernesto Alterio- que sus méritos se aplican igualmente a los papeles dramáticos.
“No estamos pudiendo ver nuestras películas. No hemos logrado cruzar esa frontera”, señaló Andrés Word, el ganador del premio mayor, cuyo film es una coproducción entre Chile, Argentina, España, Francia y el Reino Unido. Y fue, tan inevitable como necesario que, en uno de los pocos lugares de encuentro cinematográfico para los iberoamericanos- luego de conocerse los premios surgieran justamente las preguntas acerca de la posibilidad de romper el cerco de distribución y exhibición que impiden un conocimiento fluido de sus respectivas producciones entre los países de la región. El tema, aún sin demasiada solución en la Argentina, requirió por parte de los presentes “un cambio de estructuras” y, sin descartar la posibilidad de la exhibición alternativa, se consideró a este tipo de festivales como “el único vehículo para trascender esta limitación”. No sólo esa es la única herramienta válida que ofrecen estos encuentros; quizás la posibilidad de asomarse a otras “realidades latinoamericanas”, a través de la mirada, propia y ajena, y los debates que se establecen al respecto, sean una de las posibilidades más inmediatas de acercamiento en un continente no casualmente fragmentado.
María Núñez – Enviada Especial a Huelva – Periodista especializada en cine.
María Núñez